Reflexión
Democracia es un cacareado término, hiper-prostituido, por ignorantes como por pedantes intelectualoides que pueblan nuestra galería, compitiendo afanosamente en pos del báculo de la mediocridad para nivelarse en ella - Nicholas Murray Butler. ¿Comprendemos todos cabalmente la dimensión real y el bello significado de democracia?
Así las cosas: ¿Cómo es que todavía se oye decir hasta el hartazgo que la democracia no funciona, que ha traído crímenes, robos, inseguridad, deterioro de las relaciones interpersonales, decadencia de los niveles morales en la sociedad... que antes era mejor y demás faraónicos disparates?
Y aún, no pocos individuos, producto del pensamiento débil y malsano, de nostálgicos beneficiados directos o indirectos de la peor época de este liliputiense Paraguay, insultando la inteligencia, ladran sin pudor: "En época de Stroessner ¡vivíamos mejor, comíamos mejor, dormíamos tranquilos... es decir, ¡éramos felices y no lo sabíamos!
El 2010 se vislumbra de vuelta como otro año odiosamente político partidario. La encarnizada batalla tomará carrera. En ella, políticos de todos los pelajes nos prometerán la felicidad nunca alcanzada, salud y educación para todos (desgastados caballitos de batalla) utopía ayer, por fin hoy, realidad. Ya no más niños en la calle. La justicia será justa. Las calles, plazas y patios baldíos de la ciudad, ya no serán malolientes chiqueros urbanos.
Los conductores de motos y demás vehículos respetaremos las reglas de tránsito y los agentes abandonarán el culto a la coima. El Ministerio Público elevará, por fin, su malísima gestión y los jueces ya no dictarán angelicalmente medidas sustitutivas a irredimibles ladrones y asesinos con siete o más entradas a la cárcel. En fin, el derecho será más humano y menos romano. El paraíso edénico esta vez, se instalará definitivamente en nuestro país.
"Ya no veremos figuras totalmente carcomidas por el vertiginoso deterioro de su conducta, ya no habrá candidatos a pretores y futuros subyugadores de la "plebe-juan-pueblo" (ídolos de las plazas y cuantos palcos y micrófonos aparezcan aquí y allá) No nos hablarán cautivadoramente con liviandad. Nos hablarán de valores como el bien común, la solidaridad y la democracia. No más encendidos discursos histriónicos, vacíos de contenido"
Es importante, sin embargo, no olvidar que unos mismos individuos componen la chusma y el pueblo. Cuando domina pasiones bestiales como la indecencia, el no respeto, la violencia alcoholizada y otras lindezas tan propias de nuestro arraigado estilo político-partidario; estos individuos son la "chusma o gentuza". Pero cuando los sentimientos saludables, respetuosos y festivos son los que guían el acto cívico partidario, los individuos se volverán "ciudadanos".
Así, la "falsa democracia" o democracia formal, es una aristocracia de malvados, al decir de lord Byrón. No es descabellado compararla con la nuestra. Mazzini definió la "verdadera democracia" como: "El progreso de todos, con la ayuda de todos, bajo la dirección de los mejores y más cuerdos"
Esta definición debe desmenuzarse en un debate maduro, sereno y con altura para formar honesta conciencia en nuestros conciudadanos, quienes mucho esperan de gente honrada y cultivada. Recordemos que los romanos sometieron a todos sus enemigos, menos a sus propios vicios. ¿En gran porcentaje ¿No nos parecemos a ellos los paraguayos?
La verdadera democracia, que busca "el progreso de todos, con la ayuda de todos, bajo la dirección de los mejores y más cuerdos" grita: "Que cada cual suba hasta donde pueda llevarlo su capacidad, estudio y dedicación de servir y hacer progresos"
Nuestro Parlamento - ha dicho alguien - siempre ha sido un congreso de embajadores que representan intereses de sus partidos, muchas veces con criterios distintos y hostiles. No todos entienden que el parlamento es una asamblea deliberante de una sola Nación, con un solo interés, que es la totalidad del Paraguay.
Nosotros elegimos un miembro, es verdad, pero una vez electo ese miembro, responde 1º) a su grupo o padrino y 2º) a su partido y si hay tiempo, lugar y ganas, al elector, es decir, al país.
De donde se sigue que para este grupo de brutos, el Paraguay, a quien dicen amar y servir, NADA, ABSOLUTAMENTE NADA LES IMPORTA. Por ello, nuestras "honorables" cámaras siguen siendo las camarillas de la vergüenza.
Honestamente estimado/a, lector/a, ¿se siente usted representado por algunos de estos ejemplares, muchos de ellos esclavos de sus amos a quien debe el cargo?
Es bueno abrir los ojos y oídos para sacudirnos de cualquier político servil y adulador, engañadores caza votos, que inundarán nuestra maloliente sociedad (política partidaria). Observemos las conductas de candidatos que se elevan por su buena conducta a estaturas de virilidad política, quienes no obedecen ciegamente órdenes, sino más bien, ofrecen proyectos realizables. Evitemos a los débiles mentales y aduladores incompetentes.
Anhelo un gobierno democrático donde: Concejales, diputados, senadores y demás "marajhas" que no sólo se limiten a "explicar" su elevada remuneración mensual legal, pero inmoral (habida cuenta que su "trabajo y productividad" son despiadadamente desproporcionados con el abultado dinero que les pagamos), recorriendo los abandonados barrios para, al menos, enterarse de sus muchos y graves problemas y proponer soluciones. Es obligación hacerlo, no un favor.
En fin, deseo que nuestros políticos de todos los signos, sean apreciados y respetados, y no odiados como lo son hoy, muchos, con sobrada razón. Que sus campañas no se sustenten en denigrar las miserias de la vida intima y familiar de sus oponentes, para después fundirse en un abrazo viborezno como nos tienen acostumbrados nuestros políticos.
¡¡Cómo nos cuesta advertir que hasta los repugnantes buitres vomitan a los malos políticos!!
Hay algunos buenos políticos, aliémonos a ellos sin importar su "color". Ser colorado o liberal o es un "accidente" de la sustancia, un dato menor. Lo importante es la persona ¡Apostemos por la sustancia y no a la viruta, como hasta ahora hemos venido haciendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario