lunes, 30 de noviembre de 2015

HÁBITO DE LEER (CULTURA LECTORA)

BENEFICIOSO A  COSTO  CERO


La lectura es una actividad no solo placentera, sino además, constituye importante subsidio para nuestro desarrollo personal y cognoscitivo.

La cultura lectora es un hábito que todos deberíamos adquirir desde pequeños. No solo ayuda mejorar algunas habilidades; también nos posibilita transitar por realidades diferentes, conocer otras culturas y relajarnos mientras soportamos largas esperas.

En una ocasión oí decir al escritor compatriota Carlos Villagra M. que, al menos tres beneficios nos brinda la lectura de un buen libro:

1) Deleita. El lector entra en comunión con las ideas del escritor. “Conversa” mentalmente con él o, manifiesta su desacuerdo. Se produce una especie de diálogo. Además, nunca es tarde para comenzar a leer.

2) Enseña. Quien lee puede aprender nuevas palabras y enriquecer sus ideas. Un buen libro o artículo bien escrito nos puede inspirar de distintas formas e influir en nuestra manera de escribir. No solo mejora la ortografía y gramática al conocer el uso correcto de algunas palabras, además, amplía el universo de vocabularios.

3) Transforma. Si no gusta la lectura, se abandonará. Pero si lo saborea y además lo instruye, naturalmente, los conocimientos adquiridos serán útiles en su vida personal y luego, en sus relaciones interpersonales.

Se concluye, en consecuencia, que el hombre de buena lectura difícilmente caerá en los extremos del escepticismo, relativismo o del fanatismo. Una persona que lee, tiene y mantiene ideas claras, y nunca permitirá contaminar su mente con un solo pensamiento negativo.

La peor miseria es la ignorancia. Muchas personas no han ido a la escuela y sin embargo, poseen amplios conocimientos declarativos, esto es, vasta información teórica. ¿Cómo?. Adquiriendo conocimientos mediante la lectura.

Leer es una herramienta para mejorar la actividad mental pues la mantiene ocupada, incentiva la imaginación y trabaja la memoria al tener que recordar personajes. Leer es una tarea fácil, pues llevar un libro en la cartera para disfrutarla en cualquier lugar: en la playa, en el bus durante el viaje, mientras se espera al médico. También ayuda a dormir.

Profundiza el conocimiento ayudando a ampliar temas de conversación. Comentar acerca del libro leído puede ser una buena forma de romper el hielo en un grupo. Además, la lectura mejora la comunicación al momento de querer expresarnos.

Leer es hábito, y hábito bueno, es virtud. El hábito se logra con la repetición de actos. Así las cosas, si invertimos media hora diariamente en nutrir nuestra mente con buena lectura, ya aportamos calidad a nuestros conocimientos. Caso contrario, la eutanasia lectora nos seguirá encadenando en el abismo de la ignorancia.

En tal sentido, felicito al Centro de Escritores del Alto Paraná (CEAP) por el ahínco desplegado en la titánica tarea de promover un Alto Paraná de Lectores. ¡Felicidades! 

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