lunes, 9 de noviembre de 2015

MISERIA DE LA CONDICIÓN HUMANA

URGE  UNA  METANOIA

Metanoia: Su significado literal del griego, denota una situación en que en un trayecto ha tenido que volverse del camino en que se andaba y tomar otra dirección.

“El hombre es un ente excesivamente complejo”, mezcla de ángel y bestia, en cuyo comportamiento influyen factores de naturaleza tan irracional que sus reacciones son no pocas veces imprevisibles. Es un ser contradictorio: “Es el único ser que practica el suicidio”. Es el animal que se perjudica a sí mismo, se lanza por caminos de vida sabiendo que le llevan a su propia ruina. “Es el único animal que bebe después de saciarse y come después de haberse hartado” (cfr. El hombre cooperativo p. 357).

El hombre es un ser débil, voluble, que sin aparentes razones cambia su postura y abandona sus principios (…) el trabajador hace el papel ridículo del potentado al que le ha censurado poco antes, o del humanista y demócrata ahora y más tarde se comporta como insolidaria bestia o rígido dictador.

Pero siempre, hoy especialmente, el hombre está sometido a una dura lucha entre los instintos y la razón, entre el egoísmo y la generosidad, entre el vico y la virtud. Presume de “profesar cristianismo sin Cristo; humanismo sin el hombre, o patriotismo sin hacer por la patria más que aprovecharse de lo propio como de lo ajeno con beneplácito humanista y patriótico”. No por eso debemos condenar y menospreciar al hombre (cfr. El hombre Cooperativo p. 360).

Hoy día, los paraguayos somos testigos de la ruinosa decadencia moral y cívica, con políticos haciendo de la política un mercado de vergonzantes intereses. Aunque nos separan de más de dos décadas de habernos desprendido de una calamitosa dictadura, todavía, seguimos incapaces de levantar cabeza. El pueblo yace en penurias, mientras los usureros del poder se regodean en abundancia. (cfr. Sociedad y Política. S. Núñez. P.39)

No olvidenos que el hombre vale lo que pesa, lo que mide su corazón, más que lo que abarca o alcanza su inteligencia. Moralmente, íntimamente, el hombre vale lo que vale aquello que ama” (El Hombre Cooperativo p.359)

¿Qué es el hombre?. Se pregunta Arizmendiarrieta y responde: “Un ser imperfecto. Un ser perfectible. Un ser cuyo destino no es contemplar, sino transformar. Transformarse a sí mismo, transformado cuanto le rodea”. No está en el mundo para ser un turista ni para conformarse con lo que ha encontrado, sino para realizarse a sí mismo, potenciarse, progresar, evolucionar”. (cfr. Joxe Azurmendi  El Hombre Cooperativo p. 358)

Si el hombre tal cual es nos desagrada, no por ello tenemos derecho a eliminarlo (…). Se impone aceptarlo tal cual es y asociar nuestro esfuerzo con el suyo para elevarle.

La metanoia también es denominada en la Iglesia católica como una transformación profunda de mente y corazón positivamente. Reconocer las deficiencias humanas no es motivo para la resignación. El hombre posee facultades para someter sus acciones al imperio de su inteligencia, antes que a su voluntad y gustos.

El hombre, por bondad de Cristo, es una categoría de dignidad humana suprema en la escala de los seres del universo. Hagamos, entonces, honor a tan elevado prestigio. 

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