“Pire
pererî” en
guaraní significa piel fina. Según María Moliner, susceptible es la persona
que piensa que lo que otros dicen o hacen son ofensivas. Luego, sería una
característica de las personas paranoicas, tener mucho miedo. Desconfían de todos,
por creer que los demás tratan de causarle daño.
Es
frecuente encontrar gente que tiene la epidermis muy delicada. En las redes
sociales se les suele denominar “pire pererî vulgaris”. Es lo contrario
del pire atâ (piel dura o curtida) o pire anambusú (piel gruesa), a los que
nada les daña.
“Sea como sea el estilo de vida que llevemos, está claro que tarde o temprano terminamos topándonos con personas susceptibles. Que a la mínima crean dramas y que, aunque no tengan por qué disfrutar con los conflictos, lo cierto es que lo llevan todo al terreno personal con mucha facilidad. (Arturo Torres):
Según Arturo Torres: Las características de las personas susceptibles son las siguientes:
1. Ante la ambigüedad, ven conflicto. Cuando esto ocurre, las personas especialmente susceptibles asumen el peor escenario posible, y se imaginan fácilmente ofensas dirigidas hacia ellos.
2. No se paran a reflexionar sobre su enojo. Otro de los aspectos básicos de las personas susceptibles es que no se paran demasiado a plantearse qué ocurrió realmente cuando se sienten ofendidas. No siempre se enfrentan a quien según ellas les ha atacado. Es posible adoptar una actitud pasivo-agresiva.
3. Intentan que la conversación gire alrededor del supuesto ataque, dado que le dan mucha importancia a la causa de su malestar que pueden intentar dejar de lado el tema de conversación que se estaba tratando antes, o lo que se estaba haciendo.
Si algo nos caracteriza como especie, eso es la diversidad. Los seres humanos somos capaces de adoptar muchas maneras de vivir la vida, y por eso tenemos diferentes personalidades, actitudes y maneras de percibir la vida y las relaciones personales.
Nuestra diversidad hace que, en algunos casos, nos encontremos con personas con rasgos personal muy extrema. Cuando estos rasgos tienen que ver con actitudes hostiles o la facilidad para generar conflictos, puede llegar a ser un desafío tratar con esos individuos.
La gente pire
pererî es una realidad. Así, es mejor saber gestionar nuestras relaciones
personales. Luego:
1. No ridiculices. A veces, la susceptibilidad de quien habla con nosotros puede parecernos una broma. Pero, el motivo de su enojo es muy real. El primer paso es aceptar que se han ofendido de verdad.
2. Discúlpate solo cuando haya motivos. Pedir perdón no te hace menos ni
te rebaja. Todo lo contrario.
3. Si vas a criticar, adopta una perspectiva impersonal y constructiva, no personal. Hazlo refiriéndote siempre poniendo énfasis en lo que se puede mejorar, y no en lo que está mal.
4. Usa un lenguaje no verbal no hostil. Tus posturas y gestos deben denotar confianza y aceptación, y no hostilidad o una actitud a la defensiva. Evita posturas encorvadas o mantener los brazos cruzados y muestra que el contexto no se merece ver a un enemigo en la otra persona.
5. Mantén una actitud educada, pero no te obsesiones. Tener miedo a ofender a la otra persona no tiene sentido, porque eso genera un ambiente enrarecido al que las personas pire pereri tienden a ser sensibles. Asume que no tienes por qué intentar controlar plenamente la situación, y mantén unas normas básicas de educación. ¡Ta upéicha!
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