¡TODAVÍA GOZA DE BUENA SALUD!
En algún tiempo pasado, no muy lejano, robar y mentir, ser adúltero, evasor o contrabandista – entre otros delitos – era vergonzoso y, por consiguiente, se trataba de ocultar la fechoría. Hoy, la “onda progre” ha metamorfoseado el mal: el delito, ya no es "tan" malo, se trata sólo de un “desliz”.
Así las cosas, se oye voces de
desaprobación cuando se rompen reglas de menor peso como: ¡qué pio tanto escándalo por un
copiatin! Otros más osados emiten enojoso un ladrido evangélico: ¡Quien
no haya copiado en su vida de estudiante…que arroje
la primera piedra!
No hace mucho tiempo, el mundo tomó
conocimiento de una insólita medida en la India: Más de 300
personas, entre estudiantes, familiares y amigos, han sido detenidas en el
estado de Bihar por supuestamente haber copiado o ayudado a copiar de forma masiva
en exámenes, informó una fuente policial.
“Hemos contabilizado por lo menos 300,
pero son muchos más, porque seguimos recibiendo más datos de detenidos en otros
distritos del estado”, dijo el director general adjunto de la Policía de esta
región norteña, Gupteshwar Pandey.
Medios locales difundieron fotografías y
videos con un gran número de personas encaramadas a las ventanas, incluso a
varios pisos de altura, en edificios donde se realizaban los conocidos como
exámenes de matriculación para alumnos de entre 15 y 16 años.
La difusión de las imágenes llevó al
Tribunal Supremo de Patna, capital de este populoso estado de unos cien
millones de habitantes, y a la Comisión de Derechos Humanos de Bihar a pedir la
intervención del Gobierno regional para acabar con el fraude masivo en estas
pruebas que dan acceso al siguiente nivel de educación secundaria.
El portavoz policial manifestó que los
arrestados, muchos de ellos padres de los estudiantes, fueron trasladados a
comisarías para ser interrogados. Y el Jefe de Gobierno regional, Nitish Kumar,
declaró que estaban “arruinando el futuro de los estudiantes y de Bihar”.
La Comisión advirtió en un comunicado de
que estaba en juego “el futuro del Estado”, cuando “ayudan” a copiar a los estudiantes”.
Los exámenes en varios centros fueron
suspendidos y Kumar pidió la intervención de la Policía, que desplegó durante
la jornada de ayer un dispositivo especial en los edificios donde se realizan
las pruebas y procedió a las detenciones masivas.
¿Qué hubiera pasado si esto mismo
ocurriera en Paraguay? Aventuro una respuesta: “Los denunciantes habrían sido
denunciados por atentar contra el legítimo derecho los estudiantes copiadores y
además, por hacerles perder tiempo y pasar malos ratos al hacerse público el
fraude”
Es cosa sabida que los estudiantes - en
general - encuentran cada vez más cantidad de centros educativos dispuestos a
facilitarles la marcha hacia la mediocridad, disminuyendo exigencias académicas
y disciplinarias. Es decir, a comprar cartones-títulos a cambio de pirá
piré, bajo el eufemismo de matrícula o aranceles.
Con tal telón de fondo –dirá mi hermano
en la fe C. Díaz- no debe extrañar la tendencia a despreciar cuanto se
desconoce. Luego, tampoco debe extrañar que el ignorante presuma de lo que
carece y desprecie lo que debería cultivar. ¡Estamos contra el terrorismo
cultural!.
Estoy seguro de que, más de uno en el
país no habrá copiado su examen. Por
ello, repito: ¡Aquel que no hizo fraude copiando en su vida de estudiante, que arroje la primera piedra!
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