¡ALEGRES Y AGRADECIDOS!
No es necesario, poseer grandes saberes para advertir que vivimos tiempos muy difíciles. …“Las personas se amarán a sí mismas, amarán el dinero, no obedecerán a sus padres, serán desleales, no sentirán cariño, no sabrán dominarse, serán feroces, amarán los placeres más que a Dios, aparentarán tener devoción a Dios, pero con sus hechos demostrarán que son hipócritas”. (2ª Tim 3:1-5). ¡Y a pesar de todo, Juan Bosco nos anima!…
¡Con ustedes, el cielo
ya está aquí!, frase hermosa, emotiva y de júbilo de un hombre lleno de
alegría y gratitud. Es una alabanza salida de labios de Juan Bosco y dirigida a
sus jóvenes, aquellos que en un primer momento, para la sociedad de su tiempo,
eran vagos, patoteros, escoria, desechables (como tantos hoy…)
La gratitud, dice Carlos
Díaz en “Diez palabras clave para educar en valores -p 81”, se distingue de la
ingratitud en que sabe ver en el otro (no como en el amor propio, que sólo lo
ve en sí mismo) la causa de su alegría… Lo que la gratitud enseña es que existe
una humildad feliz o una alegría humilde.
Toda alegría, incluso la
interior, tiene un motivo, por eso nos sentimos agradecidos a la vida. A más
gratitud también más júbilo, más alegría y alabanza por todo; cuanto más
aprendamos a amar las cosas singulares, tanto más a Dios y a nosotros mismos.
Alegrarse por la gracia de
vivir. La gratitud es esa alegría de la memoria. El agradecido alaba a quien le
ha dado momentos de gozo; el desagradecido se queja, reprocha su dolor, lo que
le convierte en desgraciado.
Es preferible una verdadera
tristeza que una falsa alegría. Dentro de nuestra fragilidad, la alegría
pide humildad. Para Dios todo es sencillo; para los sencillos todo es divino.
Se trata de aprender a vivir con sencillez sin lastimeras quejas.
La persona sencilla no es
egoísta, no se magnifica a sí misma, ni para ensalzarse ni para condenarse. La
sencillez es desposesión, pobreza. Su única riqueza es todo. La sencillez es
libertad, ligereza, transparencia. La generosidad es una victoria; la
sencillez, la paz.
La sencillez es una gracia.
Sin la sencillez toda virtud está pervertida, como vacía de sí misma, como
llena de sí. La sencillez es la verdad de las virtudes y la excusa de los
defectos. ¡Curioso!: Fue Nietzsche uno de los ateos más críticos contra
una religión triste.
Proclamar el kerygma
-anuncio de salvación- con el corazón frío es proclamar el Evangelio como una
mala noticia. La buena nueva sólo cabe con verdadera alegría. La verdadera
alegría es la que se alza en alabanza, la que se entusiasma con el cántico de
las criaturas. La que no queda en uno mismo, porque sale a los demás.
¿Qué vio diferente en los
muchachos, al grado de alabarles?, ciertamente, la capacidad de saber ver en
esos otros, la causa de la propia alegría. La alegría de Don Bosco no era ver
lo que él había hecho, su satisfacción no consistía en mirar su gran capacidad,
sino ver y sentirse correspondido su amor en los otros.
Juan Bosco se sentía dotado
de gracia, por tanto; agraciado y esto suscitaba en él la gratitud y la
gratuidad. Agradecía que el otro estuviera frente a él y daba gratis. Gratitud
es alegría. Por eso, anciano, hacia el final de su vida, llora
agradecido e interrumpe en muchas ocasiones la misa por sus sollozos, pues hace
memoria y comprende.
Todo lo que hizo Don Bosco
fue un regalo de Dios, para él y para los jóvenes. Su alegría era auténtica, no
entendía la alegría como sinónimo de la carcajada, sino una alegría que nace de
dentro pero motivada por lo externo.
Por eso pide a sus jóvenes
que alaben, es decir, que reconozcan lo bueno del otro (contrario de lo malo
como la envidia); “Muéstrate siempre alegre, pero que tu sonrisa sea sincera”,
solía repetir. “Si quieres una vida alegre y tranquila, procura estar siempre
en gracia de Dios”.
La alegría y gratitud de Juan
Bosco es un estar en gracia, potencia que Dios nos ha regalado. Creer en
la resurrección significa esperar, que a pesar de momentos difíciles (muerte)
se tiene la esperanza de re-surgir y con más plenitud (resurrección).
Y a pesar del caos establecido,
nosotros también, podemos…si queremos…
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