sábado, 26 de octubre de 2013

LOS TESOROS DEL VATICANO (I)


¿Por qué el Papa no vende los tesoros del Vaticano?

¿Por qué la Iglesia no vende todo el oro, y acaba así con la pobreza en el mundo?. Responde el P. Martín Weichs SVD:

Una madre solía usar la vajilla más preciosa cuando venia visita. Además la trato con mucho cuidado, ya que era el regalo de parte de su mamá para su casamiento. Al morir los hijos no quisieron tocar sus cosas, repartiéndolas y menos vendiéndolas.

Se pusieron de acuerdo con que iban a seguir ocupando la vajilla de su madre, y de su abuela, cuando se reuniesen para algún aniversario importante. Y así lo hicieron. Sentían que la preciosa vajilla les reavivó la presencia de su difunta mama, y les ayudaba a mantenerse unidos.

La mayor parte de las “riquezas del Vaticano” forman parte del patrimonio histórico de la Iglesia. Fueron donadas a lo largo de los siglos. No puede haber dudas de que la Iglesia las posee legítimamente.

Son un legado de quienes nos precedieron en la fe, fruto de su trabajo y sacrificios. Lo debemos saber valorar. Son parte de nuestra propia historia y de nuestro propio ser. A través de las obras de nuestros antepasados, de alguna manera, entramos en comunión con ellos. Saber cuidar lo que nos legaron las generaciones cristianas que nos precedieron es saber cuidar y no cortar nuestras propias raíces que alimentan nuestra fe.

Se trata básicamente de obras de arte. La belleza hace un gran bien al alma, elevándola del materialismo. Los museos vaticanos muestran que la Iglesia siempre ha fomentado la cultura que nos ayuda a crecer espiritualmente.

Es un signo de aprecio ofrecerle a la visita lo mejor que tenemos. Jesús nos visita como el mejor amigo, haciéndose presente en la Santa Misa. No vamos a usar para la preciosísima sangre de Cristo un vaso de plástico. De la Madre Teresa de Calcuta se sabe, que ella que entrego toda su vida a los más pobres, compró cálices preciosos para la celebración de la Santa Eucaristía.

Me podría preguntar a mi mismo: si yo fuese el Papa, ¿qué haría yo con toda esa herencia cultural religiosa ¿ Haría rematar todo lo que se puede vender?


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