El proverbio “dime con quién andas y te diré quién eres”, es real. Procuramos las buenas compañías y evitamos las menos aconsejables. Pero, siempre encontraremos satisfechos y resentidos. Así muchos pobres odian a los ricos, aunque estos ningún mal les hicieron.
Sabemos que las buenas relaciones humanas no dependen de la suerte, sino del correcto uso de nuestra manera de pensar y actuar. Cuando varón y mujer aprenden a expresar con amor y honestidad sus pensamientos y sentimientos…se aceptan, dando un gran paso.
El varón no es más inteligente que la mujer, ni la mujer más que el varón. Los test’s de inteligencia aplicados a ambos sexos, en diferentes edades, dicen que el varón como la mujer son inteligentes, pero de inteligencia diferente..
La inteligencia del varón y de la mujer, se complementan; el varón mira más el todo, lo mientras que la mujer cuida más los detalles. El varón, de raciocinio lógico, es más realista; la mujer es más favorecida por la sensibilidad intuitiva, por la creatividad.
Varón y mujer se complementan intelectual, afectiva, sexual, social, religiosamente. Dios no colocó al varón por encima de la mujer ni a esta, encima del varón; los colocó uno al lado del otro, para dialogar y caminar juntos, de manos dadas por el camino de la vida.
Quiso que fuesen dos personas y un sólo corazón, dos vidas en un sólo amor. Por lo tanto la mujer encuentra su lugar correcto al lado del hombre, como compañera del hombre. No arriba ni debajo, sino al lado: lado a lado para complementarse mutuamente.
Varón y mujer son iguales en dignidad y grandeza. También son iguales en la naturaleza humana. En sus diferencias se complementan sabiamente. Lo importante es que gustemos de ser personas y esto es lo más importante de todo.
El varón se queja cuando sufre; la mujer sufre sin quejarse, lo que hace creer que ella no es tan frágil como parece. La misión de la mujer como esposa y madre es, sin duda, una de las más difíciles y espinosas del mundo; pero es también la más bonita.
Todos nacemos de una mujer, y por eso ellas generan héroes, patriotas, santos, de pequeños y grandes, de sabios e ignorantes, de humildes y orgullosos. Realizan un trabajo maravilloso que no siempre es reconocido.
En nuestra época millones de mujeres trabajan dentro y fuera del hogar. Muchas profesoras ejercen cuatro funciones: dueña de casa, esposa, madre y maestra. Con esto la mujer demuestra ser altamente capaz. Un escritor dice:
-
El varón tiene la supremacía, la mujer la preferencia. La supremacía representa
la fuerza; la preferencia representa el derecho.
-
El varón es fuerte por la razón, la mujer es invencible por las lágrimas. La
razón convence, las lágrimas conmueven.
-
El varón es capaz de todos los heroísmos, la mujer de todos los martirios. El
heroísmo ennoblece, el martirio engrandece.
-
El varón es el código, la mujer es el evangelio. El código corrige, el
evangelio perfecciona.
-
El varón es un templo, la mujer es un sagrario. Ante el templo nos descubrimos,
ante el sagrario nos arrodillamos.
- En fin el varón está colocado donde termina la tierra, y la mujer donde comienza el cielo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario