martes, 20 de febrero de 2018

¡¡QUIERO SER MASCOTA “MBA´E”!!

EN EL MUNDO DEL REVÉS   (I)

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¿Quién mediadamente cuerdo no tiene un cariño especial por su mascota? Y ¿por qué no? Si son simpáticos, buena compañía y “amorosos” justifica aquella señora con firme convicción. Por consiguiente, han de ser bien cuidados. Pero aquí el contrasentido:

El 14 de 2006, UNICEF publicó su informe titulado «El Estado Mundial de la Infancia: Excluidos e Invisibles». En rueda de prensa, la Directora Ejecutiva, Ann Veneman, decía: «no puede haber un progreso duradero si seguimos descuidando a los niños que están más en necesidad el más pobre y el más vulnerable, el explotado y el abusado». 

El informe explicaba que los niños están desproporcionadamente representados entre los pobres, puesto que los países menos desarrollados tienden a tener las poblaciones más jóvenes. Los niños pobres tienen más probabilidades de carecer de educación y, como resultado, de la oportunidad de generar unos ingresos decentes que podrían permitirles escapar de la pobreza en el futuro. 

Según el informe, más de mil millones de niños sufren de una o más formas de carencias extremas de privación de una nutrición adecuada, agua potable, instalaciones sanitarias decentes, servicios de salud, abrigo, educación e información. 

El Catecismo de la Iglesia Católica tiene algunas directrices útiles sobre la cuestión de cuánta atención y recursos debemos dedicar a las mascotas, y a los humanos. En el número 2416 dice que debemos ser amables con los animales puesto que son criaturas de Dios. 

Y en el número 2418 advierte que es «indigno invertir en ellos sumas que deberían remediar más bien la miseria de los hombres». Además, explica el texto, se puede amar a los animales, «pero no se puede desviar hacia ellos el afecto debido únicamente a los seres humanos». 

* El gasto en animales domésticos está por las nubes. Los propietarios de mascotas en el Reino Unido gastarán cerca de 150 millones de dólares en regalos de Navidad para sus mascotas, informaba el 19 de noviembre el periódico Scotsman. La cifra viene de una encuesta llevada a cabo por Churchill Insurance. La firma estimaba que cerca de un 70% de los propietarios de mascotas comprarán regalos para sus animales este año. 

* Y para los propietarios que planeen salir de vacaciones, siempre está la opción de un hotel para mascotas. En Japón se ha abierto recientemente un hotel de cinco estrellas para animales, informaba el 1 de diciembre el periódico británico Guardian. 

* Localizado en el aeropuerto Narita de Tokio, el Pet Inn Royal tiene 170 habitaciones, así como jaulas para los presupuestos más bajos. Están disponibles servicios veterinarios y de entrenamiento, así como un campo de ejercicio y el personal que cuidará las mascotas 24 horas al día. 

* La tarifa por una jaula estándar comienza en los 4.000 yenes (34 dólares) por noche, elevándose a los 20.000 yenes (170 dólares) de una suite de lujo
cerca del doble del precio de una habitación de un hotel medio para humanos, observaba el Guardian.

* Todas las habitaciones tienen aire acondicionado y purificadores. Según el reportaje, Japón tiene cerca de 19 millones de mascotas más que el número de niño con menos de 15 años y la industria del cuidado de mascotas está valorada en cerca de los 8.800 millones de dólares al año. 

* Las mascotas pueden también encontrar hoteles en Estados Unidos. PetSmart ha instalado una cadena de 20 hoteles para mascotas en sus almacenes, según un reportaje del 3 de agosto en Financial Times.

* De hecho, Estados Unidos está viviendo un verdadero auge en la industria de las mascotas, informaba el 16 de noviembre el New York Times. El lucrativo sector está atrayendo grandes almacenes como Wal-Mart y Target, además de firmas especializadas más pequeñas como Petco y PetSmart. 

* Petco tiene cerca de 765 tiendas y 17.000 empleados y en 2005 ha abierto 90 nuevas tiendas, según Kevin Wayland, un portavoz de la compañía. PetSmart tiene más de 750 tiendas y abre 20 tiendas nuevas cada tres meses. 

Nota: Verdad es que no podemos solucionar este problema aludido y otros tantos, pero si desviamos la mirada a un indigente cercano, pudiendo ayudarlo a calmar su miseria, es que somos parte de esa misma miseria humana. El antiguo refrán dice: “No hay rico que nada necesite, ni tan pobre que nada tenga que ofrecer

A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara una gota” (Teresa de Calcuta -1910-1997)   

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