domingo, 27 de junio de 2021

NO IMPORTA LO QUE DIGAN´..

 ¡Importa sí, que lo que digan, no sea verdad!

Es sabido que no siempre se habla con la verdad sobre el prójimo. Menos todavía, comportarse, conforme con lo que se piensa. Se lee en Eclo 20-26: “La mentira es un defecto infame en el hombre.

Dice el P. Antonio Rivero: Este mandamiento está vigente, aunque se diga: “Hoy ya no es posible vivir sin mentira, no es posible hacer política y negocios sin mentir” No dirás falso testimonio ni Mentirás” Está prohibido falsear la verdad en el trato con los otros.

El octavo mandamiento salvaguarda el honor y la fama. Calumniar es un puñal con distintos tipos de hoja, pero el mango siempre es el mismo: la mentiraCristo dio testimonio de la verdad. “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida (Jn 14, 6).

También mentimos cuando decimos amar a Dios, y sólo nos amamos a nosotros mismos. Mentimos cuando justificamos nuestros pequeños o grandes robos.

La mentira es en sí misma, mala, es decir, no es mala porque alguien la prohíba. Y lo que es malo, no puede producir nada bueno. En realidad, quien  miente se daña a sí mismo, a los demás y lo peor, desfigura la imagen de Dios en su alma.

Nadie puede hacerte inferior sin tu consentimiento. Muchas veces damos demasiada importancia a lo que los demás dicen de nosotros. Una queja, una crítica, unas palabras, pueden hacer mucho más daño que una bofetada” (Eleanor Roosevelt) 

No se puede evitar las calumnias. Luego, nada importa lo que “digan”. , depende de cada uno, hacer caso a “lo que dicen”, y permitir que nos hagan sentir mal. Porque, “Nadie tiene poder de hacerte sentir mal sin tu consentimiento”. 

Es vital entender que ese poder está en nosotros, ya que no todas las críticas son ciertas. Mucha gente habla sin conocer a quien critica. Otros hablan con el único fin de dañar. ¡Dejar que esas críticas nos hagan mal, es aceptar que no nos queremos!

Dejar que las mentiras nos desgarren, es dar a gente falsa y embustera, poder ilegítimo.

San Bernardo decía: la lengua es aguda lanza; con un solo golpe atraviesa a tres personas: a la que habla, a la que escucha y a la tercera de quien se habla. ¡Cuánto destrozo causamos con la lengua, si usamos para el mal! 

“Muchos murieron al filo de la espada; pero no tantos como por culpa de la lengua”. “El mentiroso mancha su alma, y es detestado por el vecindario. (Eclo 28-22). Así, serán más los que se condenen por causa de la lengua, que el de aquellos que mueran en la guerra.

Es grave porque pisotea a la caridad. Un proverbio alemán dice: “El burro se delata por sus orejas; el imbécil, por sus palabras”El corazón humano es joya que tiene por puerta hablar; Unos sacan bondad, amor, verdad, sabiduría; otros maldad, veneno, mentiras.

Este mandamiento es para todos, pero especialmente para quienes están en los medios de comunicación social, en el campo político; gobernantes o candidatos que se postulan para algún cargo público.   ¡No deben manipular ni mentir!

Todos pecaron y están lejos de la gloria de Dios. Pero, Dios, por su gracia, gratuitamente, los hace justos, mediante la redención que realizó Cristo Jesús” (Romanos 3:23-24) 

Si nos decimos cristianos y Cristo es la Verdad… ¡anivena ñande japu lo'mitâ!

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