¡Gano
Poco… no me alcanza el sueldo!
Decíamos en el
anterior artículo: Gastar menos es recortar sus gastos. El
primer paso no tiene que ser muy drástico. Según algunos expertos, estas son cinco formas de empezar:
Primero, revise cada cuenta que
requiere pago mensual. Pregúntese si realmente necesita esos servicios. ¿Está usando
un celular caro y concierto plan que ofrece completo “servicio” o lo podría
reemplazar con un teléfono 20 veces más barato? Luego, revise cada cuenta y vea si hay
servicios “opcionales” que puedan ser eliminados. ¿Realmente necesita el servicio
de cable? ¿Realmente necesita mensajes
de texto ilimitados? ¿Realmente necesita
todo lo que le causa gasto? ¿O, solamente satisfacer sus deseos motiva el descalabro económico…?.
Segundo, mantenga una libreta en su
bolsillo y escriba cada gasto que tenga. El simple proceso de hacer esto va
hacer que usted piense dos veces acerca de los gastos innecesarios. Cuando
tenga una lista de los gastos que ha tenido en un mes, revíselo. Pregúntese si
es que cada uno de estos gastos ha contribuido a su felicidad futura. Este
proceso hará que usted recapacite y le haga pensar en lo que usted está
derrochando su dinero. No importa lo que la gente piense por ser usted ordenado
(no faltarán quienes digan que usted es un miserable… no importa)
Tercero, revise lo que hace cada día
(o la mayor parte de los días). ¿Hace cosas que le están costando
dinero? Por ejemplo recortando solo 10.000 guaraníes de sus gastos
diarios se ahorraría Gs. 3.600.000 al año. ¿Compra periódico, chicle o gaseosa todos los días? ¿Por qué no cortar estos gastos
diarios un poquito? ¿Por necesidad o por comodidad come afuera todos los
días? Tal vez usted pueda traer su almuerzo de casa unos días de la
semana. (Yo llevaba mi comida al trabajo, aunque reconozco, resultaba incómodo,
pero uno acaba acostumbrándose). Sólo es cuestión de voluntad – virtud -
analizar todos los gastos regulares que puede cortarse. Lo bueno que se hace
habitualmente se llama Virtud. Lo malo, vicio. Eliminar superfluos gastos
habituales, es ahorrar cuando se hace por un tiempo largo. Eso se llama
disciplina.
Cuarto. Mi experiencia personal si le
sirve.
No solicitar tarjetas de crédito si no son necesarias, ni es conveniente
llevarlas encima si las tenemos, salvo que vayamos de viaje, por ejemplo.
Muchas veces el dinero de plástico nos da tranquilidad al comprar porque no
pensamos en que después hay que devolver ese dinero con suculentos intereses.
No se deje engañar por cualquier crédito
que le ofrecen, ni compre por ninguna “ganga”
lo que no necesita. Recuerde que lo que paga
por algo que no necesita, es un gasto inútil.
Hay muchas maneras de no perder más dinero, por
ejemplo, haciendo bien el trabajo. El tiempo que usted gasta sentado sin hacer
nada, preso de las páginas Web, o chateando para ganar un millón de “amigos”
es tiempo efectivamente perdido. Puede recibir descuento en sus haberes como
sanción, porque es tiempo perdido cuando debiera producir, y por eso le pagan.
Finalmente, no olvide la regla de oro para su
economía: gaste menos de lo que gana.
En la fauna en que
vivimos, el consumo parece ser la finalidad última de nuestra existencia. Desde
todos los rincones nos bombardean con publicidad destinada a convencernos no
sólo de la calidad o buen precio de un producto, sino de lo “necesario que es
para vivir” y no ser un “marginado”
de la sociedad. Con otras palabras: No seamos consumidores consumidos por el
consumo que nos consume.
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