domingo, 20 de octubre de 2013

¡QUIERO SER FELIZ!!


¿Cómo?

Mucha tinta ha corrido sobre la tan anhelada felicidad. El anhelo profundo de todo el mundo es ser feliz. El problema está, creo, en cómo conseguirlo. En demasía, el concepto de felicidad, está asociado con el disfrute de los placeres.

Sabido es que los placeres no hacen feliz al ser humano. También se sabe que disfrutar de los placeres - rica comida, escuchar buena música, pasear a orillas del mar, una relación sexual (hoy, en cualquier parte, a cualquier hora y con cualquiera), una buena película, etc., provoca pasajero bienestar.

En consecuencia, los placeres son partes o elementos de la felicidad. Si disfruto de un determinado placer hasta volverse rutinario, por el mecanismo del hábito, el placer va ir perdiendo el valor del placer.

A mí me gusta mucho el flan y disfruto comiéndola; pero si tomo flan para desayunar, a medio día y para cenar también, es fácil que después de unos cuantos días, el flan deje de producirme esa sensación agradable….ya no me producirá ningún placer comer flan; y hasta es posible que llegue a repugnarme”. Expresa Iñaki Guerrero en su libro “Coraje de ser libres” p. 13. Y agrega:

Si alguien se empeña en buscar la felicidad en los ellos (placeres), acabará hartándose poco a poco de cada uno de ellos, o puede generar una adicción que empuje a aumentar la dosis para sentir el mismo efecto, el cual, lejos de de dar satisfacción, producirá desagradable sensación de esclavo de ese placer, que en el fondo no llena” (Cfr. p. 14)

La enseñanza podría extenderse a gente adicta a ciertos “atolondrados placeres”, como por ejemplo, la molestia que causan las desagradables “discotecas ambulantes” en las madrugadas de cualquier día, perturbando la tranquilidad y el derecho al descanso de personas decentes.

Surge la inevitable pregunta: ¿Es realmente feliz el idiota que, con ruidos, atenta contra sus propios tímpanos?. La respuesta no se hace esperar: Nadie es feliz siendo esclavo de su propia estupidez.  De lo dicho se desprende el siguiente axioma: “La satisfacción de un puñado de imbéciles, no puede sustentarse en el sufrimiento de gente honesta
                                                                    
En cuanto ciudadano paraguayo, anhelo un país próspero, culto y decente. Para ello, hace falta urgentemente, huir lejos tantos males que nos aquejan: ignorancia, prepotencia, pó karé y demás “perlas” que nos esclavizan. Satisfacción no es felicidad. Felicidad es, en términos sencillos, conseguir paz interior (la paz de Cristo), que nos hará superar incluso, las desgracias que podamos sufrir, en virtud de nuestra pecaminosa naturaleza.

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