EL REY Y SEÑOR DEL UNIVERSO

¡NACIÓ EN UN SUCIO ESTABLO!

Cómo se explica que Jesús, Dueño y Señor del universo, haya nacido en un sucio, maloliente e insalubre establo en medio animales? ¿Quién hoy -ha anínati la y platamí mba éramo- aceptaría tan aberrante humillación?

Cualquiera hoy lo rechazaría, porque, la lógica grita: Nadie, por más pobre que sea, debe nacer entre animales sobre pajas. Diría, ¡cómo pio le vas a poner al bebé en la batea que usan el burro, las ovejas y las vacas! Y agregará… ¡y atendé que hina dónde pisas!

El pasaje de Lucas 2:7 cuenta que no solo no había lugar, sino que no había alojamiento para Ellos. Hablamos de una abierta  discriminación para José y María ¿Por qué?

Es que, ya había una maquinación diabólica para evitar el nacimiento y el ministerio terrenal del Hijo de Dios. Como hoy, los que se tienen por todopoderosos, dueños de la vida y muerte, practican la occisión (muerte violenta) de millones de niños en el mundo. 

Los Evangelios cuentan que Satanás quiso asesinar a Jesús, y cómo cientos de niños menores de dos años murieron por un edicto real de Herodes. Sólo una advertencia divina lo libró.

Tal vez podamos aprender algunas lecciones según el predicador Max Lucado:

a) Su nacimiento descubre la pobreza de caridad entre los seres humanos para tendernos la mano. b) Su nacimiento descubre la humildad y sencillez de Jesús para llevar a cabo sus designios. 
c) Su nacimiento nos muestra que para ser papás responsables, aún un establo es suficiente para ello. d) Su nacimiento enseña  que no importa “la cuna” donde  nacemos; no hay excusas, ni circunstancias que puedan  impedir al hombre agradar y hacer la voluntad de Dios.

e) Su nacimiento nos enseña que aún dentro de un establo podemos hacer frente a nuestros deberes. Dios cubrirá nuestras necesidades, aunque no siempre nuestros deseos.

Su nacimiento descubre nuestra realidad humana dañada por el pecado, y no habrá lugar para Él en nuestro corazón, si sólo rendimos culto al desarrollo intelectual, económico y tecnológico.

Y que a pesar que Él es Dios, Creador, Dueño, Rey y Señor del universo, si somos mbareté-pokaré le impediremos reinar y ejercer autoridad sobre nuestras vidas y proyectos.

Ahora, por favor, pido permiso para expresarme en primera persona. Hoy, considero reflejo de una atmósfera moral y espiritual contaminada al mundo, y aún así Dios había decidido nacer en tantos corazones, como en el mío.

Este servidor, hace algún tiempo ha recibido en su putrefacto y miserable establo a este Niño. ¿Cuál es la diferencia entre el establo de Belén y el negro interior humano?  Pero, al gran Señor de la historia le bastó el solo deseo que un aborto social desee redimirse.

Y el Señor Jesús que no puede contenerse en el universo por su Poder, Gloria y Misericordia, tomó las riendas de mi vida, instalando en mi sucio establo su Gran Cuartel General.

Porque, desde siempre Él nos amó a pesar de nuestra miseria, perdonando todas nuestras faltas, si nos arrepentimos para ya no se esclavos del pecado, iniciando el proceso de conversión.

El Evangelio nos relata: “Jesús vino a los suyos y los suyos no le recibieron” (Juan 1:11) ¡Qué soberbia la del hombre finito!

¡Que los corceles se pavoneen y las trompetas suenen! ¡Que se pongan de pie emperadores y presidentes del mundo entero!.

¡Abraham y Moisés deberían arrodillarse ante el pesebre. Incluso Adán y Eva deberían venir a Belén e inclinarse ante el Alfa y la Omega!

Por eso esta noche, hagamos parte de nuestra familia al cumpleañero y al brindar digamos todos ¡Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz y buena voluntad! ¡¡Feliz Navidad!!