jueves, 9 de septiembre de 2010

EL HOMBRE-MASA Y EL "PASOTA"

Opinión

El hombre-masa y el "pasota" comparten morada. Ambos engendran al "hombre absurdo": componente de la actual fauna posmoderna. Pasota: "Que muestra desinterés por lo establecido" Diccionario Larousse.
La actitud indolente del pasota es totalmente contraria al hombre que intenta alcanzar un mundo "utópico", más justo y más humano, por medio de su esfuerzo y respeto a las reglas de convivencia humana. El pasota busca vivir en extremo relax, indiferente a todo y a todos.
Según Ortega y Gasset, algunas características del pasota son: incomprensión de los criterios de valor, desprecio por el sentido de las acciones, resistencia a comprometerse en actividades de realización personal y del bien común, rechazo de normas y doctrinas estables, cultivo de sensaciones placenteras.......
El hombre-masa es el hombre cuya vida carece de proyecto y va a la deriva. Entonces nada construye, aun cuando sus posibilidades sean grandes. Y este tipo de hombre habita en nuestro tiempo. ¿Cuál será la causa? .....
El vertiginoso ritmo a que es "condenado" el hombre actual, ¿podría ser una de las causas? El hombre fue instruido para manipular elementos técnicos, pero no se lo formó de manera integral.
"Se le ha otorgado muchas cosas para vivir intensamente, pero no se le enseñó a tener sensibilidad para sus deberes y responsabilidades; se le ha inyectado violentamente el orgullo y poder de la tecnología, pero no el cultivo de su espíritu".
Por eso le asquea lo que huela a espiritual y se predispone a tomar el mando del mundo como si éste, no tuviera reglas a las cuales adecuarse.
Así las cosas, el hombre-masa y su "compadre" el pasota, toman al progreso como un atributo y estado de bienestar que hay que defender, pero son tardos, tardísimos para cumplir las exigencias y obligaciones que impone una sociedad.
Comprobamos con desasosiego y angustia cómo nuestras ciudades se vuelven "tierra de nadie" al caer la noche y así los fines de semana.
Las calles son controladas con total impunidad por todo aquel que desee convertirlas en violentas, sangrientas y eróticas "Sodoma y Gomorra".
Es momento culmen de todo tipo de tropelías al cual tienen libertad cualquiera que tenga ganas de delinquir en cualesquiera de sus formas: Borrachos/as, desnudos/as, conducen vehículos sin chapas ni luces en alocadas carreras, con potentes equipos de sonido elevados al máximo volumen; el colmo se evidencia cuando motociclistas se "convidan" botella de cerveza en plena circulación... otros exhiben armas....
¡Atila y los vikingos deben estar revolcándose de envidia!... Por obra y gracia de nuestro insuperable e irredimible salvajismo urbano. ¿Tiene proyecto de vida alguien que así obra?
Los hombres honestos y trabajadores conquistaron logros mediante sus esfuerzos y entrega a la comunidad. El hombre-masa recibe pasivamente los frutos de aquellos.
El hombre vulgar solo se esfuerza en resolver sus problemas inmediatos, pero carece de ojos para ver las necesidades del "otro", y nada digamos si es para abordar alguna acción benéfica. Llamamos "masa" a este modo de ser hombre, no por ser multitudinario, sino, porque es inerte.
Este tipo de hombre medio no se cree sobresaliente, pues sabe que no lo es, pero impone sus opiniones "vulgares" como un derecho, sin preocuparse de ajustarlas a los criterios de la verdad. Y alguien así es intelectualmente bárbaro.
Una persona no puede ser considerada culta aunque posea habilidad para hablar, si no ajusta sus pensamientos a la verdad y todavía, se "emperra" por vencer sin convencer, imponiendo sus opiniones por la fuerza del poder, o del voto manipulado.
El hombre-masa, opaco espiritualmente, da toda razón a sus propios actos; las masas actúan despóticamente, no aceptan al adversario, son tajantes e intolerantes en sus juicios, sabihondos en sus decisiones y crueles en sus sentencias.
Pero se rinden dóciles a "campanitas" que suenan dulces a sus gustos, oídos, a sus estados de ánimos y a sus apetencias de poder, dando rienda suelta a su voraz hambre de alabanzas como a su voluntad de dominar todo y a todos por la vía rápida del mbareté.
El demagogo moviliza las masa fácilmente porque les habla en su lenguaje, les dominan con un arma que ellas están ansiosas de conocer y de usar. En la masa todo el mundo debe pensar y actuar igual.
Nadie debe sobresalir. Todos se nivelan en la mediocridad. Esta imposición coactiva, incualificada da lugar al "brutal imperio de las masas" - dice Alfonso López Q, -
La masa arrolla todo lo diferente, lo que sea ilustre y lo que demande esfuerzo individual calificado o selecto. Quien no sea como todo el mundo, quien no piense como todo el mundo corre peligro de ser eliminado.
Abogo porque este comentario no se compadezca con nuestra realidad, pero si así fuera, sugiero contrarrestar este dinamismo destructivo, con la "revolución personal" propuesta por Emmanuel Mounier; ésta nace en el instante de una toma de conciencia revolucionaria, de una rebelión dirigida contra uno mismo, sobre la participación o la propia complacencia en el desorden establecido, en la rapiña, coima y en todo tipo de pecado, individual y social.
En términos bíblicos: "Que retire primero la viga de mis ojos, para poder ver la paja en el ojo ajeno"
El ser humano es un privilegio en el mundo en virtud de la dignidad que le viene de lo Alto. Por consiguiente, hagamos uso de tan encumbrado status y esforcémonos por vivir esta corta vida con sabrosa armonía.
| Miércoles 11 Noviembre 2009 | 16:11Hs.

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