CONSECUENCIAS DE
ESTA OPCIÓN
Dicen que la libertad del ser humano, en
términos de independencia y autonomía, va inseparablemente unida a un cierto
nivel de incertidumbres, inseguridad y angustia. Estos sentimientos corren el
riesgo de llevar al individuo a buscar respuestas en mesiánicos que le den
seguridad, lo que también puede disminuir o perder su libertad.
Abundan los muy competentes y
especializados en lo intelectivo y profesional, pero infantiles en lo afectivo
y moral. El “buen profesional” es tan “bueno”, pero muy cómodo y acrítico, por
ejemplo, para enfrentarse a lo que está mal, viéndose envuelto en separaciones,
divorcios, incapacidad, patoterismo y demás dificultades para la educación, es
decir, nulos.
En muchas familias – lamentablemente - los
hijos crecen exigiendo, arrogantes e insatisfechos. Naturalmente, llega el
momento que no tienen alicientes, ni inquietudes, ni desafíos. Viven cómodos y
acríticos. Resultado: Se convierten en perfectos inútiles. ¿Por descuido o desinterés? ¿Por qué? Porque han llevado una vida cómoda, una vida
“burbuja”, irreal e irresponsable.
Son los perfectos idiotas morales – los che
olúo, hello, kisses, heavy, fashion, etc.– que inundan nuestra fauna
local. No se trata de buscarles experiencias desagradables para que se curtan,
pero sí se trata de permitir que aprendan del día a día, de las
pequeñas dificultades y frustraciones; de promover a que fortalezca su
carácter y se sientan seguros ante los desafíos normales, sin necesidad de
depender de la protección o de la reafirmación de sus padres.
Es frecuente oír a gente joven decir, “yo
hago lo que me da la gana.... para eso soy libre“. Y aunque la gente
más adulta no lo expresa de esta manera, muchos actúan según esa convicción. Pero
esto es una tontería, ser libre no consiste en hacer lo que a uno le
da la gana; esto es libertinaje.
El individuo cómodo, acrítico e
irresponsable, se volverá hombre-masa. El hombre "masa" y el "pasota"
comparten morada. Ambos engendran al "hombre absurdo": componente de
la actual fauna posmoderna. Pasota, según el diccionario Larousse: "Que muestra desinterés por lo
establecido"
La actitud indolente del pasota es
totalmente contraria al hombre que intenta alcanzar un mundo
"utópico", más justo y más humano, por medio de su esfuerzo y respeto
a las reglas de convivencia humana. El pasota busca vivir en extremo relax,
indiferente a todo y a todos.
Según Ortega y Gasset, algunas
características del pasota son: incomprensión de los criterios de valor,
desprecio por el sentido de las acciones, resistencia a comprometerse en
actividades de realización personal y del bien común, rechazo de normas y
doctrinas estables, cultivo de sensaciones placenteras. Entonces nada
construye, aun cuando sus posibilidades sean grandes. ¿Seguiremos siendo pasotas, es decir, cómodos y acríticos ante el desorden establecido?
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