URGE UNA METANOIA
Metanoia: Su significado literal del
griego, denota una situación en que en un trayecto ha tenido que volverse del
camino en que se andaba y tomar otra dirección.
“El hombre es un ente excesivamente
complejo”, mezcla de ángel y bestia, en cuyo comportamiento influyen factores
de naturaleza tan irracional que sus reacciones son no pocas veces
imprevisibles. Es un ser contradictorio: “Es el único ser que practica el
suicidio”. Es el animal que se perjudica a sí mismo, se lanza por caminos de
vida sabiendo que le llevan a su propia ruina. “Es el único animal que bebe
después de saciarse y come después de haberse hartado” (cfr. El hombre
cooperativo p. 357).
El hombre es un ser débil, voluble, que
sin aparentes razones cambia su postura y abandona sus principios (…) el
trabajador hace el papel ridículo del potentado al que le ha censurado poco
antes, o del humanista y demócrata ahora y más tarde se comporta como
insolidaria bestia o rígido dictador.
Pero siempre, hoy especialmente, el
hombre está sometido a una dura lucha entre los instintos y la razón, entre el
egoísmo y la generosidad, entre el vico y la virtud. Presume de “profesar
cristianismo sin Cristo; humanismo sin el hombre, o patriotismo sin hacer por
la patria más que aprovecharse de lo propio como de lo ajeno con beneplácito
humanista y patriótico”. No por eso debemos condenar y menospreciar al hombre
(cfr. El hombre Cooperativo p. 360).
Hoy día, los paraguayos somos testigos
de la ruinosa decadencia moral y cívica, con políticos haciendo de la política
un mercado de vergonzantes intereses. Aunque nos separan de más de dos décadas
de habernos desprendido de una calamitosa dictadura, todavía, seguimos
incapaces de levantar cabeza. El pueblo yace en penurias, mientras los usureros
del poder se regodean en abundancia. (cfr. Sociedad y Política. S. Núñez. P.39)
No olvidenos que el hombre vale lo que
pesa, lo que mide su corazón, más que lo que abarca o alcanza su inteligencia. Moralmente,
íntimamente, el hombre vale lo que vale aquello que ama” (El Hombre Cooperativo
p.359)
¿Qué es el hombre?. Se pregunta
Arizmendiarrieta y responde: “Un ser imperfecto. Un ser perfectible. Un ser
cuyo destino no es contemplar, sino transformar. Transformarse a sí mismo,
transformado cuanto le rodea”. No está en el mundo para ser un turista ni para
conformarse con lo que ha encontrado, sino para realizarse a sí mismo,
potenciarse, progresar, evolucionar”. (cfr. Joxe Azurmendi El Hombre Cooperativo p. 358)
Si el hombre tal cual es nos desagrada,
no por ello tenemos derecho a eliminarlo (…). Se impone aceptarlo tal cual es y
asociar nuestro esfuerzo con el suyo para elevarle.
La metanoia también es denominada en la
Iglesia católica como una transformación profunda de mente y corazón
positivamente. Reconocer las deficiencias humanas no es motivo para la
resignación. El hombre posee facultades para someter sus acciones al imperio de
su inteligencia, antes que a su voluntad y gustos.
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