¿Cuál es más importante?
Este tiempo moderno se caracteriza por la
obsolescencia y por la imagen que esclaviza y somete al hombre. Siempre ha sido
así; hoy lo es más aun… porque para tantísimos, es más importante la careta que
la verdad. ¡Ejemplos tenemos a montones!
Ricardo Bentancur- Revista Vida Feliz, enero -1.998 p. 4 – escribe cuanto sigue: “La
apariencia – decía Hegel – no es más que la esencia que existe en su inmediatez”, es decir, donde todo queda en ese nivel superficial,
externo, cambiante, cuando el ser se funde en el aparecer. Es el imperio de lo frívolo, del hombre
light.
De un estilo de vida basado en la ostentación,
de un apetito patológico por tener cosa, aparentar grandezas, aparecer en las
revistas y en programas televisivos del “cholulaje” ) - ganarse, aunque más no
sea unos minutos la atención del famoso de turno, modelo, jugador, etc.- cuando
lo único que interesa es la autocomplacencia y la fama.
¿Por qué no aspiramos lograr prestigio o
reputación cuando se ganan y combinan la admiración, el respeto y la confianza? ¿Qué aporta al bien común la fama por la fama?
¿Cuántos famosos de la farándula o del fútbol
no son verdaderos maestros de indecencia, prepotencia y de otras tantísimos
malos ejemplos? Así las cosas, ¿para qué
sirve la fama?
En sociología el prestigio
social se refiere al grado de aceptación general que tiene una conducta, y
actitud o situación social entre los miembros de una sociedad o familia. Es lo
que necesitamos para mutar nuestra conciencia enclenque y, por tanto, nuestra
alicaída conducta ciudadana.
Se afirma que, frecuentemente el
prestigio social de una determinada situación se asocia a signos convencionales,
que lleva a la imitación. Si imitar al alguien es considerado como falto de
creatividad, tanto peor es imitar al ídolo de turno, generalmente, mal
vestidos, cuando no, con indumentaria harapienta y horribles tatuajes……
provocando en gente con buen gusto, polución visual, como mínimo.
Si imitar es malo, entonces elijo el mal
menor, imitando a un papá dedicado, honesto y trabajador, a un joven
respetuoso, a una mamá sacrificada, a un profesor dedicado a su ministerio, a
un político moralmente sano…
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