No hace mucho la imagen de un padre con lágrimas conmovió profundamente al mundo entero. Pelé, el gran ídolo de fútbol de los últimos tiempos, quien a diferencia de otras ocasiones, dio una de las ruedas de prensa más tristes y dolorosas de su vida: su hijo Edson de 35 años fue arrestado y acusado con otras 50 personas por narcotraficante de cocaína, en la ciudad de Santos-BR.
Pelé dijo a los medios: “como cualquier padre, es triste ver a tu hijo metido en grupos como ése y ser arrestado, pero tendrá que sufrir las consecuencias”. Y agregó: “desafortunadamente, yo quizá estaba demasiado ocupado con mi carrera y no me di cuenta” ¡Es lamentable, porque yo siempre he peleado contra las drogas y no noté lo que pasaba en mi propia casa!
Pelé es un personaje mundial admirable como hombre honesto y deportista que no perdió su humildad como otras figuras del deporte. Sin embargo, es triste que un hombre bueno y talentoso como él se haya “distraído” en su jugada más importante: ¡la formación de sus hijos!
La historia de Pelé no es un hecho aislado. Por desgracia es la vida de cientos de padres de familia atrapados en una agenda saturada de trabajo, compromisos, dinero y status. Papás que compensan las faltas de atención a sus hijos con bienes materiales. Los inscriben en las “mejores” escuelas, colegios y universidades, los rodean de lujo y comodidades superfluas y con eso piensan que ya cumplieron con su tarea de padres, cuando lo único que han logrado es formar niños pasotas que desconocen el hambre y tiran la comida que no les gusta.
Ahí están los hijos tiranos, prepotentes, pequeños monstruos insoportables, es decir, abortos sociales. Pendejitos imbéciles que piensan que papá – parias ayer; nuevos ricos, hoy - es una billetera para colmar y calmar todos los caprichos del descarriado hijo.
Así las cosas, ¿que posibilidades tienen estas víctimas - nuestros hijos – de convertirse en mujeres y hombres de bien, si los papás “compramos” a los hijos y no les inculcamos valores? Muchos jovencitos NO conocen el concepto de VALOR, pues el único valor que conocen es la “prostituta universal” como decía Shakespeare, en alusión al dinero.
El sabio Confucio decía: “Educa a tu hijo con un poco de hambre y un poco de frio” El libro de los Proverbio señala: “Corrige a tu hijo...” No hacerlo es gran equivocación de muchos padres que no han sido sino apenas “chorros de espermatozoides y vagina de reproducción” Resultado: <proliferación de monstruitos sociales, plaga social>
Ojalá que más padres sepan dónde, cuándo y con quien se juntan sus hijos. Que nos les vaya a pasar lo que a Pelé: ¡Estaba muy ocupado y no me di cuenta que tenía un bomba en casa.!¡Padres, podemos si queremos, seamos valientes y corrijamos rumbos... salvemos a nuestros hijos, todavía hay tiempo.
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