TOLERAR OPINIONES DE
LOS DEMÁS
No es tarea fácil, entender al otro y
respetar sus puntos de vista cuando estamos en desacuerdo con su opinión. La
propuesta que nos hacen los especialistas es que, hagamos lo posible para comprender los diferentes puntos de vista, antes que intentar cambiar la opinión de los demás.
“Hemos de tener
en cuenta que la opinión ajena podría deberse las personas proceden de lugares diferentes, crecieron con otro tipo
de personas y piensan como lo hacen debido a su cultura, religión o creencias
generales heredadas de sus padres o su entorno social”….
También dicen: “Nunca digas que la otra persona está equivocada basándote
en tus ideas. Tus ideas pueden ser tan correctas como las suyas. Por
ejemplo, como cristiano, crees que tu pensamiento está bien y el de los otros
no. Al final puede que los dos estén de acuerdo….
Por consiguiente, buscar una manera para aprender de las opiniones de los
demás y educarse a sí mismo para meditar sobre si nuestras ideas son correctas,
es una estrategia válida.
Cuando alguien diga
algo incorrecto, sé paciente y, en lugar de imponer tu idea, responde con
argumentos razonables sobre por qué está equivocado. Por ejemplo, una persona
que no gana dinero de una manera ética, o no tenga un trabajo decente, puede
justificarse por ser pobre, pero puedes darle motivos por hacerlo entender que
se equivoca. Confronta a una persona que roba preguntándole “cómo se sentiría
si le robasen”.
Recuerda que, “los divorcios, pérdidas de trabajo, rotura de amistades y
otras circunstancias similares ocurren, muchas veces, como consecuencia de no
saber escuchar y estar demasiado concentrado en tus opiniones.
Si otra persona no es reciproca con tu amabilidad o
trata de cambiar tus opiniones, defiende tu punto de vista con respeto,
indicando que tú lo respetas en cuanto persona. Si
insiste en hacer que su opinión sea un hecho y te trate de una manera poco
respetuosa, aléjate y deja que pase el tiempo para que se relaje. Si persiste
en hacer lo mismo, lo mejor es que lo evites.
Si no puedes evitar a esa persona
porque es un compañero de trabajo, defiende tus derechos, pero no seas tan
inmaduro como él. Si los dos
deciden finalizar una discusión de manera respetuosa, evita sacar el tema en
futuras conversaciones.
Reflexiona, ¿Estás teniendo éxito tu manera de pensar; o es tu manera de
pensar la que está opacando el éxito en tu vida? Si es lo segundo, considera
buscar a personas con otras opiniones para que te ayuden. (Fuente:
es.wikihow.com).
En este marco no se puede aplicar el
valor de la tolerancia pues eso implicaría atentar contra el derecho a la
verdad, al bien y a la libertad. Tolerar
no significa permitir el mal.
Hoy aquellos que reivindican la verdad
sobre la inviolabilidad de la vida, desde la concepción hasta su término
natural, de la familia fundada en un matrimonio de por vida entre un hombre y
una mujer, sobre la libertad religiosa o sobre el derecho de los padres a la
educación de sus hijos según sus convicciones, son estigmatizados como
“intolerantes” y se les exige respeto.
(Jorge
Enrique Mújica, L.C.)
La tolerancia hacia las
personas es algo lícito y conveniente, no
así la aprobación del mal moral o del error: estos permanecerán siempre como
reprobables. En este caso, la
Tolerancia sería cómplice (vicio) de de un ilícito. No una virtud.
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