lunes, 21 de diciembre de 2015

VIVIR ES GRAN PROBLEMA...

VIVIR  CON ÉTICA … LO ES MÁS...  AÚN


La vida no se nos da diseñada y acabada como un vestido o una campera. La vida tenemos que vivirla o tiene que ser vivida por nosotros…y esta tarea constituye un gran problema, dice Ignacio Larrañaga en “Sube Conmigo”, p. 27 y 28 y agrega: El hombre es el ser más inválido e indigente de la creación.

Los demás seres no se hacen problemas. Toda su vida está solucionada por medio de la naturaleza, es decir, por los mecanismos instintivos, Los animales irracionales viven gozosamente instalados “en” la naturaleza. Podemos decir que se sienten en “armonía”, en su hogar natural, el mundo.

Viven programados por sus instintos y por consiguiente, no experimentan frustración, estrés, insatisfacción, preocupación, desencanto, desamor o desilusión. Porque no tienen conciencia de su existir, es que “vivir”, no representa para ellos ningún problema.

El hombre es un ser libre, con voluntad e inteligencia y tiene conciencia de sí mismo. Constitutivamente el hombre es: autonomía en cuanto al ser, es decir, no necesita de nadie para “ser lo que ya es”. Es autoconciencia, posee conciencia refleja, es dueño de sus actos. Es comunicación: Se comunica con los otros, con las cosas, consigo mismo y con Dios.

Finalmente es autotrascendencia, capaz de superar lo que “es”, sus propios límites temporales para vivir eternamente la mayor y mejor vida. En ese sentido podemos decir que él es un ser "transbiológico", porque no está condenado a ser alimento de gusanos, nada más. Si el hombre está en constante especie de guerra civil contra sus vicios interiores, es porque su vida recién comienza con  muerte física. ¡Quien pueda entenderlo…. lo entienda!

Es provechoso recordar que todo hombre posee el mismo origen, la misma naturaleza, la misma vocación y el mismo destino. Al tomar conciencia de sí mismo, el hombre comenzó a sentirse solitario, temeroso, como expulsado de su familia. Esto ocurrió en el Edén por causa de un fatal error gastronómico – dirá Luis González-Carvajal, en “Esta es nuestra fe” p. 20.,

¿Por qué vivir es un problema?: Porque hay en el humano indiferencia, ingratitud, violencia, falta de respeto, mentira, robos, adulterio y demás etcéteras. Lidiar con estas debilidades del semejante, es un problema. Muchos son rehenes del pasado que no pueden superar. Otros viven quebrantados por el futuro, ignorando que el futuro no existe como campo de acción. 

Si llega, será presente. Tampoco falta quien vive y hace depender su satisfacción o felicidad en la consideración de los demás. Y nada digamos de quienes viven esclavos de la moda.

Hay personas que viven una larga enfermedad que plantea retos a la enferma y a sus allegados. también están aquellos viciados en alcohol, drogas y demás perversiones, causantes de graves problemas familiares y sociales.

El arte de vivir, ¡qué problema! ¡Qué desafío! Y también, ¡cuánta felicidad! Esta última, comúnmente intermitente, pero cierta. Empero, ¿el arte de vivir significa vivir sin problemas? La vida, por el contrario, es solucionar los problemas, lejos de la vana pretensión de que no existan. 

Pero lo decisivo es que los problemas no amilanen, descorazonen o amedrenten. Los problemas están para ser resueltos. Y los resolveremos. El desánimo está vedado (no digo prohibido porque este vocablo tiene mala prensa…) dice, el argentino Alberto Asseff Abogado, docente. 

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