lunes, 14 de diciembre de 2020

¡ODIO LA RELIGIÓN!....

 PERO NO MI IGLESIA

La palabra “religión” fue y sigue siendo motivo de discusión y pelea. Religión; del latín religare, significa, ligar, enlazar. ¿Qué de malo tiene unir, enlazar la relación con Dios? 

Dicen los que saben: Religión, es sujeción voluntaria a Dios. Ante todo, reconocer a  Alguien que es antes y después de todo y de todos: Al Señor y Soberano del mundo, Dios. 

Religión es creer que el Ser sacro tiene poder sobre la vida del hombre que ha creado. Brota así un sentido de dependencia y ayuda por parte hombre. Es la base de la religión. 

El humano busca en la religión lograr felicidad en su vida presente y en la eterna. El hombre es criatura de esperanza que en su desamparo, enfermedad y dolor, busca en su Papá Creador, paz y bienestar. ¿Qué de malo hay en ello? 

El cristianismo es religión-relación personal del hombre con su Dios. De nuevo, religión es religarse a Dios, amoroso y todopoderoso Padre, fuente de amor, perdón y felicidad. ¿Qué de malo hay en ello? 

Así, Tomás de Aquino define religión: “Virtud que inclina al hombre a rendirle a Dios el culto y reverencia que le pertenece a Él por derecho”. Es el fin de la religión. 

La religión es natural y sobrenatural. Natural, es entrega de uno a Dios, sobre la base de deberes morales (honradez, justicia, paz) que el hombre logra por sus propios medios. 

La sobrenatural, (dones) dado al hombre, mediante la gracia santificante, que se logra con defectos aquí: pero se completa en el cielo, donde el ver a Dios es premio eterno. 

No faltan cristianos pererí que sienten vergüenza de decir públicamente: creo en Dios, ya que muchos asocian religión, con barbaridades que se hicieron en su nombre. 

La religión cristiana, mediante las sagradas escrituras, difunde mensajes de solidaridad, respeto, justicia y perdón. Una y otra vez dice que el prójimo es hermano. ¿Hay mensaje más sublime para este mundo infestado de hienas y tiburones bautizados? 

La religión usa ritos y costumbres religiosas, por la necesidad de aprender-entender su significado y compromiso. La Biblia está llena de ritos con sentido figurado. Con razón se dice: “Nada hay en el intelecto que antes no haya pasado por los sentidos”. 

Luego, quien dice; religión no, Cristo sí”, o es ignorante o un abominable deshonesto. Por ello, es urgente y necesario comprender cabalmente los conceptos. 

La Biblia cuenta que los hombres no siempre entendieron las palabras sino, las parábolas. Más conocen por el ejemplo de los padres, por el cumplimiento de los ritos y costumbres. 

Por eso, más simpatizo con quien niega la existencia de Dios por ignorante, que con los inmaculados que imponen sus errores, despreciando al que no piensa igual que él. 

Creo en la Iglesia porque todo bautizado es iglesia. Yo soy bautizado. La Iglesia es obra divina, no tilinguería o capricho humano. En la Iglesia actual también hay Judas, Pedro, Tomás y tantos malos como yo. 

No por eso olvido que Ñandejara, Jesucristo, quien por alguna razón quiso reunirnos en Una sola Iglesia, la que El fundó. A pesar de multitud malevos, nadie podrá aniquilar su iglesia. Por eso y por tantas cosas más, vale la pena creer en Dios. 

Repetimos, “El conocimiento de Dios sin el de nuestra miseria produce orgullo. El conocimiento de nuestra miseria sin el conocimiento de Dios produce desesperación” (Blaise Pascal). 

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