martes, 23 de septiembre de 2014

LEY 5074/13

¿Inminente saqueo a la vista?

Desde siempre ha habido políticos quienes nos han demostrado con dolorosos malos ejemplos que el agresivo, el “letradito criollo”, el mbaretécho y el creerse superpoderoso, son reglas maestras del éxito en la actividad política. Dicho de otra manera, que “buen político” es sinónimo de hábil camandulero. Aterrizo la idea en los siguientes puntos:

. La Ley 5074/13 faculta al Ejecutivo, disponer del dinero de las cajas jubilatorias y de las reservas internacionales, para solventar proyectos de infraestructura. (El Ministerio de Hacienda del actual gobierno remitió un informe técnico, que no consideraba recomendable usar los recursos del ahorro previsional en la financiación de las obras públicas porque “generaría un elevado riesgo” sobre la seguridad y el retorno de dichos recursos).

. El economista Saguier Blanco advirtió que meter un manotazo a las reservas o a los fondos jubilatorios, como se hizo en otros países, no es lo mejor. “Vemos por experiencia ajena que tras haber manoteado dichos recursos para fines clientelistas, políticos y otros oscuros intereses no tuvieron buen resultado”. ….

. ¿Quién puede válidamente asegurarnos que los fondos jubilatorios no será igual aventura coma la ocurrida durante el “alegre” gobierno de Wasmosy?: el IPS otorgó préstamos a 17 empresas privadas por valor cercano a los 46 millones de dólares, de los cuales recuperó apenas unos 18 millones de dólares. ¿Qué negocio es ese?

. ¿Por qué la Ley de Alianza Público-Privada no se encarga de la ejecución de obras de infraestructuras?.

Por consiguiente y con razón, el temor de los jubilados y pensionados – dice muy acertadamente Alcibíades González Delvalle (ABC 21.09.14) - está sustentado en varios hechos, algunos de los cuales fueron repudiados por la opinión pública, como el dinero del Banco Nacional de Fomento que fue a parar a los bolsillos de los transportistas, nunca devueltos. También el dinero del IPS, “prestado” a varios empresarios que, para no pagar su deuda, se declararon “en quiebra” y dejaron a la Institución unos clavos descomunales.

Si hoy el IPS se encuentra en “terapia intensiva”, sin insumos ni medicamentos, ¿Cómo es posible creer en la gestión de los políticos si la corrupción, que desde siempre padece nuestro país, hace que desconfiemos de la buena utilización del dinero público. ¿Quién garantiza al jubilado, en el ocaso de sus vidas, ancianos y enfermos, no sean despojados del único paño de lágrimas - su jubilación, producto de una vida de trabajo y de ahorro?.

Así las cosas, los titulares de poderes administrativos y políticos, sobre todo, aquellos que respiran “cristiandad” por todos los poros, recuerden lo afirmado por San Pablo: “No es que queramos imponerles a ustedes lo que tienen que creer…..lo que queremos es colaborar con ustedes para que tengan alegría” (2ª Cor. 1, 24).

Enseñaba Santo Tomas: Gobernar no significa hacer las cosas, sino ordenar las cosas que deben hacerse, bien”  El poder político no es el fin de la política, sino su simple instrumento de conducción, promoción y control, según Secundino Núñez. Ojalá, un día, algún político honesto y equilibrado nos devuelva la fe en la patria.

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