¡EJEMPLO DE
MAESTROS…. HOY!
Nos enseñaba el amigo y maestro
Roger Texier: Sócrates, filósofo griego (470-399), considerado unánimemente
como una de las figuras más influyentes en la elaboración de la cultura griega.
Platón y Aristóteles, muy en especial, dependen en gran medida de la iniciativa
cultural socrática.
No escribió, tampoco tuvo un círculo
permanente donde expusiera sus pensamientos. Únicamente habló, con sus amigos,
con sus conciudadanos, sin un fin ulterior a la búsqueda de la verdad.
Los sofistas cobraban por enseñar.
Sócrates, no. Sócrates hablaba y actuaba bajo la inspiración de un dáimon (espíritu) personal, que le inspiraba
hacia el bien y la sabiduría. Los dáimones eran en la antigua Grecia,
intermediarios entre los hombres y los dioses. De tal manera que se puede
entender el papel de los dáimones, en la vida de Sócrates, a manera de
inspiraciones de “un ángel de la guarda”.
Murió Sócrates condenado por el tribunal
de Atenas a beber la cicuta, siendo el motivo oficial de su condena, el de “impiedad
y corrupción de la juventud”. La verdad es que Sócrates era un defensor de la
libertad de pensamiento, frente a la oposición de las creencias y del orden
establecido.
La actitud de Sócrates ante la muerte
nos ofrece una postrera lección de serenidad. Su encarcelamiento coincide con
la peregrinación anual a las fiestas de Apolo. Nadie podía entonces, ser
ajusticiado en Atenas; esta circunstancia otorga a sus discípulos ocasión para
preparar la huida del maestro a Beocia y así, eludir el cumplimiento de la
condena.
Sin embargo, Sócrates rechaza esta huida
diciendo: “Mis padres se casaron de acuerdo con las leyes de Atenas y bajo ellas
nací, y ellas me defendieron en mi vida. Si ahora me rebelo contra ellas...¿no
podría decirse que soy culpable?”
Acepta, pues, voluntariamente el
sacrificio de su vida. Por eso, el testimonio de su muerte fue, es un
aspecto, el más emocionante homenaje a
las leyes y al sentido profundo de la polis (ciudad). La ética de Sócrates se
inspiraba en cinco principios:
1.
Lo
esencial no es vivir, sino vivir bien.
2.
El
bien, lo bello, lo justo no son más que una misma cosa.
3. No
se puede hacer el mal voluntariamente. Dicho de otro modo, el mal proviene de
la ignorancia del bien, no de la mala voluntad. Por eso hace falta ENSEÑAR valores.,,,
4.
A
la injusticia, no hay que responder con la injusticia. La injusticia es el peor
de los males.
5.
Preocuparse
(ocuparse) del alma, más que del cuerpo. Éste es el único mensaje de Sócrates.
Por eso afirmará, una y otra vez:
“Conócete a ti mismo”, .Adornarse de la virtud propia del “alma, la sabiduría,
que es su parte más divina”. Entonces, el hombre “tendrá siempre los ojos elevados
hacia lo que es divino y luminoso, y huirá de lo que es servil y vil”
Hagamos el esfuerzo de incorporar a nuestro
enclenque “sistema operativo criollo” algunas de las virtudes señaladas, para desterrar
definitivamente la chatura cívica que sufrimos y recuperar la altura y dignidad de un pueblo
valiente y sufrido como es el nuestro.
Algunas
frases de Sócrates para tener en cuenta:
“Sólo sé que no sé nada; y esto me
distingue de los demás filósofos, que creen saberlo todo”. “Solo es útil el CONOCIMIENTO
que nos hace mejores”. "Sólo hay un BIEN: el CONOCIMIENTO.
Sólo hay un MAL: la IGNORANCIA". "La
verdadera SABIDURÍA
está en reconocer la propia ignorancia". "El ORGULLO divide a los hombres, la HUMILDAD
los une".
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