EN VIDA HERMANO…EN VIDA…

¡MAÑANA PUEDE SER MUY TARDE!

El diccionario define el remordimiento como: “Sentimiento que experimenta una persona cuando cree que no ha actuado de manera correcta. Se trata de una sensación de culpa o de un malestar que persiste y que se juzga como negativa o dañina”.

Puede darse por haber hecho algo, o no haberlo hecho. No siempre tomamos la decisión a tiempo, en momentos clave de nuestras vidas, y por ello, nos sentimos mal por no haber actuado (omisión) o por hacer lo incorrecto .

A veces nos arrepentimos de no haber pedido perdón a alguien antes de que se muriera. Nos tortura la memoria el no haber hecho lo que queríamos o debíamos. Vemos lo que hemos hecho mal: fallas grandes o pequeñas. Impaciencias con los hijos, faltas de comprensión con la esposa; demás de lamentar, el bien que no hicimos.

Otros, incluso sin tener el sentimiento de culpa, tienen esta impresión dolorosa: "Se fue  antes de que pudiéramos arreglar nuestras diferencias. Hubiéramos querido amar más”. Y si ha muerto, tanto peor.

Los príncipes Guillermo y Enrique dijeron que lamentan la última conversación telefónica que tuvieron con su mamá, la princesa Diana, antes de su muerte, debido a que estaban "con una prisa desesperada" por despedirse y se mostraron "indiferentes". (Reuters 23.07.17)

A propósito, una obra de autor desconocido dice: ¡Mañana pueda ser muy tarde! “Ama hoy, mañana puede ser muy tarde ¿Ayer?...¡Eso hace tiempo!...¿Mañana?...No nos es permitido saber...

Mañana puede ser muy tarde...Para decir que amas, para decir que perdonas, para decir que disculpas, para decir que quieres intentar nuevamente...Mañana puede ser muy tarde...Para pedir perdón, para decir: ¡Discúlpame, el error fue mío...!

Tu amor, mañana, puede ser inútil; Tu perdón, mañana, puede no ser preciso; Tu regreso, mañana, puede que no sea esperado; Tu carta, mañana, puede no ser leída; Tu cariño, mañana, puede no ser más necesario; Tu abrazo, mañana, puede no encontrar otros brazos...

Porque ¡mañana puede ser muy, muy tarde! No dejes para mañana, decir: ¡Te amo!, ¡Te extraño!, ¡Perdóname!, ¡Discúlpame! ¡Esta flor es para ti!, ¡Te encuentras muy bien! No dejes para mañana tu sonrisa, Tu abrazo, Tu cariño, Tu trabajo, Tu sueño, Tu ayuda...

No dejes para mañana, preguntar: ¿Puedo ayudarte? ¿Por qué estás triste? ¿Qué te pasa? ¡Oye!...ven aquí, vamos conversar. ¿Dónde está tu sonrisa? ¿Aún me das la oportunidad? ¿Por qué no empezamos nuevamente? Estoy contigo. ¿Sabes que puedes contar conmigo? ¿Dónde están tus sueños?

Recuerda: ¡Mañana puede ser tarde...muy tarde! ¡Busca!, ¡Pide!, ¡Insiste! ¡Intenta una vez más! ¡Solamente el "hoy" es definitivo! ¡Mañana puede ser tarde...muy tarde! Y sobre todo…Busca a Cristo hoy, porque… ¡Mañana pueda ser muy tarde! 

Ana María Rabatté, escritora mexicana, en su poema “En vida hermano en vida” dice: “Si quieres hacer feliz a alguien que quieras mucho…díselo hoy, sé muy bueno, en vida, hermano, en vida…No esperes a que se muera si deseas dar una flor, mándalas hoy con amor, en vida, hermano, en vida…

Si deseas decir “te quiero” a la gente de tu casa, al amigo, cerca o lejos, en vida, hermano, en vida…No esperes a que se muera la gente para quererla y hacerle sentir tu afecto, en vida, hermano, en vida…

Tú serás muy venturoso si aprendes a hacer felices, a todos los que conozcas en vida, hermano, en vida… No visites panteones, ni llenes tumbas de flores, llena de amor en vida, hermano, en vida”.