¡ANI REJAPURA ANGUIRU… TENEMOS TIEMPO!
Dicen los entendidos:“Procrastinación (del latín procrastinare: pro, adelante, y crastinus, referente al futuro), postergación o posposición es la acción o hábito de retrasar actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyéndolas por otras situaciones más irrelevantes o agradables”.
¿Quién no ha dejado para más tarde algo
que podía haber hecho antes? Se trata de procrastinación. ¡Siempre hay tiempo!
para…pagar facturas, renovar el registro de conducir, ir al médico, para
estudiar, y por supuesto, para llegar tarde a un compromiso.
No falta quien pontifica: “la
ojapuravaekue, ja o manóma” (quien se ha apurado, ya está muerto) A continuación, la frese indulgente no se
hará esperar: “Es que, así nomá loo ko somo nohotro, kapelú”
Aníbal Romero Sanabria afirma que
el cuarto pecado capital del compatriota es: La “hora paraguaya”. Las 8.00 no son las 8.00,
sino las 8.30 o quizás las 9.00. No hay mucho que hablar, es un círculo
vicioso: algunos ya no quieren llegar puntuales, pues saben “luego” que otros
llegarán tarde, o el evento, reunión, clase o cita comenzará una hora más
tarde...
Definitivamente no le damos valor al tiempo, cuando es
sabido que “el tiempo es oro “Hasta en los actos oficiales se establece una
hora antes “porque ya sabemos luego que van a venir más tarde”.
Dice Mario Rubén Álvarez: El paraguayo
de modelo tradicional, es un enamorado de resolver las cosas a última hora. Si
cuenta con un mes para solucionar un problema, lo recordará en el día vigésimo
séptimo. En la siguiente jornada pensará en alguna estrategia para enfrentar la
situación y el día 29 moverá cielo, tierra, mar e infierno para salir a flote.
Procrastinación, se trata, entonces de una tendencia que consiste en dejar para el
día siguiente, o para más tarde lo que podría hacerse antes, en diferentes áreas
de la vida: profesional, en la vida diaria y a nivel afectivo.
Es verdad que pueden darse
razones para aplazar ciertas actividades. Pero serán excepciones, no la regla.
Si posponemos lo que hay que hacer, sólo porque hay tiempo, sin ningún otra
excusa, es imprudencia, para no decir tragedia. Bueno es recordar que las
contingencias no se pueden prever.
Un
profesor que aplaza la tarea de calificar trabajos prácticos o exámenes, por
ver una película o un partido de fútbol, tendrá que levantarse más temprano o hará
su trabajo de modo deficiente, al no cumplir con su deber en tiempo y forma. En este caso, posponer el
deber por hacer cosas más agradables, es procrastinación.
a procrastinación a menudo está vinculada a una
falta de autoestima y a una
infravaloración de las competencias. Otras dicen que es carencia de
responsabilidad…y las opiniones no paran.
El sentido común advierte que gestionar el tiempo es requisito fundamental. Para evitar que los minutos y los días “nos ganen”, lo conveniente es organizarse. Programar tareas por orden de prioridades da buen resultado. Es preferible empezar con pocos objetivos para hacer durante el día, que desmoralizarse- después- con una carretillada de tareas interminables. ¿Para qué envenenarnos la vida?
"Cuando procrastinamos, estamos
tratando de mejorar nuestro estado de ánimo evitando hacer algo que nos parece
desagradable", señala Tania Sanz y agrega: "Es
parecido a emborracharse o comer para consolarse: es una estrategia que nos “hace
sentir mejor” al distraernos con un placer de corto plazo, olvidándonos del
problema".
Los especialistas (dice Alfred López) señalan que son tres las causas
principales del hecho de procrastinar: Por evasión,
cuando se evita empezar una tarea por miedo al fracaso. Es un problema de autoestima.
Por activación,
cuando se posterga una tarea hasta que ya no hay más remedio que realizarla. Es
un problema contrario al anterior. Por indecisión, típico
de las personas indecisas que intentan realizar la tarea, pero se pierden en
pensar la mejor manera de hacerlo sin llegar a tomar una decisión.
Graciosa conclusión: Doña María ÚltimaHora,
se casó con Don Poco Caso. Nació, fruto de este matrimonio: Ña María
Problema…consecuencia… ¡familia fracasada!.
Posponer tareas sólo porque “hay tiempo”
es mal hábito, porque dicen que, ¡El futuro no existe como campo de acción!
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