jueves, 24 de octubre de 2013

SECRETARIA DE LA FUNCIÓN PÚBLICA

¡Está molesta!

1- “La SFP no comparte ningún agravio hacia la tarea de quienes ejercen y honran sus cargos en la función pública, porque no corresponde tildar a todos los funcionarios como si fueran delincuentes bajo la expresión: “SE BUSCA”. El trabajador del Estado es una persona con dignidad y con derechos como cualquier otro ciudadano”.

2- “La SFP reconoce y valora positivamente el trabajo, el esfuerzo adicional, el compromiso, la dedicación y el patriotismo de las funcionarias y los funcionarios públicos que desempeñan su labor en todos los Organismos y Entidades del Estado (OEE) y hacen posible el funcionamiento de la Administración Pública”.

3- “El funcionario público tiene derecho a la Carrera Administrativa o del Servicio Civil bajo el cumplimiento de las reglas que se imponen para el ingreso, la permanencia y la estabilidad laboral, el perfeccionamiento, la promoción y la desvinculación, sujeto a la medición de un excelente desempeño en el cumplimiento de sus funciones”. (Así se lee en el diario ABC  del 23.10.13, p.7)

Una rápida consideración sobre lo afirmado más arriba: (1) Verdad es que “no corresponde tildar a todos los funcionarios como si fueran delincuentes”. (2) La SFP reconoce y valora positivamente el trabajo, el esfuerzo adicional, el compromiso, la dedicación y el patriotismo de las funcionarias y los funcionarios públicos que desempeñan su labor…. (3) “El funcionario público “tiene derecho a la Carrera Administrativa o del Servicio Civil” bajo el cumplimiento de las reglas que se imponen para el ingreso…

Sería un ataque a la obviedad contrarrestar lo señalado. El punto está, precisamente, en que no se cumplen, en la mayoría de los casos, lo enunciado. No en balde, ocupamos los primeros puestos de corrupción en el mundo.

¿Se puede, sin rubor alguno, negar que el Estado amamanta a “funcionarios públicos” conformado por compadres, parientes, chongos y demás conocidos planilleros, amén de aquellos que, sí, son responsablemente denunciados, por hechos de escandalosos robos?

¿Puede hablarse con tanta ingenuidad de patriotismo cuando malos funcionarios “rifan” al país - de todos - al hacer mal su tarea, o simplemente “ al no hacer”, pero cobran mucho y religiosamente?. Esta realidad es innegable.

Atendiendo a la premisa: “No existe el mal absoluto”, se reconoce a funcionarios que brindan servicios con calidad y calidez. “Hay funcionarios altamente competentes y especialistas en diversas áreas de la gestión pública con probada trayectoria laboral y reconocimiento nacional e internacional, que merecen el respeto y la confianza de la ciudadanía”. ¡También es verdad!.
Pero, lamentablemente, no son ellos la cara visible de toda institución pública.

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