CADA QUIEN ELIGE
SER LO QUE QUIERE SER
En el
trascurso de este inacabable “tránsito a la democracia” del querido Paraguay se
ha producido una metamorfosis axiológica, con escasa transformación política.
Los vicios y camandulerías en el homo sapiens, siguen con salud envidiable.
Hoy, como
nunca, vemos cómo tan fácilmente se cambia de pareja, opinión, religión,
profesión… pero no de estatus, de codeo con el poder, de la adulación malsana, y nada digamos, del
ardiente deseo de abultar la billetera.
Vivimos bajo el reino de la anomía y del pasotismo, alejados, muy alejados de firmes convicciones
éticas.
El
escepticismo ha tomado carrera y fuerza, de manera que si preguntáramos a
cualquier estudiante de cualquier nivel académico – en general – sobre el
sentido último de la vida – no sorprendería escuchar algo así como: “na que ver” o, “no estoy ni ahí loo”.
Es que, al parecer,
hemos montado al “tren bala del todo
vale, porque al final, todo vale” - salvo, claro está, el poder y el pirá piré, que promueve la loca carrera por el tener más en el menor tiempo posible. (y
muchas veces no interesando los medios)
Así las cosas,
sugiero realizar un simple sondeo, sobre las respuestas que pudieran darse a las
siguientes preguntas. Amable lector, usted, por favor, señale los porcentajes
de acuerdo a su percepción y experiencia:
1. El (…)% de los paraguayos desea cuidar sólo lo suyo, pero maltrata todo
bien público (plaza, calles, arroyos, etc.). Y al mismo tiempo, esto desagrada
al ( …)%.-
2. El (…) % hará cualquier cosa por dinero si se presenta la ocasión… lo que
sin embargo, desaprueba el (…)% de las mismas personas.
3.
El
(…)% admira, aplaude y valora a los que ganan mucho dinero, pero curiosamente,
no a los que se esfuerzan por vivir con honestidad y valores morales, aunque
eso no acepta el (…)% de los que así opinan.
4.
El
(…) % sólo piensa en ganar mucho dinero como sea, aunque, eso mismo le parece
mal al …….% que así se manifiesta.
Posiblemente, el resultado del sondeo
arrojará este resultado: los paraguayos nos consideramos ejemplos de recta
conducta, y sin embargo, nos aplazamos, porque pensamos de una manera y actuamos
de otro modo. Conclusión: no podemos fiarnos no de nosotros mismos. (cfr. Ilustración y Religión-Carlos Díaz)
En una situación de crisis moral -por incoherentes-
que nos ahoga, necesitamos coraje para que ser lo que estamos llamados a ser:
Libres, veraces, justos. Todos cometemos errores, pero no estamos condenados a permanecer
en él. Hemos sido dotados de inteligencia, voluntad y libertad.
De cada uno depende ser lo que quiere ser. ¡Y podemos…si queremos!, una familia mejor, sociedad mejor, un Paraguay mejor.
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