domingo, 15 de noviembre de 2015

NUNCA DISCUTAS CON UN IDIOTA….

PORQUE…. ¿TE  VENCERÁ…?

Nunca discutas con un idiota, porque te hará descender a su nivel y ahí te vencerá por experiencia” (Anónimo). Y se atribuye a Kant el dicho: "no discutas nunca con un idiota, la gente podría no notar la diferencia".

Estos refranes no han perdido vigencia, todo lo contrario. En las redes sociales reinan sin competencias. Internet ha dado rienda suelta a una “libertad” – como nunca - a los idiotas para que puedan demostrar su cándida y beata imbecilidad, afirma aquel escribiente.

Pero, dice el P. Fernando Pascual: El espíritu de amor a las discusiones surge desde factores diferentes. Uno consiste en un anhelo irrenunciable que anida en todo corazón humano: el deseo por encontrar la verdad.

Son muchos los caminos que pueden acercarnos a la verdad. Como son muchos los caminos que nos alejan de ellas. Entre ellos, un camino curiosamente erróneo en la búsqueda de la verdad consiste en discutir por discutir. El error no está en la discusión por la discusión. Porque la discusión, como todo lo humano, sólo se realiza de modo saludable si tiene un fin bueno, si se pone en práctica cuando se dan circunstancias adecuadas.

Si la discusión se convierte en un fin, en una obsesión que aparta lo importante, en una actividad que exalta las pasiones y lleva a denigrar a los otros, en un juego de palabras en el que importa sólo vencer mientras queda de lado la verdad... entonces la discusión no sólo ha dejado de ser buena, sino que se convierte en un camino hacia el mal, hacia la injusticia, y, en ocasiones, incluso hacia la mentira o el engaño.

Casos de inútil discusión: (a) ¿Importa el resultado que tenga mi club en el torneo clausura? ¿Qué gano cuando mi club gana?. En realidad, ¿Soy mi club?...(salvo que apueste grandes sumas de dinero…mba´é). (b) ¿Vale la pena discutir con un fanático sobre su religión o signo político?.  (c) ¿Fue Pelé mejor que Maradona? (d) ¿Aporta algo la pelea de fulanito y menganita- famosos de la Tv - rehenes de la moda y bufones del triste y soez espectáculo de nuestra teleporno-basura?

Por eso, saber decir educadamente “no” a quien busca discutir por discutir puede ser algo difícil, pero entonces nuestro interlocutor recibirá una valiosa ayuda que le sirva para recapacitar. También es bueno saber para interactuar con un imbécil, no necesariamente ha de ser en una acalorada discusión.  Recordemos parte del poema “Desiderata”:…Escucha incluso al torpe e ignorante, también ellos tienen su propia historia.” (ase lee en un comentario..)

Porque, si somos muy selectivos en tratar solamente con talentosos genios – dirá  Hermes Varillas Labrador - corremos el riesgo de hablar solos con nosotros mismos, porque si los imbéciles pudieran volar, de seguro eclipsarían el sol todos los días.

Saber escuchar es fundamental para una buena comunicación, dicen. Para resolver un lío, primero se debe reducir las tensiones y para ello es necesario escuchar al otro e intentar empatizar con su situación, contemplando sus preocupaciones.

Como cristianos hace falta “arroparse” de misericordia -virtud del corazón compasivo- para consolar y confortar a los afligidos, perdonar las ofensas y soportar con paciencia a las personas tercas y tóxicas.

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