jueves, 3 de junio de 2021

¡LA FAMILIA!

 Una de las instituciones más atacadas hoy

 

Dice el P. Carlos Miguel Buela: “La familia, hoy, sufre como ninguna otra institución, el ataque de las transformaciones socio-culturales”. “Hay que defender a nuestras familias de quienes quieren destruirla que, por muy poderosos sean, nunca podrán más que Dios”.

“La sociedad corre el peligro de ser cada vez más despersonalizada y masificada por la aplanadora de las modas ideológicas y culturales, por la vida urbana que tiende a hacer la existencia de las personas inhumanas y deshumanizadora...” dice Mons. Norberto Rivera. 

Giuliana Caccia, Máster en Matrimonio y Familia en España, explicó que el relativismo ha influido en la forma de pensar, en la cultura y la legislación. 

Si bien, “se reconoce a la familia como la célula básica de la sociedad” y un “espacio vital para el desarrollo pleno de la persona humana”, se crean leyes como el divorcio y el aborto que “regulan los vínculos familiares” y buscan “disolver” el concepto familia. 

El relativismo inventó “nuevos derechos humanos que no hicieron más que aumentar los índices de familias rotas”, debilitaron “la justa autoridad de los padres en la educación de sus hijos” y como resultado “más pobreza y más marginación”. 

Giuliana aseguró que el “proceso ideológico pasó por nuestras narices porque la sociedad dejó todo en manos del estado”. Llamó a “salir a las calles… todos quienes defendemos los valores familiares”. 

“La sociedad civil no debe quedar sentada opinando en las redes sociales. Así no se activa cívicamente. El mundo se cambia trabajando en el mundo, con la mujer vulnerada, acogiendo a la mujer violada, al bebé producto de esa violación. No es quedarse sentado”. 

“Si bien, el 100% no puede activar en la calle en defensa de la familia y contra las leyes que buscan destruirla, tenemos que trabajar en el hogar para rechazar 100% la ideología. Eso se hace formando a los padres, por ser un derecho de educar a los hijos”.

Una sociedad que destruye a sus familias se destruye a sí misma. ¿Qué pasa cuando se presenta a los padres como seres fuera de moda, por los que incluso se siente compasión y no respeto, cuando no existe formación del carácter, en la madurez y en la voluntad?.

¿Qué pasa en una sociedad cuando el tener y el hacer son más importantes que el ser, cuando vivimos para las cosas, placer y gustos...? Una consecuencia inmediata de la pérdida de los valores, se ve en la pérdida de la felicidad. 

¿Cuántas veces vemos que los hijos ya no son más, una bendición para sus padres, sino un obstáculo para su propia realización, para el conseguir, el alcanzar y no consiguen esa felicidad que solo proviene de poner nuestro corazón en un proyecto de vida superior?.

Todos tenemos clara idea de lo que queremos para educar a los hijos en valores, pero ¿lo llevamos a la práctica? Importante es ser profesionales en nuestra tarea de educar, ya que nadie da lo que no tiene. ¡Hay que llegar al final, porque… el que no avanza, retrocede!.

Oración de los esposos: “Señor, Padre nuestro; gracias porque descubrimos la alegría del amor. Por eso, en medio de tantos odios y guerras, de indiferencias y egoísmos, creemos que con amor todo es posible.

Porque creemos en Ti, que eres Amor. Nos sentimos seguros, no por nuestras fuerzas, sino porque Tú estás con nosotros. Te ofrecemos la decisión de ser fieles al amor, con sus exigencias y compromisos. (P. Alfonso Milagro).

“Para que la familia logre la Plenitud de su vida y misión, hace falta un clima de buena comunicación; unión de propósitos entre los cónyuges y una cuidadosa educación de los hijos” (GS, 52). ¡Así sea

2 comentarios:

  1. La plenitud de la Familia se va alcanzando mediante la conservación de valores en el Hogar y por sobre haciendo crecer siempre el amor en el Matrimonio mediante nuestra entrega sin medidas al servicio del Señor. Seremos retribuidos siempre con la gracia en la Familia y así ser testigos en la Sociedad.

    Saludos y abrazo fraterno profe.

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