sábado, 12 de junio de 2021

LOS SACRAMENTOS

Cursillo Prebautimal, en Apretada síntesis.

 
Son signos visibles que hacen presente una realidad invisible”. Ejemplo: En el rito del bautismo, los signos visibles son el agua, las palabras, la vestidura blanca, el óleo, etc. La realidad invisible: el bautismo nos hace hijos Dios y herederos del Paraíso. 

El gran desafío es tumbar la idea que a Dios está sólo en el templo; Dios está en donde nos toca vivir y, por lo tanto, no se trata de vivir religiosamente ciertos momentos de la vida, sino de la vida entera. Celebramos en el templo lo que vivimos fuera del templo. 

Lo malo es que para muchos cristianos -dice Luis González-Carvajal- los sacramentos sólo ritos. Son religiosos más que cristianos, reciben el sacramento sin conocer su valor. ¿Qué responsabilidad tenemos, padres, padrinos y catequistas en este tema? 

¡Curioso! Mientras muchos cristianos rechazan los sacramentos, muchos no creyentes sienten la necesidad de inventarse algo que lo sustituya. 

Pablo Neruda cuenta en sus escritos cómo reaccionó ante la muerte de su amigo Alberto Rojas Giménez: Él y otro amigo, compraron dos grandes velas, tan altas como las de un hombre, y encendieron en el centro de la basílica Santa María del Mar, en Barcelona. 

Se sentaron en la Iglesia vacía, frente a las velas y dos botellas de vino, que recordaban el torrencial alcoholismo del difunto. “Pensemos que el rito silencioso, aunque no somos creyentes, nos acercaba de algún modo misterioso al amigo muerto”, dice Neruda. 

De entre todos los signos de Dios en el mundo, uno se destaca luminosamente: ¡JesúsJesús, el único que pudo decir de sí mismo: “El que me vio a mí vio al Padre” (Jn14-9)  Por eso se dice: “Cristo es sacramento de Dios”, y su Iglesia es sacramento de salvación. 

El Concilio de Trento definió que “los sacramentos son siete. Siete significa totalidad y son encuentros con Dios de modo sensible como agua, vela-luz, palabras, óleo, etc. Para muchos, tristemente dicen poco o nada…pero, hay que saber que: 

-Un sacramento tiene eficacia salvífica. El Concilio de Trento afirma: “Los sacramentos obran en virtud del propio rito, no por el rito en sí, sino porque es una promesa de Dios. 

-La eficacia de los sacramentos no depende de la santidad del ministro. Dios, que nunca abandona a los suyos, obra a través del rito, que su “inútil ministro” realice. 

-Los sacramentos obran “ex opere operato”, es decir, operan en sí y por sí mismos. Dios está presente en el encuentro. Una cita es eficaz si los afectados están presentes. De lo contrario se repite aquello de: “Vino a los suyos y estos no lo recibieron” (Jn, 1-11). 

-Los sacramentos son fuerza y valentía para una vida dedicada a seguir a Cristo. “Hay que completar en la propia vida lo que la celebración del sacramento inicia” Lo contrario sería como “liquidar la gracia”, darla al precio de propina, decía León Magno. 

-No es posible para el cristiano, caminar por este valle de lágrimas sin el auxilio de los sacramentos. El caos establecido hoy, se debe a la ausencia de vida sacramental. 

1. Bautismo. El cristiano nace dos veces (Jn 3, 3-6) Al decir: “Yo te bautizo en el nombre del Padre y del Hijo, y del Espíritu Santo”, somos sellados como hijos de Dios, es decir: “El sello significa la soberana propiedad de Dios sobre el bautizado”.

El bautismo de los niños -dice González-Carvajal- nos hizo perder de vista la magnitud del desgarramiento interior que suponía a muchos adultos tomar una decisión, ya que en la Iglesia de los primeros siglos, los catecúmenos se preparaban durante tres años. 

Vivir como cristiano es “una especie de guerra civil contra nuestros vicios interiores”. 

Sólo debe ser bautizado quien luego hará suyo y vivirá su este compromiso. Para ello se requiere que “haya esperanza que el niño va a ser educado en la fe”: si falta por completo esa esperanza, debe diferirse el bautismo. (Canon 868 D. Canónico). 

El bautizado es ungido sacerdote, profeta y rey. Durante su vida debe hacer crecer estos títulos y compromisos adquiridos, pues, tendrá que rendir cuenta ante el supremo tribunal de Cristo, en aquella hora terrible. ¡He aquí el grave compromiso de padres y padrinos!. 

2. Confirmación. Sacramento de madurez cristiana. El sacramento de la Confirmación es la investidura de una misión a favor de la Iglesia y del mundo. Debemos cuidar, fortalecer y nutrir esa vida, poderosa en sus raíces, pero, amenazada constantemente. 

Cristiano adulto es quien asume sus responsabilidades en el “campo de Dios” y toma parte activa en la edificación de su Reino. El bautizado vive una vida tensionada, porque en su interior lucha contra malos deseos, y en el exterior, contra el mundo y el demonio. 

La confirmación imprime en el alma, el carácter de soldado de Jesucristo, y le da fuerza para el combate, que como cristiano tiene que pelear. Por la efusión del Espíritu Santo, el creyente que aceptó la Confirmación, hace un altar en cualquier actividad de su vida. 

