¿O "JURAMENTO HIPÓCRITA"?
Cualquier persona medianamente instruida
sabe, algo al menos, sobre el Juramento Hipocrático: “Compromiso ético y
profesional del ejercicio médico”. Hipócrates, llamado el padre de la medicina,
tenía como precepto médico la famosa frase de su autoría “Que tu
alimento sea tu medicina y que tu medicina sea tu alimento”, que - en general, dígase de paso, al
parecer– hoy ya no rige.
También dijo: “Natura morborum medicatrix” (la naturaleza cura las enfermedades).
Se lo consideró como la máxima autoridad durante siglos. La medicina del genial
Hipócrates, propiciaba la utilización de los agentes naturales, como la
alimentación, el agua, el ayuno, los ejercicios, etc… sus ideas no han dejado de tener
validez, a pesar de los años.
Parte del juramento dice: “Juro cumplir (… ) el siguiente juramento: “Estimaré como a
mis padres a aquél que me enseñó este arte, haré vida común con él, y si es
necesario partiré con él mis bienes (…) Aplicaré los regímenes en bien de los
enfermos y nunca para mal de nadie. No daré a nadie por complacencia un remedio
mortal o un consejo que lo induzca a su pérdida. Tampoco daré a una mujer un
pesario que pueda dañar la vida de un feto (…)
En cualquier
casa que entre haré el bien a los enfermos, evitando todo daño voluntario y
toda corrupción, absteniéndome del placer del amor con las mujeres y los
hombres…Todo lo que viere u oyere en el ejercicio de la profesión y que no deba
divulgarse, lo conservaré como secreto…Si cumplo íntegramente este juramento,
que pueda gozar dichosamente de mi vida y disfrutar perenne gloria entre los
hombres. Si lo quebranto, que me suceda lo contrario”.
Ciertamente, hay médicos honorables,
capaces que cumplen con el juramento hipocrático, sin embargo cada día está más
presente en los hospitales públicos y centros privados la falta de humanidad de
muchos médicos, que llegan al extremo de indicar procedimientos a pacientes sin
necesidad, con el agravante de que la gente de escasos recursos no tiene
capacidad para discernir, ni la posibilidad de tener una segunda opinión. (Queja
de un oyente al Programa radial “Sembrando Valores” 101.3 FM).
Es penoso que un gremio médico diga que
no acepta sanciones, antes que dejar que se haga una investigación que
determine responsabilidades, en caso de
probable mala praxis. También es cierto que muchos de nuestros centros carecen
de las más elementales condiciones para tratar a un enfermo, pero es verdad
también que las medicinas en los hospitales no roban los pacientes. Hay que revisar el sistema de salud de arriba
abajo, y deponer malas actitudes si queremos
un mejor país, para borrar del imaginario colectivo aquel refrán: “entre
bomberos no se pisan la manguera”.
Un caso: “Cuestionado profesor de
Medicina atropella a estudiante: Un grupo de estudiantes de la Facultad de
Medicina de la Universidad Nacional de Asunción fue a manifestarse frente a la
casa del cuestionado Juan Gustavo Rodríguez Andersen, director, de Investigaciones de la
Facultad, para exigirle su renuncia. Cuando este se percató de lo que
intentaban hacer los jóvenes se dio a la fuga y atropelló a uno de los
estudiantes”. (Últimahora.com 24.10.15).
Otro caso: “Sin
asistir a clases ni rendir examen recibieron títulos de especialización. Una sorpresa
mayúscula se llevaron los alumnos de una especialización realizada por la
Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Asunción al toparse con que
dos compañeros a los que no habían visto ni en clases ni durante los exámenes
figuraban entre los que recibirían el título durante la graduación”. (Ultimahora.com
08.10.15)
“La medicina actual está concebida para
que la gente permanezca enferma el mayor tiempo posible y compre fármacos; si
es posible, toda la vida”, dice entre otros, la Dra. Ghislaine Lanctôt, médico
residente en Canadá, a la que se le retiró la licencia para ejercer por
oponerse a las manipulaciones de los multinacionales “farmafiosas” y denunciar
todos estos atropellos.
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