jueves, 3 de diciembre de 2015

LO QUE ESPERAMOS DE UN CONCEJAL…

Y  DE CUALQUIER  AUTORIDAD....

En el país – en general - el tema de la ética de las instituciones públicas es un aspecto que debe ser planteado como una necesidad, debido a la persistencia de conductas y acciones o inacciones individuales o grupales que afectan la gestión y la credibilidad de la administración pública.

Sabido es que los graves inconvenientes del ámbito público se encuentran asociados a malversación de fondos; irregularidades en la adjudicación de contratos; acoso sexual;restricción de información pública; nepotismo; tráfico de influencias a favor de amantes compadres, compinches, operadores políticos; abuso de autoridad y demás perlas tan apegadas cual segunda piel de nuestros “representantes”.

Tampoco es novedad – en el ámbito privado - que no pocos “nuevos Herodes” caen presos en “deslices” morales entre las que sobresalen relaciones extramaritales, alcoholismo, robo de combustible, robo de elementos de oficina, uso y abuso de vehículos oficiales, abuso de teléfono, rabonería, desinterés y apatía hacia la institución.

He oído decir con cierta frecuencia que, la vida privada de un empleado público, nada tiene que ver con su función pública. Quien así lo cree es ignorante y malsano y, está más perdido que locote en clericó, como diría aquel amigo. A propósito, dice Tomás de Aquino: La vida privada de los príncipes (servidores públicos) pertenecen al bien común de la nación (pueblo)”

Las dietas varían según el municipio y muchos la cobran sin demasiado esfuerzo. Esto, sin contar los viajes a otros países que puede aprovechar para vacacionar, oficinas con aire acondicionado, etc. todo pagado por el contribuyente. 

Esperamos que los representantes ya no se encierren en sus castillos, como señores feudales, abandonando al pueblo a quien hace poco nomás, había mendigado su voto prometiendo cualquier cosa, como única opción validad para lograr la ansiada felicidad.

La política –dirá mi maestro S. Núñez - no se regenera ni se recupera con un simple relevo de hombres que llegan al poder con la misma matriz social en la que ha venido vegetando. Y esta es la tragedia de una democracia como la nuestra: “querer practicar una política de cultura sin valores y son hombre adecuados

Todo candidato promete algo así como regenerar el tejido social de la nación; la redención de la patria. Pero esta es una empresa que requiere de buen juicio y virtud arquitectónica. ¿Lo tienen nuestros candidatos?. Si no poseen, ésta es la ocasión. Es cuestión de querer y nada más.

Las autoridades ya no deben hacer lo que quieren, sino lo que deben. La conciencia y libertad del pueblo, hoy ya se muestra rebelde frente a todo poder tiránico, es decir, a todo magíster dixit o pa´i ma nikó he`i

Con otras palabras: Si la ciudadanía observa incapacidad administrativa, moralidad rotosa henchida de ambición y de codicia, gobierno desatinado y disoluto que lleva a la sociedad a la deriva, ya no se callará, como lo viene demostrando a lo largo y ancho del país. (cfr. S. Núñez –Sociedad y Política p. 79). Ya no más usureros del poder haciendo de la política un mercado de vergonzantes negociados.

Particularmente solicito a los ediles de mi municipio la gestión de dos compromisos menores, sencillos y de acción inmediata: Trabajar para erradicar dos males que azotan a la población: (a) Polución sonora en la vía pública y en la casa y (b) cumplimiento de simples reglas de tránsito vehicular.

Ejemplo: Uso de cinturón de seguridad, uso de casco protector de motociclistas, erradicar la bravuconada matonil de estacionar el vehículo en la vereda, obligando al peatón caminar por la calzada, no ser indiferente ante el desorden y mugre que pueblan nuestras calles, en fin, mayor respeto a al bien común. Si no pueden lograr algo tan simple… la mejor noticia que pueden dar al mundo es su: desaparición.

Si lo pueden conseguir, habremos respirado alguna esperanza de divorciarnos de este a Paraguay, hoy sucio, ignorante, fracturado, maximísero y errante, para vivir en el  Paraguay del ayer, silvando nuestras polkas y guaranias, en paz y tranquilidad.

Buena gestión es lo mismo que reelección una y otra vez, hasta el día del juicio final. Por consiguiente, auguro a los concejales y demás autoridades coraje y patriotismo. ¡Salud!

No hay comentarios:

Publicar un comentario