miércoles, 30 de marzo de 2016

MENTIR Y MENTIR…

·                                                                     ¿ARTE  DE  POLÍTICOS?
 
No es raro escuchar decir que: no siempre es “prudente” decir toda la verdad. La mentira política se vive en todos los sistemas y en todos los países. El político miente como podemos mentir todos. Pero, la mentira política tiene efectos más devastadores porque se miente a toda una sociedad.

La mentira y la política (insana) son muy “amigas”, son compañeras de viaje y no se estorban. Se miente una y otra vez para conseguir el objetivo. Siempre hay un punto de verdad que esconda la mentira. Por eso el dicho: no hay peor mentiras que las medias verdades. La mentira crea desconfianza, distanciamiento, desasosiego. Un mentiroso en política daña gravemente.

¿Por qué a la mayoría de los políticos les cuesta tanto decir la verdad?. Cuando hacen campaña se  presentan como abnegados servidores públicos, pero se cuidan de ocultar sus verdaderos intereses mundanos. Utilizan la mentira y la promesa como estrategia.

Hay que poner un límite a la mentira política. El que mejor y con más eficacia se dedicó a combatir la mentira política fue el presidente A. Lincoln. Su célebre frase sobre la mentira política todavía resuena en los gobiernos y parlamentos de todo el mundo:

Es posible engañar a unos pocos todo el tiempo. Es posible engañar a todos un tiempo. Pero no es posible engañar a todos todo el tiempo”.

¿Por qué mienten los políticos?. Los acontecimientos negativos están a la vista de todos. Basta leer la prensa diaria, oír los informativos de la radio o de la tele, comentarios de todos los colores y pelajes. No hay necesidad de demostrarlo. Todos sabemos de sobra.

Pero lo más triste es que a pesar de todo, es el hecho de vivir auto engañados. Y como si nada, la política del engaño y la mentira va en aumento a una velocidad de bólido. Sin darnos cuenta – o peor, aún advirtiéndolo -, cada día tenemos menos derechos, ganamos menos, sobrevivimos más inseguros, la salud funciona peor, la educación es más deficiente. Y como si fuera poco, nos dicen que estamos avanzando...¿hacia dónde?.

Repugnantes noticias es nuestro menú de cada día. Asquerosos casos de corrupción, ejecutados impunemente y con guante blanco por quienes todos los días nos dicen que tienen la conciencia tranquila y las manos limpias. La pregunta: ¿Por qué aguantamos este cúmulo de engaños, robos y demás faraónicas desvergüenzas?

Nicolás Maquiavelo, quizá nos responde en “El Príncipe”: “Los hombres son tan ingenuos, y responden tanto a la necesidad del momento, que quien engaña siempre encuentra a alguien que se deja engañar”.

En el siglo XXI, por increíble que parezca, hay todavía tantos que se dejan engañar. Ahora, que tanto hemos progresado, los políticos siguen engañándonos, porque “muchos” se auto engañan, vendiéndose por un plato de lentejas…

Hoy más que nunca, el ejercicio de la política exige una integridad ética para la que muchos profesionales de la “cosa pública” no están éticamente preparados. Porque, si los políticos carecen de integridad, la misma integridad necesitamos los aplastados por aquellos.  

No todos los políticos han de ser rotosos y miserables, veamos a quienes no sean incoherencia entre sus discursos y la verdad. No existe el mal absoluto. Estimado lector…usted ¿qué opina?.

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