lunes, 21 de marzo de 2016

UNIDAD EN EL DISENSO…

TOLERAR  OPINIONES  DE  LOS  DEMÁS

No es tarea fácil, entender al otro y respetar sus puntos de vista cuando estamos en desacuerdo con su opinión. La propuesta que nos hacen los especialistas es que, hagamos lo posible para comprender los diferentes puntos de vista, antes que intentar cambiar la opinión de los demás.

“Hemos de tener en cuenta que la opinión ajena podría deberse las personas proceden de  lugares diferentes, crecieron con otro tipo de personas y piensan como lo hacen debido a su cultura, religión o creencias generales heredadas de sus padres o su entorno social”….

También dicen: “Nunca digas que la otra persona está equivocada basándote en tus ideas. Tus ideas pueden ser tan correctas como las suyas. Por ejemplo, como cristiano, crees que tu pensamiento está bien y el de los otros no. Al final puede que los dos estén de acuerdo….

Por consiguiente, buscar una manera para aprender de las opiniones de los demás y educarse a sí mismo para meditar sobre si nuestras ideas son correctas, es una estrategia válida.

Cuando alguien diga algo incorrecto, sé paciente y, en lugar de imponer tu idea, responde con argumentos razonables sobre por qué está equivocado. Por ejemplo, una persona que no gana dinero de una manera ética, o no tenga un trabajo decente, puede justificarse por ser pobre, pero puedes darle motivos por hacerlo entender que se equivoca. Confronta a una persona que roba preguntándole “cómo se sentiría si le robasen”.

Recuerda que, “los divorcios, pérdidas de trabajo, rotura de amistades y otras circunstancias similares ocurren, muchas veces, como consecuencia de no saber escuchar y estar demasiado concentrado en tus opiniones.

Si otra persona no es reciproca con tu amabilidad o trata de cambiar tus opiniones, defiende tu punto de vista con respeto, indicando que tú lo respetas en cuanto persona. Si insiste en hacer que su opinión sea un hecho y te trate de una manera poco respetuosa, aléjate y deja que pase el tiempo para que se relaje. Si persiste en hacer lo mismo, lo mejor es que lo evites.

Si no puedes evitar a esa persona porque es un compañero de trabajo, defiende tus derechos, pero no seas tan inmaduro como él. Si los dos deciden finalizar una discusión de manera respetuosa, evita sacar el tema en futuras conversaciones.  

Reflexiona, ¿Estás teniendo éxito tu manera de pensar; o es tu manera de pensar la que está opacando el éxito en tu vida? Si es lo segundo, considera buscar a personas con otras opiniones para que te ayuden. (Fuente: es.wikihow.com).

En este marco no se puede aplicar el valor de la tolerancia pues eso implicaría atentar contra el derecho a la verdad, al bien y a la libertad. Tolerar no significa permitir el mal.

Hoy aquellos que reivindican la verdad sobre la inviolabilidad de la vida, desde la concepción hasta su término natural, de la familia fundada en un matrimonio de por vida entre un hombre y una mujer, sobre la libertad religiosa o sobre el derecho de los padres a la educación de sus hijos según sus convicciones, son estigmatizados como “intolerantes” y se les exige respeto. (Jorge Enrique Mújica, L.C.)

La tolerancia hacia las personas es algo lícito y conveniente, no así la aprobación del mal moral o del error: estos permanecerán siempre como reprobables. En este caso, la Tolerancia sería cómplice (vicio) de de un ilícito. No una virtud. 

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