El Espíritu se manifiesta en el cristiano a través del testimonio activo y lo hace progresar hacia la Eucaristía, con las manos ricas en dones de alabanza. 

3. Eucaristía es Cristo con su alma, cuerpo sangre y divinidad. Es Acción de gracias, que dirigida a Dios, toma la forma de oración. Es la celebración del Sacramento instituido el Jueves Santo. ¿Para qué la Eucaristía? Sencillamente para vivir en presencia de Dios. Sin la Eucaristía, el cristiano es nadie y nada porque la Eucaristía es fuente y cima de toda la vida cristiana. 

Que Cristo en este Sacramento es gran dilema para muchos, porque no se conoce por los sentidos, sino por la fe. “Esto es mi cuerpo que será entregado por ustedes” (Lc 22, 19). Yo soy el pan de vida. Quien come de este pan permanece en mí y Yo en él” (Jn 6, 51). 

San Cirilo dice: “No te preguntes si esto es verdad, más bien acepta con fe las palabras del Señor, porque Él, que es la verdad, no miente”. 

Para recibir este sacramento, hay que cumplir el ayuno de una hora antes indicado por la Iglesia. Debe recibirse el Sagrado Cuerpo de Jesús sin pecado mortal, para no beber a propia condenación (1Cor11:29) ¿Somos capaces de depositar a Cristo en una cloaca?. 

4. Reconciliación. Penitencia en su sentido etimológico, significa: tener pena, arrepentirse. Cristo nos llama a la conversión y a la penitencia, pero no con obras exteriores, sino a la conversión del corazón, penitencia interior (Is. 1, 16-17) 

Cristo instituyó los sacramentos y se los confió a la Iglesia – fundada por Él – por lo tanto la Iglesia es la depositaria de este poder, ningún hombre por sí mismo, puede perdonar los pecados. El poder que Cristo otorgó a los apóstoles de perdonar los pecados, implica un acto judicial, pues el sacerdote actúa como juez, imponiendo una sentencia y un castigo. 

La paz con vosotros. Como el Padre me envío, también yo, les envío. Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: Reciban al Espíritu Santo. A quienes perdonen los pecados, les serán perdonados; a quienes se los retengan, les quedan retenidos (Jn. 20, 21-23) 

Requisitos para la confesión: Examen de Conciencia; Dolor delos pecados; Propósito de enmienda; Cumplir la penitencia; Confesar todos los pecados.                   

5. Unción de los enfermos. La unción de los enfermos es el sacramento que le da fuerza, ánimo y consuelo a una persona enferma y la prepara para una buena muerte.           

Esta preocupación del Señor por los enfermos, se la comunica a sus discípulos. Jesús, en dos momentos del Evangelio, les dice lo que debían hacer con los enfermos:  y ungiendo con óleo a muchos enfermos, los curaban (Mc, 6, 13), 

El apóstol Santiago dice: ¿Alguno entre ustedes está enfermo? Llame a los presbíteros de la Iglesia, y oren sobre él, ungiéndole con óleo en el nombre del Señor (…) y el Señor le levantará y los pecados que hubiere cometido le serán perdonados” (St, 5 14-15). 

6. Orden sagrado, es el sacramento, administrado por el obispo, que otorga los tres grados del ministerio jerárquico de la Iglesia, es decir, que consagra a los obispos, a los sacerdotes y a los diáconos. Se llama también Orden Sacerdotal. 

A los apóstoles, Jesús: Les asignó la misión de predicar el Evangelio y hacer discípulos a todos los pueblos. Les dio autoridad sobre la comunidad, pero una autoridad que será siempre de servicio y de entrega. 

-Significado de la palabra ministerio. Ministerio proviene de la palabra ministerium, que significa servicio. Son los que se reciben el sacramento del Orden Sacerdotal. Algunos cargos que ejercen los curas: Párroco. Vicario Parroquial, Capellán, Canciller..etc. 

7. Matrimonio. La unión conyugal tiene su origen en Dios, quien al crear al hombre lo hizo una persona que necesita abrirse a los demás y estar en compañía. “No es bueno que el hombre esté solo, hagámosle una compañera semejante a él” (Gen. 2, 18). 

Dios creó al hombre y a la mujer a su imagen, hombre y mujer los creó, y los bendijo diciéndoles: procread, y multiplicaos, y llenad la tierra y sometedla.(Gen. 1, 27- 28). 

Desde el principio, cuando Dios crea a la primera pareja, la unión entre ambos se convierte en una institución natural, con un vínculo permanente y unidad total (Mt. 19,6). 

Por lo que no puede ser cambiada en sus fines y en sus características, ya que de hacerlo se iría contra la propia naturaleza del hombre. El matrimonio no es, por tanto, efecto de la casualidad o consecuencia de instintos naturales inconscientes. 

El matrimonio es la alianza por la cual, -el hombre y la mujer- se unen libremente para toda la vida con el fin de ayudarse mutuamente, procrear y educar a los hijos. Y estando bendecida por Dios, hace que el vínculo conyugal sea para toda la vida. 

Al dar el Sí quiero libremente, los esposos quedan sellado por Dios. El matrimonio celebrado, no puede ser disuelto. “Y los dos serán una sola carne; así, ya no son dos, sino una sola carne. Lo que Dios ha unido, ningún hombre lo separe” (Mc. 10, 8- 9). ¡Feliz día sea con todos...hoy y siempre!

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