¿AÑETE PIKO ERÉ?
El dicho, ¡Hablando se entiende!, es
regla por todos aceptada para zanjar cualquier diferencia. Diálogo, por tanto, es
el camino para evitar o solucionar muchos problemas. Además, el diálogo sana agrietadas
relaciones interpersonales.
Luego, si el hombre llega a un consenso por
mayoría, cualquier pacto se concretará, es decir, ¡Ya é ya!. Tenemos
carretilladas de ejemplos.
El refrán: “la voz del pueblo es la voz
de Dios”, muchas veces es tan “cierto”, como que el Paraguay está ubicado en el
Polo Norte. Porque el error cometido por la mayoría, es una de las grandes
limitaciones del consenso, si está ausente el juicio equilibrado.
Cuenta José Antonio Marina -filósofo
español 1949: “Un esclavista decidió poner en libertad a sus esclavos. Pero
muchos de ellos pensaron que la libertad sería un yugo mucho más pesado que su
acostumbrada esclavitud.
Así que lo sometieron a votación, y los
que rechazaron la oferta de libertad, ganaron por mayoría absoluta. Por esa
ironía, el amo se convirtió en esclavista, por voto universal”.
La decencia se mueve en el campo
cualitativo, la mayoría, en lo cuantitativo. ¡Mba éicha pio la ne re entendé anguirúi!
Paradójicamente, esta situación muestra
las limitaciones del consenso por el consenso. Conocemos acuerdos absolutos
como injustos que han durado milenios sobre la carencia de los derechos del
niño (…). Porque los hombres han estado mayoritariamente de acuerdo en
colosales disparates, afirma José R. Ayllón, “Desfile de Modelos” p. 187.
Un ejemplo: La polémica Ley 4.950/13 que
creó el Seguro Obligatorio contra Accidentes de Tránsito (SOAT) finalmente fue
derogada por el Congreso tras la ola de críticas e irregularidades en su
reglamentación.
El proyectista argumentó la confusión
que se generó con la normativa, ya que viola la autonomía de los municipios,
condicionando la entrega de patentes y registros de conducir.
¿Cómo es posible que haya una ley tenga interpretaciones
distintas? ¿Quién tiene razón cuando los valecho aká guasu kuera no se ponen de
acuerdo?...como el caso de la gastada e impertinente reelección presidencial?
Una de dos: O la ley es contradictoria o i po karé formal la mburuvichillo kuera.
Es preciso entender que la Ética no nace
automáticamente del consenso, pues como la experiencia nos enseña, hay acuerdos
que son traiciones y matan.
Alasdair
Mac Intyre, filósofo inglés (1929) en su Historia de la Ética, propone este
sencillo problema: Si en una sociedad de doce personas hay diez sádicos, ¿dispone
el consenso que los dos no sádicos deben ser torturados? (….)
Y para no ser acusado de jugar con lo
inverosímil, hace otra pregunta: ¿qué validez tiene el consenso de una sociedad
donde hay acuerdo general respecto del asesinato en masa de judíos?
Lo mismo podemos decir cuando
legisladores que se creen dueños de la vida y muerte, decretan por mayoría (el
aborto) la occisión (masacre) de inocentes.
El mismo se responde: el consenso sólo
es legítimo cuando todos aceptan normas básicas de conducta moral.
Aceptar normas básicas de conducta moral
quiere decir, que el debate no es el último fundamento de la ética, pues un
fundamento discutible dejaría de ser fundamento. ¡Mba éicha pio la ne re
entendéi!
Por eso dice Aristóteles que quien discute
si se puede matar a la propia madre no merece argumentos sino azotes. La ética
solo se puede fundamentar sobre argumentos no discutibles; nunca por consensos ni por mayoría.(José R.Ayllón -Desfile de
Modelos).
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