jueves, 9 de septiembre de 2010

LA TRIVIALIZACIÓN DEL SEXO

¡Un mundo erotizado!

Nos peguntamos ¿por qué la sexualidad se ha trivializado y al mismo tiempo se ha convertido en algo tan extraordinariamente importante en el mundo en que vivimos? Ambas cosas son compatibles aunque parezca una paradoja. Los medios de comunicación, a través de sus locutores, escribas o presentadores, salvando honrosas excepciones, son verdaderos maestros de erotización cuando no, de disfrazada pornografía
Hay inflación-oferta de sexo porque su valor ha disminuido; por poco dinero se pueden comprar toneladas de él. Antes había menos sexo disponible porque valía más, era un bien escaso: estaba más protegido detrás de los férreos muros del pudor y la intimidad conyugal, y no se exhibía.
Se consideraba algo demasiado valioso y trascendente para salir a la luz pública tan alegremente como ahora. Y sólo podía poseerse allí donde habita el misterio del origen de la vida.
Hoy, cuando el sexo está disponible de inmediato, cuando "hacer el amor" con una u otra persona puede ser un juego o una simple aventura, el sexo parece haber perdido su valor.
Mostrar el cuerpo desnudo no es más importante que rascarse la nariz; que los vestidos no disimulen ninguna parte de la anatomía corporal es tan poco importante como que haga calor.
El sexo ha pasado a ser algo demasiado poco relevante y sin valor. Por no tomarlo en serio, lo tomamos demasiadas veces, en dosis a nuestros deseos. Por eso ha crecido la obsesión por él. Veamos el uso del sexo posmoderno:
1. En primer lugar, según el "cientificismo-terapéutico-funcional", es una actividad necesaria para la buena salud física y psíquica de la persona. ¡El sexo es salud! (La castidad sería una perjudicial represión de las fuerzas naturales).
- Abundan los "sexólogos" que pretenden ayudar a conseguir la armonía psíquica de una persona con su sexo. El sexo se ha convertido en una técnica placentera.
2. En segundo lugar, abundan también psicólogos, quienes afirman que lo importante es que la persona, el individuo o paciente, se sienta bien "con" y "como" es. Y sí la persona es homosexual, pedófilo, zoófilo, sadomasoquista etc. ¿debe igualmente sentirse bien "con" y "como" es?
3. En tercer lugar, ha sucedido lo que podríamos llamar la "banalización lúdica y comercial del sexo", en la cual éste se transforma en producto de consumo para clientes que lo demandan.
4. En cuarto lugar, se piensa que el sexo se elige y la propia identidad se construye a partir del sexo. Hoy se puede cambiar de sexo a gusto y paladar y nada ocurre por ello. De tal manera que si hoy soy "el", mañana puedo ser "ella" Y lo peor, muchos intelectualoides de moral liliputiense y con enanizada existencia, estarán de acuerdo.
Pero quizá, ante todo se busca el sexo seguro. Según esta concepción, hacer "el amor" es la manera normal de quererse varón y mujer, y nada malo hay en ello, puesto que no incluye nada parecido a la "culpa" o "pecado". Es el tiempo del carpe diem! sexual.
El "sexo seguro", ante todo no tiene fecundidad. El sexo seguro permite cambiar de pareja y aumentar su frecuencia cuantas veces se desee.
Una amistad de pareja que incluye el sexo desea "divertirse" como parte del juego. (Si el juego sale mal, aparece la figura del aborto y éste no es sino, una "protección" contra el hediondo escupitajo de una sociedad podrida y decadente, que afirma lo contrario).
El sexo hace pocas décadas, era en nuestra cultura un plato fuerte de la vida. Hoy no pasa de ser un leve aperitivo.
Propuesta: Las promesas, la virginidad y el amor para toda la vida son tres formas de convertirlo nuevamente en plato fuerte. Finalmente opino que, la trivialización del sexo posmoderno, comparte morada con el acto perril o perruno y nada más. ¡No más mamás que furtivamente (kañyhape té) introducen en la cartera de su hija de 12 años preservativos - ndajé - para cuidarse!
Naturalmente, este como otros artículos, me exponen al tiro cruzado de algunos reconocimientos, pero no me cabe la menor duda que, también me apuntarán dardos de amargas críticas y descalificaciones como: medievalesco, puritano, transnochado fundamentalista y demás etcéteras.
No obstante, este servidor expone sus convicciones sin ocuparse de proteger su propio "yo". Deseo sí, y mucho, ser coherente con mis creencias, pero, me rendiré gustoso si algún comentario me demostrara lo contrario, pues estoy abierto a aprender.
Mientras tanto, hago oportuna la ocasión para saludar a todos los lectores, al tiempo de expresarles mis sentimientos de respeto y complacencia.
| Viernes 30 Octubre 2009 | 11:10Hs.

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