FUENTE DE VALOR
(FIN)
La persona es un ser paradójico: es un absoluto, pero necesita de los demás; es corporal, pero trasciende lo corporal; ya existe, pero está en construcción; es suyo, pero tiene que ir auto poseyéndose; posee una intimidad única que debe construir y llevar a plenitud, pero sólo se realiza saliendo de sí y viviendo la comunidad.
Es libre para optar por su unificación y
plenitud, pero puede optar por su desintegración y empobrecimiento; hace el mal
que no quiere y no hace el bien que quiere, etc. Así las cosas, la persona es
un ser en conflicto permanente, en tensión. Únicamente no está en
conflicto quien se ha anestesiado, quien se ha dormido.
Ser persona, dice Víctor Frankl,
«significa hallarse permanentemente confrontado con situaciones de las que cada
una es al mismo tiempo don y tarea. Y mediante el desempeño de dicha tarea,
realizarnos a nosotros mismos» La persona está así llamada a hacerse cargo de
sí, responsable de sí misma.
¿En qué consiste la madurez personal?
Cada persona está llamada a hacer su propia vida, a construir libre y
voluntariamente quien quiera ser. Con su propia realidad, lo valioso que
descubre, de modo libre y racional, o dejando que sean otros u otras instancias
quienes impongan a la persona sus criterios y principios.
Puede hacerlo de acuerdo con su propia
realidad, con lo valioso que descubre de modo libre y racional, o dejando que
sean otros u otras instancias quienes impongan a la persona, sus criterios y
principios.
En el primer caso decimos que la persona
es autónoma. En el segundo, heterónoma. La persona autónoma es la que, de
modo reflexivo, actúa y elige lo mejor para crecer como persona respetando su
dignidad y la ajena. Vive libre y responsablemente.
La persona heterónoma es la que se deja
llevar por la voluntad ajena, o por sus impulsos o por la mentalidad dominante,
o por las normas, de modo acrítico e irresponsable.
Lo cierto es que cuando somos niños,
necesitamos que otros nos den pautas de actuación, que nos ayuden a ser, porque
ni nuestra racionalidad ni nuestra libertad son aún maduras. Pero esta
heteronomía debe ir dejando paso a la autonomía a medida que pasan los años.
¿Cómo es una persona autónoma? Una
persona autónoma está abierta a sí misma, por lo que es capaz de gran
autoconocimiento. Es realista y se acepta como es y se quiere, aunque no se
conforma con ello, sino que busca su plenitud.
Vive desde su proyecto vital y vocación.
Sabe dar razón de sus ideas y opciones desde dicho proyecto. Y desde él orienta
su vida. En él tiene un criterio para juzgar lo que le acontece.
Vive con actitud positiva, con esperanza. Es
dueña de sí. Por su autodisciplina, fortaleza, paciencia, autocontrol, es
capaz de vivir desde sí para los demás. Vive integradamente todas sus
dimensiones (cuerpo, inteligencia, afectos, voluntad, relación con los
demás).
Actúa sin impulsividad, eligiendo lo
mejor en vistas a su crecimiento personal y el de los demás. La persona es
más creativa, fecunda y eficaz. Es cada vez más comprometida, realista, libre y
responsable.
Aunque no actúa dejándose llevar
por los demás, está comprometida con otros. Es decir, actúa desde ella, no
de lo que esperan de ella. Pero sale de sí misma y se pone
al servicio de otros. Es persona abierta a los demás, estableciendo con
ellos relaciones de encuentro.
Una persona heterónoma e irresponsable es aquella
que se deja guiar en su actuación y decisiones, sin someterlas a su propio
discernimiento, sin tomar las riendas de sí misma.
* Actúa por impulsos, capricho, por
ideas preconcebidas. Por normas y
valores marcados por otros (amigos, medios de información, familia). No actúa
conforme a ellas porque le atraigan sino por temor al castigo o por temor al
remordimiento o culpa (autocastigo).
* Por tradición cultural, sin analizarla
críticamente. Por la mentalidad dominante en la sociedad (que
impone unos gustos, actividades, trabajos, valores) sin someterlo a los propios
criterios.
* Además, la persona heterónoma busca
vivir sin tensiones. No se compromete para no tener que dar cuentas. No se
responsabiliza de nada, ni de sí mismo. No reconoce deber ninguno. Sigue
las normas para evitar tensiones.
* Busca no tener que decidir, busca
recetas, seguridades. Los deberes son imposiciones. No valora la bondad o
maldad de algo sino sólo su conveniencia o inconveniencia. Por eso tiene una
gran incapacidad para decidir por sí.
Nadie es creativo y crece si no se
siente cautivado por un valor, un ideal, o, sobre todo, por alguien que le
lance más allá de sí, engrandeciéndole. En realidad, todo valor y todo ideal
siempre son recibidos de alguien en quien se cree y al que se ama.
Hasta aquí las lecciones del hermano en la fe, Xosé Manuel Domínguez P., desde su libro “Para ser Persona” ¡Gracias por tus lecciones...Maestro!...
Hasta aquí las lecciones del hermano en la fe, Xosé Manuel Domínguez P., desde su libro “Para ser Persona” ¡Gracias por tus lecciones...Maestro!...
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