Hace ya muchos años nos decía el Padre Inocencio Llamas: La Bienaventurada
Virgen María tuvo muchas experiencias con el divino Espíritu Santo. Destacamos
tres muy significativos: 1º) Su Inmaculada Concepción. 2º) La Encarnación y 3º)
Pentecostés (Se conmemora el descenso del Espíritu Santo, sobre los apóstoles,
50 días después de la Pascua) Veamos:
1. En el momento
de la Concepción de María en el seno
de su mamá santa Ana, es llena de gracia del Espíritu Santo, porque es
concebida sin mancha, es decir, sin pecado original. Fue dotada de esta gracia,
a la medida de una misión tan grande, como nunca otra en la historia: ser Madre del Salvador.
El P. Loring, afirma: ¿Cómo será
esa Madre que Dios ha hecho a su gusto para sí? No es posible pensar en una
criatura mejor dotada que María. ¿Cómo la hace? Inmaculada. Limpia de todo pecado. Ni siquiera el pecado original,
que por decirlo de alguna manera, es el “menos” pecado (...) ; porque
de todos los pecados somos responsables, menos del pecado original, que lo
“heredamos”.
Es un privilegio
único en la historia de la Humanidad, porque Dios no quiso que su Madre, ni por un momento, estuviera manchada por Satán. ¿No
sería lógico pensar que Dios prepararía un inmaculado sitio para nacer y
permanecer su Hijo durante nueve meses? ¿Qué humano tuvo esta gracia?
Cantaban nuestros mayores expresando el
pensamiento teológico de Juan Duns Escoto: «Quiso y no pudo, no es Dios. Pudo y no
quiso, no es Hijo. Digamos pues que pudo y quiso». ¿No pudo Dios hacer
Inmaculada a la Virgen, su futura mamá? Si no pudo, no es Dios. Dios puede todo
lo que no es absurdo, lo que no es contradictorio.
Como privar a la Virgen del pecado
original no es un absurdo, es un privilegio. Dios puede hacerlo. Por lo
tanto, pudo hacerlo y lo hizo.
El don más grande que Dios puede dar es
la gracia, porque nos hace participantes de la naturaleza divina. Y de esto
María, es llena de Gracia.
2. La segunda
experiencia con el Espíritu Santo. La Encarnación.
María
es Mamá de Dios. Porque Dios se encarna en las entrañas de María. Jesús es Dios hecho hombre. María es
Mamá de Jesús, y Jesús es Dios, María es Mamá de este Hombre que es Dios.
¡Jesús nunca dejó de ser Dios, aun
tomando la condición de hombre!
(No
se dice que María produjo un Dios, sino que es mamá de alguien que es
Dios).
Si Dios tomó carne en María, María es
sin duda, Dios la ha preparado para ser su Madre. Por eso María es la
cumbre de la Humanidad. La joya de la Creación. Jamás ha
habido una criatura que tenga una dignidad superior a la de María, porque María
es la mujer proyectada y realizada por Dios para ser su Madre.
Algunos argumentos de ignorantes o
malintencionados “cristianos”, por ejemplo, suelen ser: “Ustedes son tontos. Se dejan engañar por los curas. ¿A quién se le
ocurre decir que María es Madre de Dios? Si Dios es eterno y María no. Dios
existe desde siempre, y María no.
¿Cómo
va a ser María Madre de Dios, si Dios es antes que María? ¿Es que el hijo puede
ser más viejo que su madre? ¿Cómo va a ser María Madre de Dios, si Dios es
eterno y María
no es eterna? Los hijos no pueden ser más viejos que su madre. La madre no
puede ser posterior al hijo”
Ejemplo: Si a un hombre lo hacen
presidente, su madre es madre del presidente. La madre no le da la presidencia;
pero como es madre de este hombre, y a este hombre lo hacen presidente, su
madre, es madre del presidente. Lo mismo, María es Madre de este Hombre que es
Dios.
El ángel Gabriel
anunció que María dará a luz al Hijo del Altísimo.“El Espíritu Santo te cubrirá con
su Sombra” (Lc 1,35) ¿Qué humano tuvo esta gracia? Es un acontecimiento
único como ya nunca jamás se repetirá.
3. Tercer momento: el origen y
fundación de la Iglesia, el nuevo
pueblo de Dios. Allí estaba María, orando con los Apóstoles para recibir al
Espíritu Santo prometido…<y se les aparecieron lenguas como de fuego,
repartidas sobre cada uno de ellos.
Y todos quedaron llenos del Espíritu
Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu hacia que
hablaran>
(Hechos 2, 3-4). María estaba en la inauguración de la Iglesia cristiana, la
Iglesia de su Hijo.
Por eso decimos que María es Madre de la
Iglesia. Y seguros estamos que este título no incomoda, ni resta méritos ni gloria al
Señor Jesús. Además, Jesús declaró: Yo soy el Camino,
la Verdad y la Vida. Y María, fue la primera y única que “hizo caminar al Camino”
en su inmaculado vientre, durante nueve meses.
María es por lo tanto, Sede de la
Sabiduría. Sede de la Misericordia. Sede del Salvador. ¿Cómo alguien con sano juicio y recta
conciencia puede negar.
Benedicto XVI dice: En la vida de la Iglesia, María es para todas las
generaciones, imagen y modelo de la Iglesia que con el Espíritu camina en el
tiempo invocando el regreso glorioso de Cristo: «Ven, Señor Jesús» (cf. Ap 22,
17. 20).
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