¡¡ES
VANIDAD O HIPOCRESÍA!!
No existe hombre medianamente normal
que no anhele justicia. ¡Justicia! se clama y se reclama, se oye gritar aquí y
allá, ante este o aquel acontecimiento rutinario injusto…doloroso. Es que,
muchas veces se entiende (si se entiende) la caridad como “prótesis o repuesto”
de la justicia. (¡si también se comprende cabalmente el significado de tan subida virtud!).
¿Cuánta voraz malevolencia no se
comete todos los días en nombre de la justicia?..¿Cuántas inocentes almas son
masacradas por propios operadores de la “injusta justicia”?. Dice Joxe Arzumendi
en “El Hombre Cooperativo” Pensamientos de Arizmendiarrieta, p 84:
<<Un cristiano, ni siquiera un
humanista no puede hablar de justicia social sin referirse igualmente a la
caridad. La razón es que la justicia quiere establecer un orden de derechos y
deberes recíprocos entre los hombres, partiendo del reconocimiento de la
igualdad y dignidad de los mismos (…)
La única fuerza que puede hacer
querer y respetar el orden es el amor mutuo (…) La justicia necesita del
complemento, de la superación del amor, de la caridad cristiana” La caridad
urge al cumplimiento de la justicia (…) El amor no niega derecho alguno, sino
que lo hace menos rígido. No atenúa deber alguno, sino que lo hace más fácil.
No destruye las distinciones sociales, pero quita el abismo que media entre
ellas.
Todos los vicios sociales que se oponen
al amor, tales como la envidia, el odio, el enojo, el desprecio, la
indiferencia, el orgullo…son causa y fuente de injusticia; mientras que el amor
se desarrolla en la vida social en comprensión y tolerancia mutua, en allanamiento
de diferencias y unión>>
Pregunta: En nuestro país ¿alguna
facultad de derecho conoce, discute y asimila los conceptos antes mencionados?
Respuesta: No. Argumento: Si se conociera y aplicara un mínimo de caridad en la justicia, no sufriríamos de tan gigantesca y criminal vorágine de errores….que permanentemente denuncias gremios de abogados clamando una y otra vez, por la tan ansiada reforma judicial en el Paraguay (cfr. Revista “Evolución” Colegio de Abogados del Alto Paraná - nº 9 agosto/15, pag. 14-15).
Respuesta: No. Argumento: Si se conociera y aplicara un mínimo de caridad en la justicia, no sufriríamos de tan gigantesca y criminal vorágine de errores….que permanentemente denuncias gremios de abogados clamando una y otra vez, por la tan ansiada reforma judicial en el Paraguay (cfr. Revista “Evolución” Colegio de Abogados del Alto Paraná - nº 9 agosto/15, pag. 14-15).
Por consiguiente, es justo, necesario
y urgente luchar contra el establecimiento de la injusticia. Ya no es contra la
propia desgracia contra lo que debe luchar el cristiano, sino contra el MAL. Y
sabido es que tal combate obligas a todos (cfr. El Hombre Cooperativo p. 81).
Tanta es la desfachatez
de quienes se consideran gerentes mesiánicos de la salvación, (políticos,
funcionarios y planilleros corruptos de esta y aquella repartición estatal quienes con “síndrome de diocesillo”),
podrían, hasta con descabellada intención, pretender que el Dogma de la
Encarnación sea sometido a Atolondrada Autoridad del Congreso”…..No
se escandalice, amable lector….aquí Todo es Posible.
Dada
las circunstancias – al decir de Carlos Díaz, en Ilustración y religión, p 25 –
la estética del egoísmo ombligocéntrico de muchos gerentes de la moral para
maniquíes - dice que el único desprendimiento de que son capaces es el del desprendimiento de retina.
Creo,
afirmo, confirmo y firmo - sin embargo - que en nuestra querida y sufrida patria hay capital
humanos capaz de resucitar nuestro cadavérico país. AMÉN.
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