lunes, 22 de febrero de 2016

¡SOMOS LIBRES!

¿PARA  QUÉ?

Harto conocido por todos es el desorden institucional en la que estamos empantanados desde mucho tiempo. Cientos de aconteceres deplorables, ilegales, groseros e inmorales salen a la luz diariamente. Con sobrada razón, enojan a los ciudadanos, quienes nos sentimos esquilmados.

Noticias de Fonacide, Copaco, Ande, Essap, Ips; legisladores, intendentes, gobernadores, operadores de justicia, asesores, planilleros, amantes, amigotes y demás etcéteras vinculados a actividades delictivas, son el menú diario que la prensa nos ofrece….Estos hacedores del mal…¿lo hacen obligados por alguien o lo hacen por cuenta propia y con plena conciencia?. En ambos casos. ¿qué utilidad tiene ser libres?.

Para ser libres hace falta poseer dosis de moral. Libertad no es hacer lo que me viene en gana, sino, elegir. Y se puede elegir el bien y el mal. Dicho de otro modo; Libertad es hacer todo lo que quiero, sin perjudicar a los demás.

Nos jactamos de que la humanidad avanza a pasos agigantados, tanto que ya “somos parte de la máquina tecnológica”…y ¿qué de los valores y principios?. Al parecer, fueron desechados, a juzgar por este océano de corrupción que nos aplasta. ¿Hay que meter necesariamente la mano en “la lata”, aprovechando el cargo en la función pública?. Me niego a creer que no existan servidores públicos con decoro y honestidad… pero, ¿dónde están?

El funcionario público también es portador natural del sentido de la razón y del deber, por tanto, es un ser racional y ético. Otra vez la pregunta: ¿Qué hacen para evitar el imparable saqueo que azota a la mayoría de las instituciones públicas del país?

En la ley moral o interior escrita en el corazón de cada humano, descubrimos nuestra dignidad personal. El cabal cumplimiento de nuestras obligaciones es el punto que nos diferencia de los demás seres del planeta y nos sitúa por encima de ellos. y de nuestra propia muerte.

La sana conciencia es la que debe regir la conducta, por sobre los consensos de grupo o interese de bancada, en beneficio de la comunidad. Esto suena muy bonito en boca de tiburones políticos, pero la realidad lo desmiente.

Si ocupando –cuando no figurando - en cargos públicos, no ponemos freno y barrera a nuestra desenfrenada ambición, al exagerado culto al yo, al hambre de reconocimiento inmerecido e indiferencia por las necesidades de quienes prometimos ayudar,..la mejor noticia que podemos dar al mundo es nuestra: desaparición. La patria doliente y postrada necesita de sus hijos patriotas, y no de delincuentes patrioteros.

¡Quién es, por tanto libre? “El sabio, el hombre que se domina, a quien no le aterran ni la pobreza, ni la muerte ni las cadenas; el que es capaz de resistir las pasiones y despreciar los honores; seguro en sí mismo, es como la superficie tersa de una esfera donde resbalan los acontecimientos exteriores, invulnerables a los asaltos de la Fortuna impotente”, Las citadas palabras son puestas por Horacio en boca de su esclavo Davus. (cfr. Jayme Barylko – Los valores y las virtudes, p. 221).

Culmino este artículo con tres famosos pensamientos: “Lo que más preocupa no es ni el grito de los violentos, de los corruptos, de los deshonestos, de los sin carácter, de los sin ética. Lo que más preocupa es el silencio de los buenos”.  Martin Luther King. Si los honestos no participan, seguirán gobernando los malvados”. Marthin L. King. 

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