¡¡¡COMUNA
MULTARÁ A UN "PUERCO"!!!
“Por primera vez en la historia, la Municipalidad de Asunción multará a un ciudadano por arrojar basuras a la calle. Vecinos de barrio Obrero presentaron una denuncia en la comuna capitalina contra el propietario…que bajó de su vehículo acompañado de una mujer y descargó gran cantidad de basura sobre la calle 8° Proyectada, a metros de las avenida Félix Bogado”.
En su última sesión del año, la Junta
Municipal aprobó la minuta presentada por el concejal Óscar Rodríguez, quien
propuso que se haga cumplir la ordenanza promulgada el año pasado, donde prohíben
estas acciones. (Diario Extra 31.12.15). ¿Por qué este tipo de noticias causa
impacto? ¿No debería ser una constante pagar por las infracciones cometidas?
Quizá la respuesta sea: porque la antigua
“cultura” del paraguayo de arrojar basuras en la vía pública, uso particular de la vereda (por comerciantes) en detrimento del peatón;
polución sonora, en calles y domicilio particular, violentando derechos de
vecinos; obstinada conducta en violentar simples reglas de tránsito, entre otros
tantas perlas y desatinos…porque el infractor se sabe impune, dada la
inutilidad o complicidad de las autoridades.
El verdadero político es aquel que busca
el bien común, que significa bienestar de la comunidad. La política es una
tarea difícil porque en ella se concentran hombres con intereses disímiles y
estos intereses se ponen en juego en la sociedad, y el conjunto de ciudadanos
debemos sabiamente discernirla, con libertad responsable.
Ojalá que esta
decisión de la comuna capitalina contagie a todos los municipios de la república
– tan carentes de civismo -, y así, levantar los
ánimos abatidos por el largo abandono y la dura miseria cívica que padecemos
desde hace tiempo. Cumplir y hacer cumplir normas es sembrar esperanzas y
vigorizar los miembros entumecidos del compatriota que se cree letradito
haciendo el mal, atentando contra el bien común.
Hay en nuestra sociedad hombres de
cultivada inteligencia y conciencia recta que no están contaminados con los
vicios ya mencionados y esperamos, puedan iluminar nuestras intenciones y
decisiones. Entre ellos están escritores, artistas, líderes sociales, profesores
y autoridades, quienes deben convertirse en útil ayuda para despertarnos de
nuestra beata somnolencia ciudadana.
Necesitamos de verdaderos políticos
patriotas que entiendan de una vez por todas, que la Política, según han dicho
los papas del siglo XX, "es la forma más excelente de ejercitar la
caridad" y electores que por fin, libre y voluntariamente hagan lo
mejor.
Festejo esperanzado
la decisión de la Institución comunal, de punir a quien compromete – en este
caso- la salud pública. Hace falta predisposición y coraje de las autoridades
para cumplir y hacer cumplir las
disposiciones vigentes. Autoridades con energías cívicas nos sacarán del
cenagoso estero moral en el cual, increíblemente, seguimos chapoteando.
Aunque, quemados
como estamos por tantas autoridades incapaces, pero voraces, cívica y políticamente
chatas, hecha de masa prebendaría, vacía de ideas y valores auténticos de bien
común… el hecho señalado nos da la esperanza que la patria puede levantarse de
su larga postración. No cuesta más hacer bien las cosas, más cuesta hacer mal.
Abogo esperanzado porque en el
2016, la prensa, además de intoxicar nuestros corazones, relatando, reiterando
y amplificando todo tipo de vyroreí, nos llenen con buenas noticias
como la que nos ocupa ahora. ¡Feliz año
Nuevo!
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