martes, 18 de noviembre de 2014

APRENDER A SER…

LO  QUE ESTAMOS LLAMADOS A  SER

El hombre, dice José María Barrio en “Elemento de Antropología Pedagógica”, p. 31, necesita aprender a ser lo que es, porque la biología no se lo da resuelto como a los animales irracionales. Para el hombre vivir es hacerse la propia vida. De donde se desprende que, necesariamente ha de ser educado.

El perro, gato o caballo han nacido programados. Por tanto, vivirán obedeciendo a sus instintos. Ellos no poseen libertad, inteligencia ni voluntad. Luego, no se plantean inconvenientes o problemas como los tiene el terrícola.

El hombre, en cambio, tiene que decidirse continuamente por vivir conforme a su dignidad, es decir, mantenerse firme ante sus caprichos, sus impulsos, o sentimientos. Debe luchar tenázmente contra el poderoso reino del Vyroreí: Relativismo – por ejemplo - que predica el todo vale, todo es posible, todo es cambiable, es decir, todo depende de cada quien y de cada momento.

En este punto, presto valiosas enseñanzas del libro “La Revolución Personalista y Comunitaria y Mounier” p, 26: Tampoco está libre de la mentalidad dominante que impera en la sociedad que impone la moda, sus gustos, falsas necesidades entre otros “mandatos” del dogma social como el culto al cuerpo o somatolatría, atractivo sexual, belleza….Prueba de ello es el panteón de cuerpos perfectos que pueblan pasarelas, gimnasios, etc., que son el culmen de todos los deseos…

Además, ha de combatir a su creencia que todo lo puede comprar. Compra y adora todos los objetos de última moda. Por eso sus valores son su tarjeta de crédito Oro, su coche, su Samsung Galaxy, sus viajes, sus fotos en las redes sociales. Es lo que posee. Pero, en realidad, es poseído por lo que cree poseer.

Y así angá, por poseer el pirá piré, corre desesperado tras él, sacrificando familia, salud, formación, descanso. Entonces, el robo, la corrupción, la joda, extorsión y el mbareté-pokaré, son rebautizados semánticamente para hacerlas digeribles. (cfr. p. 27)

Por eso, no es inútil repetir, una y otra vez que es imposible ser libre sin ser persona. Ser libre ha de ser uno de los mayores desafíos a superar. ¡Ser libre cuesta trabajo!
Persona es aquella realidad que no puede ser tratada como objeto. Por eso hay que tratar a las personas no como son, sino como quisiéramos que fuesen, no por lo que son, sino por lo que están llamados a ser. (¡Principio básico del educador!)

Que la persona no sea cosa significa que tiene un valor absoluto, y por tanto, la persona es la fuente de todo valor. Eso no significa que la persona sea el Absoluto, sino que tiene valor en sí, respecto de cualquier otra realidad material o social. (p.62).

De la persona no está escrito quién va a ser. Ella tiene que decidir quién quiere ser. Cada quién es responsable de esculpir su propia estatua, de construir su personalidad, su biografía y su modo de relación. Esto no significa que somos autosuficientes. (p. 63)

Así las cosas, la persona es dominio de sí, conquista de sí, señorío. La persona genera comunidad, pues no “se encuentra sino dándose, mediante  un doble dinamismo de acogida y donación. Por tanto, titánica tarea para el hombre es: aprender a ser lo que es.

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