¿PARA QUÉ?
Harto conocido por todos es el desorden
institucional en la que estamos empantanados desde mucho tiempo. Cientos de
aconteceres deplorables, ilegales, groseros e inmorales salen a la luz
diariamente. Con sobrada razón, enojan a los ciudadanos, quienes nos sentimos
esquilmados.
Noticias de Fonacide, Copaco, Ande,
Essap, Ips; legisladores, intendentes, gobernadores, operadores de justicia,
asesores, planilleros, amantes, amigotes y demás etcéteras vinculados a
actividades delictivas, son el menú diario que la prensa nos ofrece….Estos
hacedores del mal…¿lo hacen obligados por alguien o lo hacen por cuenta propia
y con plena conciencia?. En ambos casos. ¿qué utilidad tiene ser libres?.
Para ser libres hace falta poseer dosis
de moral. Libertad no es hacer lo que me viene en gana, sino, elegir. Y se puede elegir el bien y el
mal. Dicho de otro modo; Libertad es hacer todo lo que quiero, sin perjudicar a los demás.
Nos jactamos de que la humanidad avanza a pasos agigantados, tanto que ya “somos parte de la máquina tecnológica”…y ¿qué de los valores y principios?. Al parecer, fueron desechados, a juzgar por este océano de corrupción que nos aplasta. ¿Hay que meter necesariamente la mano en “la lata”, aprovechando el cargo en la función pública?. Me niego a creer que no existan servidores públicos con decoro y honestidad… pero, ¿dónde están?
El funcionario público también es
portador natural del sentido de la razón y del deber, por tanto, es un ser
racional y ético. Otra vez la pregunta: ¿Qué hacen para evitar el imparable
saqueo que azota a la mayoría de las instituciones públicas del país?
En la ley moral o interior escrita en el
corazón de cada humano, descubrimos nuestra dignidad personal. El cabal
cumplimiento de nuestras obligaciones es el punto que nos diferencia de los
demás seres del planeta y nos sitúa por encima de ellos. y de nuestra propia
muerte.
La sana conciencia es la que debe regir
la conducta, por sobre los consensos de grupo o interese de bancada, en
beneficio de la comunidad. Esto suena muy bonito en boca de tiburones
políticos, pero la realidad lo desmiente.
Si ocupando –cuando no figurando - en
cargos públicos, no ponemos freno y barrera a nuestra desenfrenada ambición, al
exagerado culto al yo, al hambre de
reconocimiento inmerecido e indiferencia por las necesidades de quienes
prometimos ayudar,..la mejor noticia que podemos dar al mundo es nuestra: desaparición. La patria doliente y
postrada necesita de sus hijos patriotas, y no de delincuentes patrioteros.
¡Quién es, por tanto libre? “El sabio,
el hombre que se domina, a quien no le aterran ni la pobreza, ni la muerte ni
las cadenas; el que es capaz de resistir las pasiones y despreciar los honores;
seguro en sí mismo, es como la superficie tersa de una esfera donde resbalan
los acontecimientos exteriores, invulnerables a los asaltos de la Fortuna
impotente”, Las citadas palabras son puestas por Horacio en boca de su esclavo
Davus. (cfr. Jayme
Barylko – Los valores y las virtudes, p. 221).
Culmino
este artículo con tres famosos pensamientos: “Lo que más preocupa no es ni el
grito de los violentos, de los corruptos, de los deshonestos, de los sin
carácter, de los sin ética. Lo que más preocupa es el silencio de los buenos”. Martin Luther King. Si los honestos no participan,
seguirán gobernando los malvados”. Marthin
L. King.
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