domingo, 27 de octubre de 2013

LOS TESOROS DEL VATICANO (II)



¿Por qué el Papa no vende los tesoros del Vaticano?

Una cosa es segura: Con el desprendimiento de todas las pertenencias de la Iglesia no se podría resolver el problema de la miseria en el mundo. Cualquier país industrializado con una pequeña parte de su presupuesto anual, podría aportar mucho más que la venta total de todo el Vaticano, territorio incluido.

¿Para que la Iglesia debería empobrecerse inútilmente? ¿Por qué no se exige con la misma insistencia, que las grandes empresas multinacionales hagan un aporte significativo a favor de los pobres del mundo?, y ni hablar que un pequeño porcentaje de lo que se gasta en armas, fácilmente alcanzaría para dar de comer a todos los pobres del mundo! ¿Por qué la Iglesia debería vender su vaquita y quedarse sin un litro de leche diario?

Quien compraría las obras de Arte?Ciertamente los ya ricos, posiblemente para adornar sus casa privadas. Y todos nosotros nos quedaríamos sin nuestro patrimonio. Mientras las obras de arte se encuentren en los museos del Vaticano, al menos todos los peregrinos las pueden admirar. 

Se trata del patrimonio de todos nosotros. Los tesoros de la Iglesia son el patrimonio de todo el pueblo de Dios. Y los mismos pobres lo sienten así. ¿Cual pobre no se siente orgulloso de la basílica de Guadalupe, de la de Luján o de Caacupé?. O Deberíamos venderlas para que los pobres se puedan comprar una hamburguesa, y eso, por única vez.

Cuando Juan Pablo II, en su primer viaje al Brasil, se metió en medio de una favela, visitó a una familia muy pobre, y les dejo como regalo su anillo de Papa. Después ni se les ocurrió venderlo por su peso de oro. Lo conservan orgullosos en la capillita de la favela. Es su tesoro.

Se conoce el estilo personal de vida muy sencillo del Papa. Y llama la atención que los mismos medios que venían cuestionando el manejo de dinero del Vaticano, desde que éste publica sus balances, parece que no muestran más ningún interés en difundir las cifras reales. Comparando con otras instituciones, es muy poco dinero del que dispone la Iglesia.

Y buena parte el Papa la destina para obras de caridad  (casi 30%). En el año 2006, por ejemplo, el Papa donó 3.805.630 dólares para paliar emergencias (calamidades naturales o provocadas por el hombre), ayuda que benefició a 28 países.

Además, ¿Quién hizo más que la Iglesia Católica?. Será muy difícil encontrar otra institución que haya hecho y está haciendo tanto a favor de los pobres como la Iglesia Católica. Ella, a lo largo de los siglos, puso hospitales y orfanatos, promovió la educación levantando escuelas y universidades, luchó contra la esclavitud, atendía siempre a los más débiles: los minusválidos, leprosos, huérfanos, moribundos...

Actualmente atiende un gran número de los chicos de la calle, y la cuarta parte de los enfermos de Sida que hay en el mundo. Solo en América Latina hay 32.116 instituciones católicas dedicadas a la pastoral de la Salud. (Ver Aparecida 419).Fuente: P. Pedro Brunori - La Iglesia Católica, Ed. Rialp

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