¿Por qué el Papa no vende los tesoros del Vaticano?
Una
cosa es segura: Con
el desprendimiento de todas las pertenencias de la Iglesia no se podría
resolver el problema de la miseria en el mundo. Cualquier país industrializado
con una pequeña parte de su presupuesto anual, podría aportar mucho más que la
venta total de todo el Vaticano, territorio incluido.
¿Para que la Iglesia debería
empobrecerse inútilmente? ¿Por qué no se exige con la misma insistencia, que las
grandes empresas multinacionales hagan un aporte significativo a favor de los
pobres del mundo?, y ni hablar que un pequeño porcentaje de lo que se gasta
en armas, fácilmente alcanzaría para dar de comer a todos los pobres del mundo!
¿Por qué la Iglesia debería vender su vaquita y quedarse sin un litro de leche
diario?
Quien compraría las obras de Arte?. Ciertamente los ya ricos, posiblemente para
adornar sus casa privadas. Y todos nosotros nos quedaríamos sin nuestro
patrimonio. Mientras las obras de arte se encuentren en los museos del
Vaticano, al menos todos los peregrinos las pueden admirar.
Se
trata del patrimonio de todos nosotros. Los tesoros de la Iglesia son el
patrimonio de todo el pueblo de Dios. Y los mismos pobres lo sienten así. ¿Cual
pobre no se siente orgulloso de la basílica de Guadalupe, de la de Luján o de
Caacupé?. O Deberíamos venderlas para que los pobres se puedan comprar una
hamburguesa, y eso, por única vez.
Cuando Juan Pablo II, en su primer viaje
al Brasil, se metió en medio de una favela, visitó a una familia muy pobre, y
les dejo como regalo su anillo de Papa. Después ni se les ocurrió venderlo por
su peso de oro. Lo conservan orgullosos en la capillita de la favela. Es su
tesoro.
Se conoce el estilo personal de vida muy
sencillo del Papa. Y llama la atención que los mismos medios que venían
cuestionando el manejo de dinero del Vaticano, desde que éste publica sus
balances, parece que no muestran más ningún interés en difundir las cifras
reales. Comparando con otras instituciones, es muy poco dinero del que dispone
la Iglesia.
Y buena parte el Papa la destina para
obras de caridad (casi 30%). En el año
2006, por ejemplo, el Papa donó 3.805.630 dólares para paliar emergencias (calamidades
naturales o provocadas por el hombre), ayuda que benefició a 28 países.
Además, ¿Quién
hizo más que la Iglesia Católica?. Será muy difícil encontrar otra
institución que haya hecho y está haciendo tanto a favor de los pobres como la
Iglesia Católica. Ella, a lo largo de los siglos, puso hospitales y orfanatos,
promovió la educación levantando escuelas y universidades, luchó contra la
esclavitud, atendía siempre a los más débiles: los minusválidos, leprosos,
huérfanos, moribundos...
Actualmente atiende un gran número de
los chicos de la calle, y la cuarta parte de los enfermos de Sida que hay en el
mundo. Solo en América Latina hay 32.116 instituciones católicas dedicadas a la
pastoral de la Salud. (Ver Aparecida 419).Fuente: P. Pedro Brunori - La Iglesia Católica, Ed. Rialp
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