jueves, 24 de febrero de 2011

DALE UN PEZ A UN HOMBRE Y COMERÁ UN DÍA:¡Enséñale a pescar y comerá siempre!

¿Alguien alguna vez no escuchó este antiguo y conocido refrán español? Sin ninguna duda, el adagio nos enseña algo tan correcto y sencillo. El trabajo es necesario como medio de subsistencia, de satisfacción de necesidades básicas y además, es un elemento fundamental de la dignidad humana.


¿Cómo conciliar esta verdad con la dolorosa realidad de quien hace cualquier cosa para juntar un poco de dinero en los semáforos de esta o aquella ciudad? ¿Qué hacer con aquel papá sin trabajo y con la esposa a medio morir en cualquier sucio hospital público? Analicemos el refrán con conciencia recta:

Dale un pez a un hombre, es decir, trabajo y, ¿si no hay trabajo? Y si no tiene el pez - lo necesario – es porque no sabe “pescar”, es decir, no tiene profesión, más que la de agricultor, y que no le sirve en los cinturones de miseria de la ciudad, donde actualmente vive; porque su tierra ya no lo sustenta>

No es menester ser muy perspicaces para darnos cuenta que en países del tercer mundo,  como en el nuestro, las condiciones económicas cada vez son más escasas. El mercado laboral y la tecnología alejan cada vez más la posibilidad de contar con trabajo. Quien pasó los treinta años, aun con alguna competencia académica profesional, probablemente queda fuera de la galería laboral. Más del 80% de la población paraguaya no ha culminado sus estudios secundarios. Ni hablemos, por tanto, de la terciaria.  La desocupación forzosa y el hambre crecen de manera insostenible.

A metros del Hospital Regional de CDE, de la mano de algunas almas caritativas, funciona un comedor que alimenta a niños de la calle y a familiares de enfermos internados. Entre ellos hay agricultores, modistas, comerciantes, choferes, técnicos electricistas, soldadores, empleadas domésticas, mecánicos, etc. que perdieron sus trabajos, o nunca los tuvieron.

Sobre las personas capaces de trabajar - señala el sociólogo Robert Castel en “Las Metamorfosis de la Cuestión Social” p. 68 – juega la condena bíblica: “Ganarás el pan con el sudor de tu frente(Gen. 3, 18) A continuación vienen algunas preguntas de fondo.

¿Y el que no está en condiciones de trabajar porque está cuidando de un familiar en el hospital o simplemente porque no encuentra trabajo, en qué se convierte? ¿Cómo normalmente tratamos al semejante que se halla en la situación aludida? ¿Qué es para nosotros el desposeído? ¿Cuántas veces hemos calumniado diciendo que son sólo bandidos, haraganes y prostitutas que no quieren trabajar? Algunas veces, es verdad, nuestro enojo es justificado, pero... y en los demás casos...?

Siguiendo esta línea de pensamiento. ¿Se equivocó Jesús cuando los discípulos dijeron: “Ya es tarde, despide a esta multitud para que vaya a las aldeas y compren comida, Jesús les contestó, no es necesario que se vayan, denle ustedes de comer” (Mt. 14, 15-16) Ya sabemos como termina la historia. Jesús hace el milagro y alimenta a cinco mil hombres sin contar niños y mujeres, con cinco panes y dos peces.

Otro planteo contradictorio: Cuando Jesús se refiere a los que heredarán el reino de los cielos dice: “Por que tuve hambre y ustedes me dieron de comer, tuve sed y me dieron de beber” (Mt. 25, 35) En este episodio Jesús no señala ningún criterio acusativo ni clasifica el motivo de las necesidades: Simplemente dijo: “Tuve hambre... tuve sed..”

Está claro que no abogo por asistir al haragán y al vago de profesión, tampoco digo que se haga alegre “vito” con el dinero público, nuestro dinero. Pero no es menos cierto que, muchas veces para desarrollar a un pueblo, es necesario también asistirlo técnicamente, enseñarlo, acompañarlo.

Es decir, hay casos donde darle el pez al hambriento es la única manera que nuestro futuro pescador y su familia sigan vivos, sanos y dispuestos a cultivarse. En estas situaciones, no hacerlo, sería una digna conducta farisaica contra el derecho natural. Luego de su objetivo análisis, usted estimado lector, tiene la palabra.

FOTO DE: kikirikiaga.blogspot.com


5 comentarios:

  1. es muy cierto lo que dice.. pero yo no soy partidaria de dar al que puede trabajar... creo que estan mal acostumbrados estas personas..

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  2. Es muy verdadero lo que dice, la vida no es facil, y no hayque dar al que puede trabajar tienen que esforsarce un poco..

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  3. No soy partidario de dar gratis... lo correcto es que le des una oportunidad de ganar el pan de cada día con el sudor de su frente.. ejemplo: en vez de levantar yo mismo con una escoba todas las hojas secas de mi patio le puedo pagar para que se gane el pan, por que de lo contrario es posible que se acostumbre a que se le de gratis y un día pensara que ese es su derecho.. que otros lo mantengan

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  4. ¿proverbio ezpañol?... mis pelotas

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