“Vírgenes y castos hasta el matrimonio”
En el programa televisivo “Esto
dice la Iglesia”, hemos visto que Jóvenes del Santuario Virgen del Rosario, de Luque
viven la iniciativa VICAJEMA
(Virginidad, Castidad, con Jesús y María), una propuesta
que está comenzando a crecer. Los integrantes del grupo invitan a
quienes quieran comprometerse ante Jesucristo para permanecer vírgenes y
castos hasta el matrimonio.
Una
locura.
Así catalogaría gran parte del mundo de hoy la decisión de más de 60 chicas y
muchachos que decidieron comprometerse a vivir la virginidad hasta el
matrimonio, y permanecer castos tras la unión en el sacramento. VICAJEMA es
una iniciativa como una forma de ayudar a los jóvenes a luchar contra la
corriente erotizada del mundo y descubrir los valores que hay dentro de cada
uno.
Parte de escrito por S. Pugsley, dice: “La iglesia me enseñó que el sexo era para personas casadas. Sexo
extramarital era un pecado y sucio y me iría al infierno si lo hacía (…) Lo
creí todo. ¿Por qué no lo haría? Estaba joven y estas eran personas en las que
confiaba. Todos sabían que había hecho los votos de virginidad, por supuesto.
El chisme es el alma de la Iglesia Baptista (…)
Ahora
estoy completamente convencida que el concepto de virginidad es usado para
controlar la sexualidad femenina. Si pudiera ir atrás en el tiempo, no habría
esperado. Habría tenido sexo con mi novio de la época-ahora esposo y no me
habría ido al infierno por eso (…) Es tu cuerpo; te pertenece a ti, no a tu
iglesia. Tu sexualidad no es de incumbencia de nadie, solo tuya”.
Con otra visión, el P. Loring dirá: Casarse con una mujer pura tiene para el
hombre una ilusión especial. El matrimonio después de unas relaciones
puras tiene una ilusión y una felicidad especiales. Y lo mismo le pasa a la mujer.
Toma este precioso lema: «Fieles hasta la muerte y puros hasta el altar».
.
Algunas veces las chicas ceden ante las exigencias inmorales del hombre a quien aman; no se atreven a resistirle. Por miedo a perderle, o por no contrariarle, llegan más allá de donde su conciencia cristiana les permite. Y después resulta que todo sale mal: su conciencia manchada y su novio desilusionado. La mujer interesa al hombre mientras es encanto, ideal, ilusión; pero rebajada a ser una cosa, desilusiona.
Algunas veces las chicas ceden ante las exigencias inmorales del hombre a quien aman; no se atreven a resistirle. Por miedo a perderle, o por no contrariarle, llegan más allá de donde su conciencia cristiana les permite. Y después resulta que todo sale mal: su conciencia manchada y su novio desilusionado. La mujer interesa al hombre mientras es encanto, ideal, ilusión; pero rebajada a ser una cosa, desilusiona.
Y es que los picholos cuando buscan una chica-objeto
para divertirse y aprovecharse, la quieren fresca; pero cuando lo que buscan es
una novia en serio, madre de sus hijos la quieren pura intachable. A nadie le
gusta comerse las sobras que otros dejaron
en el plato. Un hombre, no un macho, se avergüenza de que su mujer haya sido
de todos.
Hoy se quiere identificar lujuria con
amor, pero son dos cosas distintas. La
diferencia entre amor y lujuria es que en el amor valoro a la persona por sus
cualidades, y esto me lleva a sacrificarme por el bien de ella; en cambio en la
lujuria busco a la persona por las gratificaciones que me proporciona. Es
decir, la hago objeto de mis satisfacciones egoístas. «El erotismo arranca del
egoísmo. El amor parte de la generosidad»
El comentario vale solo
para quienes desean una relación seria y duradera. Si no es así, que viva el saludable
perreo, el nombre de la libertad… pues es más fácil ser chorros de espermatozoide y
vagina, que hombres y mujeres de alto quilate.
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