miércoles, 2 de octubre de 2013

TATUAJE EN EL OJO


¿Tilinguería posmoderna?

Esta extraña moda que aún no llega al país podría ocasionar la pérdida completa de la visión. El proceso, popularizado hasta ahora en Estados Unidos, consiste en inyectar tinta para colorear la parte blanca del órgano.

Shannon Larratt fue el primero en aventurarse. Como parte de un experimento dejó que una aguja pinchara en 40 oportunidades sus ojos hasta lograr que la parte blanca que rodeaba su iris se tintara de un azul eléctrico. Su adicción al arte corporal lo llevó al extremo, ahora también podría decir que sus ojos fueron tatuados.

A Shannon de Canadá, lo imitó luego Steve Walsh, de 23 años, quien se decidió por un aspecto más demoníaco. Luego de tres inyecciones terminó con un ojo tatuado completamente de rojo para hacer combinación con los piercings y demás figuras dibujadas en su rostro.

Las fotos de Shannon y Steve son famosas en los portales webs de Internet por ser los primeros en someterse a recibir pinchazos en la capa superior del ojo de inyectadoras cargadas de tinta de color, y por popularizar la técnica en Estados Unidos.

El actual estado de los ojos de Shannon y Steve se desconoce. Pero la probabilidad de que alguno de ellos adquiera infecciones y daños parciales o permanentes en la conjuntiva del ojo son bastantes altas. Tal riesgo, según indicó Rosales, "implica que el ojo no produzca la lubricación necesaria para mantener su integridad. Se lesionaría la transparencia de la membrana y por tanto, se perdería la visión temporal o permanentemente".

Se pueden, además, producir hemorragias subconjuntivales por el daño a los capilares de la conjuntiva, aunque no existan síntomas, ver un fondo de sangre sobre la superficie ocular llama la atención. Por el uso de agujas también existen riesgos de transmisión de hepatitis B si no son manejadas en ambientes estériles, así como irritaciones, inflamaciones e infecciones que si no son tratadas a tiempo podrían ocasionar la pérdida del ojo.

Ante este panorama, el especialista recomendó que si la moda llega al país, los interesados piensen más en las consecuencias que en seguir las nuevas tendencias. Invitó a recurrir a tatuajes en los ojos cuando médicamente se requieran, y no cuando lucir diferente sea la necesidad.

La pregunta que me hago: ¿Cuál es el motivo de este colosal disparate? ¿Contrapesará la baja autoestima de quien se auto mutila? Y cuando esta colosal tilinguería llegue a nuestro país –nosotros, tan adictos a copiar exactamente bien, todo lo que está mal, en nombre de la moda y el progreso - ¿cuántos deambularán por las calles con “ojos fluorescentes coloridos”, cual marciano de dibujitos animados?

¡Ajepa nde rekoreí tapichá!

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