¿Tilinguería posmoderna?
Esta extraña moda que aún no llega al
país podría ocasionar la pérdida completa de la visión. El proceso,
popularizado hasta ahora en Estados Unidos, consiste en inyectar tinta para
colorear la parte blanca del órgano.
Shannon Larratt fue el primero en
aventurarse. Como parte de un experimento dejó que una aguja pinchara en 40
oportunidades sus ojos hasta lograr que la parte blanca que rodeaba su iris se
tintara de un azul eléctrico. Su adicción al arte corporal lo llevó al extremo,
ahora también podría decir que sus ojos fueron tatuados.
A Shannon de Canadá, lo imitó luego
Steve Walsh, de 23 años, quien se decidió por un aspecto más demoníaco. Luego
de tres inyecciones terminó con un ojo tatuado completamente de rojo para hacer
combinación con los piercings y demás figuras dibujadas en su rostro.
Las fotos de Shannon y Steve son famosas
en los portales webs de Internet por ser los primeros en someterse a recibir
pinchazos en la capa superior del ojo de inyectadoras cargadas de tinta de
color, y por popularizar la técnica en Estados Unidos.
El actual estado de los ojos de Shannon
y Steve se desconoce. Pero la probabilidad de que alguno de ellos adquiera
infecciones y daños parciales o permanentes en la conjuntiva del ojo son bastantes
altas. Tal riesgo, según indicó Rosales, "implica que el ojo no produzca
la lubricación necesaria para mantener su integridad. Se lesionaría la
transparencia de la membrana y por tanto, se perdería la visión temporal o
permanentemente".
Se pueden, además, producir hemorragias
subconjuntivales por el daño a los capilares de la conjuntiva, aunque no
existan síntomas, ver un fondo de sangre sobre la superficie ocular llama la
atención. Por el uso de agujas también existen riesgos de transmisión de hepatitis
B si no son manejadas en ambientes estériles, así como irritaciones,
inflamaciones e infecciones que si no son tratadas a tiempo podrían ocasionar
la pérdida del ojo.
Ante este panorama, el especialista
recomendó que si la moda llega al país, los interesados piensen más en las
consecuencias que en seguir las nuevas tendencias. Invitó a recurrir a tatuajes
en los ojos cuando médicamente se requieran, y no cuando lucir diferente sea la
necesidad.
La pregunta que me hago: ¿Cuál es el
motivo de este colosal disparate? ¿Contrapesará la baja autoestima de quien se
auto mutila? Y cuando esta colosal tilinguería llegue a nuestro país –nosotros,
tan adictos a copiar exactamente bien, todo lo que está mal, en nombre de la
moda y el progreso - ¿cuántos deambularán por las calles con “ojos
fluorescentes coloridos”, cual marciano de dibujitos animados?
¡Ajepa nde rekoreí tapichá!
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