lunes, 3 de noviembre de 2014

HALLOWEEN…

¿ALEGRE ENGAÑO?   


¿Por qué un cristiano no debe celebrar Halloween, si al final es una fiesta inocente? Halloween puede ser un tema muy controversial. Algunos “cristianos” celebran Halloween simplemente usando “disfraces y divirtiéndose”, viendo esto como algo inocente e inofensivo. Otros, sin embargo están igualmente convencidos que Halloween es una fiesta satánica establecida para adorar espíritus malignos y promover las tinieblas y la maldad. Así que, ¿Quién tiene la razón?.

La escritura no habla nada con respecto a Halloween, pero sí nos da algunos principios con los cuales podemos tomar una decisión. En el Israel del Antiguo Testamento, la brujería era un crimen castigado por la muerte (Éxodo 22:18; Levítico 19:31;20:6,27). La enseñanza del Nuevo Testamento con respecto al ocultismo es clara. Hechos 8:9-24, el relato de Simón, muestra que el ocultismo y el Cristianismo son incompatibles. En Hechos 13:6-11 revela que la hechicería está violentamente opuesta al Cristianismo.

Pablo llamó a Elimas,  hijo del diablo, enemigo de la justicia y pervertidor de los caminos de Dios. En Hechos 16, en Filipos, una joven adivina perdió sus poderes demoníacos cuando el espíritu maligno fue expulsado por Pablo. El punto interesante es que Pablo rehusó permitir incluso que buenos comentarios vinieran de una persona endemoniada. Muestra a nuevos conversos que abruptamente han dejado atrás su ocultismo confesando sus obras malvadas, trayendo su magia y quemándola frente a todos. (Hechos 19:19).

Entonces, ¿Debe un Cristiano celebrar Halloween? ¿Hay algo malo en vestirse como princesa o vaquero e ir alrededor de la cuadra pidiendo dulces? No hay nada malo en eso. ¿Hay cosas acerca de Halloween que son prácticas anti-cristianas y deben ser evitadas? ¡Absolutamente sí! 

Si los Cristianos van a tomar parte en la fiesta de Halloween, sus actitudes, vestimentas y lo más importante, sus comportamientos deben aun reflejar una vida redimida (Filipense 1:27). Hay muchas iglesias que tienen “festivales de la cosecha” e incorporan vestuarios, pero en un ambiente devoto. Hay muchos cristianos que distribuyen tratados que comparten el Evangelio junto con los dulces de Halloween.

La decisión ultimadamente nos toca hacerla nosotros mismos. Pero como en todas las cosas, debemos de incorporar los principios de Romanos 14. No podemos permitir que nuestra convicción con respecto a cierto día de fiesta cause división en el cuerpo de Cristo, tampoco podemos usar nuestra libertad para causar que otros tropiecen en su fe. Debemos hacer todas las cosas como para el Señor.

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