domingo, 20 de marzo de 2016

¿QUÉ SIGNIFICA PARA LOS BAUTIZADOS

SEMANA  SANTA?

Con el domingo de Ramos – es decir, hoy- se inicia la Semana Mayor, que finaliza el Domingo de Resurrección o Pascua de Resurrección. La Semana Santa está cargada del sentido cristiano y según estos debe ser tiempo para reflexionar,  sobre Aquel que ofrendó su vida  por todos y cada uno de nosotros.

El significado de esta semana es puramente cristiano, sin embargo, este período de asueto es empleado por muchas personas para realizar actividades de esparcimiento y diversión. La farra, la pesca, las mini vacaciones y el relax.

Sin embargo, este “tiempo santo” muy bien podría ser utilizado para reflexionar qué cosas podemos hacer para realizar cambios positivos en nuestras vidas. Para los cristianos, la Semana Santa es el tiempo litúrgico más importante, y es dedicado a la oración y reflexión de los misterios de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, Nuestro Salvador.

Ya lo decíamos, la época se inicia con la cuaresma, conocida como el tiempo de preparación, donde se recuerda los cuarenta días de Jesús en el desierto. Comienza con el miércoles de ceniza y culmina con el Domingo de Ramos.

El verdadero significado de esta semana es tener un encuentro personal con Dios y acercarnos más al prójimo realizando buenas acciones. Los cristianos interpretamos la Semana Santa, no como el recuerdo de un simple hecho histórico, sino para recibir y dar perdón y reconciliación fraterna, arrancado de nuestros corazones el rencor, odio y la envidia.

El rito de la procesión que conmemora la entrada de mesiánica Jesús en Jerusalén tiene carácter festivo y popular. Está bien conservar las palmas y los olivos que han sido bendecidos llevados durante la procesión tanto en  nuestras casas, oficinas, etc.

Pero hace falta entender que las palmas se conservan como testimonio de la fe en Cristo, rey del universo y su victoria pascual. Lo más importante no es obtener las palmas o ramos de olivo en estas fechas: Lo importante es participar de la procesión primero, y en la eucaristía después, entendiendo lo que se hace y por qué se hace. (Procesión y Misa).

Desde la pasión y muerte hasta el día de gloria, estas manifestaciones piadosas populares son un motivo de asombro, preguntas y emociones para los más jóvenes, y los mayores deberían aprovecharlo para que las verdades de la fe en Jesucristo se conserven unidas a las imágenes plásticas de los pasos y también de las representaciones de la Pasión.

Los penitentes, las promesas, los sacrificios... deberán llevar a una explicación de que toda la vida ha de ser también un ejercicio de renuncia al pecado y a las malas costumbres, para purificarnos, aprovechar el amor que Dios nos ofrece y convertimos cada vez más a Él.

Las palmas no son, ni sirven como amuletos, con fines curativos o para mantener alejados los malos espíritus o la mala suerte, es decir, la “jeta”. Eso sería una lamentable superstición.

En el siglo IV comenzaron a llegar a Tierra Santa un gran número de peregrinos que deseaban recordar los hechos de Jesús en los mismos lugares en que habían ocurrido. Muy pronto comenzaron a repetir la entrada festiva del Señor en Jerusalén, bajando del monte de los Olivos con palmas, ramos y cantos y acompañando al Obispo (...)


Las palmas benditas recuerdan las palmas y ramos de olivo que los habitantes de Jerusalén batían y colocaban al paso de Jesús, cuando lo aclamaban como Rey y como el venido en nombre del Señor .Las palmas benditas no son cosa mágica. 

Las palmas que recogemos cada Domingo de Ramos en las Iglesias Católicas significan que con ellas proclamamos a Jesús como Rey de Cielos y Tierra, pero -sobre todo- que lo proclamemos como Rey de nuestro corazón. Es éste el verdadero significado del Domingo de Ramos.

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