Según "El Personalismo Comunitario"
Dice Xose´Manuel Domínguez Prieto:
En la relación con las demás personas y con el mundo que está dentro y fuera de nosotros, nos relacionamos con nosotros mismos. Salir al encuentro es constitutivamente necesario para encontrarnos a nosotros mismos, porque no existe un "Yo" sin un "Tú". Esta realidad se radicaliza en la Iglesia que es comunión (común-unión), implica igualdad, misión propia, libertad en unidad, pluralidad y generosidad para con los "otros".
Para hacer vida lo antemencionado, es necesario notar la diferencia existente entre Individuo y Persona, según la concepción del Personalismo Comunitario.
Denominamos Individuo a la "dispersión de la persona en la superficie de su vida y a la complacencia de perderse en ella" El individuo es dispersión, disolución de la persona en la materia, en la acción, pérdida en lo múltiple e impersonal. ¿Cómo es esto? Hombre anónimo, sin vocación, sin sentido, sin horizonte, sin familia, sin vínculos personales.
Hombre anónimo, sin vocación, sin sentido, sin horizonte, sin familia, sin vínculos personales. Se repliega sobre sí, narcisista. Su actitud básica es la de poseer, reivindicar y acaparar. En las cosas pone su seguridad. El individuo se pierde en sus roles, en los personajes que representa. Pero sobre todo, el Individuo, separado de todos y de todo, opta por la solución en la soledad.
Hombre anónimo, sin vocación, sin sentido, sin horizonte, sin familia, sin vínculos personales. Se repliega sobre sí, narcisista. Su actitud básica es la de poseer, reivindicar y acaparar. En las cosas pone su seguridad. El individuo se pierde en sus roles, en los personajes que representa. Pero sobre todo, el Individuo, separado de todos y de todo, opta por la solución en la soledad.
Por ello rechaza todo compromiso con aquello que no suponga beneficio. Por tanto, su propio estilo de vida es antitético a la donación gratuita de sí mismo. Sólo es capaz de afirmarse a sí excluyendo al "otro" como persona. El individuo es entonces, el que se inmuniza frente al otro, el que rechaza todo compromiso con lo que no sea su estricto interés.
Persona, por el contrario es, señorío y elección, es generosidad, superación y desprendimiento. Frente a la dispersión del individuo, la persona es dominio de sí, unidad de vida y disponibilidad. El primer deber de la persona no es salvar su vida, sino comprometerla con los otros, donarla a otros.
La Persona, por lo tanto, está naturalmente abierta a la comunidad, que es su "lugar natural". Ser persona supone ser generadora de comunidad, ser foco de luz, pues la persona no <se encuentra sino dándose>, mediante un doble dinamismo de acogida y donación. En ello radica su riqueza, pues piensa así:<Solamente nos encontramos al "perdernos" en y con los otros; sólo poseemos lo que amamos. Sólo se posee lo que se da>Luego concluimos que "YO" más "TÚ" es igual a Nosotros. Se constituye una apertura hacia un "tercero" El nosotros no es solo dual Yo más Tú, sino tríplice.
(*) Goyo Cataldi Viedma es escritor y docente, miembro de la Centro de Escritores del Alto Paraná (CEAP). Recientemente publicó el libro "Antropología Social y Cultural".
Miércoles 05 Diciembre 2007 | 20:12Hs.
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