miércoles, 19 de julio de 2017

AMISTAD... SIEMPRE Y ...

EN  LAS  ADVERSIDADES

El 30 de este mes, llamadas de congratulaciones, deseos de abundantes bendiciones y felicidad infinita por el día de la amistad, corto-circuitarán el tráfico satelital. ¡Claro que sí...Es que es el día de la mistad…! (Parte de este comentario ha sido enviado mi correo...¿amigo invisible?....gracias).

Definen amistad como una relación afectiva entre personas, a la cual se  asocian valores como lealtad, solidaridad, incondicionalidad, amor, sinceridad, compromiso, entre otros, y que se cultiva con interés recíproco a lo largo del tiempo. Por eso tal vez William Shakespeare acuño este pensamiento: “Los amigos que tienes y cuya amistad ya has puesto a prueba, engánchalos a tu alma con ganchos de acero”.  

Otros dicen que la amistad se demuestra en la preocupación por el amigo, interesándose por su bienestar, por sus problemas y logros. Un amigo es el que está en todo momento, el que te levanta cuando estás decaído. Es en los momentos difíciles donde la amistad se pone a prueba.

Se afirma que las amistades tienen diferentes grados. Los amigos con quienes tenemos relaciones lejanas y aquellos con quienes el trato es tan cercano que los consideramos “mejores amigos”, dándole a esta, un grado de superioridad sobre las otras.

No pocos dicen que amistad es respeto al amigo tal como es. Dejar que tenga plena libertad de actuación y no pretender jamás adueñarse de su voluntad. El amigo encuentra al amigo en pie de igualdad. Ninguna forma de amor respeta tanto la libertad del otro como la amistad. Sinceridad y franqueza.

Los amigos que tienes y cuya amistad ya has puesto a prueba, engánchalos a tu alma con ganchos de acero. (William Shakespeare) El antiguo adagio reza: «Sólo en el peligro se conoce al verdadero amigo».

También están quienes se preguntan: ¿Existe la verdadera amistad? Y no son pocos los que responderán que no, “que toda amistad es temporal y casi siempre interesada y que las personas vienen y van, como las estaciones del año. Según ellos, es “mejor establecer relaciones intensas que duran lo justo, para después dejarlas e iniciar nuevos lazos”.

Dicen que en las malas sabes quiénes son tus amigos, efectivamente, cuando estuve enfermo mucha gente se alejó, fingían apoyarme pero al final no aguantaban y me dejaban o ponían pretextos tontos, lamentablemente no pedí la enfermedad, pero otras personas se cargaron el problema y fueron fundamentales en mi recuperación”.

Verdad es que suceden cosas desagradables entre amigos. Pero no siempre es así. Estamos seguros de que hay amigos fieles que están ahí ante cualquier problema y que te compaña siempre. La verdadera amistad no va más allá de dos o tres personas.

La amistad verdadera es esa que te enriquece, que te enseña cosas nuevas, que te hace ver la vida de un modo más interesante y fácil. Sin pedirte nada a cambio, solo tu compañía. Es decir, acepta nuestras fallas, defectos y limitaciones, sabiendo disculpar y perdonar de la misma forma que uno desearía ser perdonado y disculpado por el amigo.

Algunas características nos hacen un buen amigo encontramos en Filipenses 2:3-4: “Nada hagas por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a uno mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros”.

Los mejores amigos no son permisivos ni te van a esconder la verdad para no “herirte”. La amistad verdadera llama a la corrección fraterna, porque busca el bien. Al amigo se pide consejo con total tranquilidad sabiendo serás escuchado. ¡Los Amigos verdaderos no son cómplices!

Todos tenemos nuestras intimidades. Y cuando algo necesitamos confiar, sabemos que hay alguien a quién acudir. La confianza incondicional es algo muy difícil de encontrar, de ahí que sean muy pocos los amigos con los quienes establecer esta unión.

Con razón, el novelista español, Mateo Alemán ha dicho: “Deben buscarse los amigos como los buenos libros. No está la felicidad en que sean muchos ni muy curiosos; sino pocos, buenos y bien conocidos

En Proverbios 27:6 leemos: “Fieles son las heridas del amigo, pero engañosos los besos del enemigo”, o lo que es lo mismo: “El que te quiere te aporrea; el enemigo te besa hipócritamente”. Porque, un amigo se interesa en ser honesto contigo aun cuando esto te duela. La verdadera amistad dura toda la vida



No hay comentarios:

Publicar un comentario