SEMANA SANTA?
Con el domingo de Ramos – es decir, hoy- se inicia la
Semana Mayor, que finaliza el Domingo de Resurrección o Pascua de Resurrección.
La
Semana Santa está cargada del sentido cristiano y según estos debe ser
tiempo para reflexionar, sobre Aquel que
ofrendó su vida por todos y cada uno de
nosotros.
El significado de esta semana es
puramente cristiano, sin embargo,
este período de asueto es empleado por muchas personas para realizar
actividades de esparcimiento y diversión. La farra, la pesca, las mini
vacaciones y el relax.
Sin embargo, este “tiempo santo” muy
bien podría ser utilizado para reflexionar qué cosas podemos hacer para
realizar cambios positivos en nuestras vidas. Para los cristianos, la Semana
Santa es el tiempo litúrgico más importante, y es dedicado a la oración y
reflexión de los misterios de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, Nuestro Salvador.
Ya lo decíamos, la época se inicia con
la cuaresma, conocida como el tiempo de preparación, donde se recuerda los
cuarenta días de Jesús en el desierto. Comienza con el miércoles de ceniza y culmina
con el Domingo
de Ramos.
El verdadero significado de esta semana es
tener un encuentro personal con Dios y acercarnos más al prójimo realizando
buenas acciones. Los cristianos interpretamos la Semana Santa, no como el
recuerdo de un simple hecho histórico, sino para recibir y dar perdón y reconciliación fraterna, arrancado de nuestros corazones el rencor, odio y la
envidia.
El rito de la procesión que conmemora la
entrada de mesiánica Jesús en Jerusalén tiene carácter festivo y popular. Está
bien conservar las palmas y los olivos que han sido bendecidos llevados durante
la procesión tanto en nuestras casas,
oficinas, etc.
Pero hace falta entender que las palmas
se conservan como testimonio de la fe en Cristo, rey del universo y su victoria
pascual. Lo más importante no es obtener las palmas o ramos de olivo en estas
fechas: Lo importante es participar de la procesión primero, y en la eucaristía
después, entendiendo lo que se hace y por qué se hace. (Procesión y Misa).
Desde la pasión y muerte hasta el día de
gloria, estas manifestaciones piadosas populares son un motivo de asombro,
preguntas y emociones para los más jóvenes, y los mayores deberían aprovecharlo
para que las verdades de la fe en Jesucristo se conserven unidas a las imágenes
plásticas de los pasos y también de las representaciones de la Pasión.
Los penitentes, las promesas, los
sacrificios... deberán llevar a una explicación de que toda la vida ha de ser
también un ejercicio de renuncia al pecado y a las malas costumbres, para
purificarnos, aprovechar el amor que Dios nos ofrece y convertimos cada vez más
a Él.
Las palmas no son, ni sirven como
amuletos, con fines curativos o para mantener alejados los malos espíritus o la
mala suerte, es decir, la “jeta”. Eso sería una lamentable superstición.
En el siglo IV comenzaron a llegar a
Tierra Santa un gran número de peregrinos que deseaban recordar los hechos de
Jesús en los mismos lugares en que habían ocurrido. Muy pronto comenzaron a
repetir la entrada festiva del Señor en Jerusalén, bajando del monte de los
Olivos con palmas, ramos y cantos y acompañando al Obispo (...)
Las palmas benditas
recuerdan las palmas y ramos de olivo que los habitantes de Jerusalén batían y
colocaban al paso de Jesús, cuando lo aclamaban como Rey y como el venido en
nombre del Señor .Las palmas benditas no son cosa mágica.
Las palmas que recogemos cada Domingo de Ramos en las Iglesias Católicas significan que
con ellas proclamamos a Jesús como Rey de Cielos y Tierra, pero -sobre todo-
que lo proclamemos como Rey de nuestro corazón. Es éste el verdadero significado del Domingo de Ramos.
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