¡Siendo originales…nos volvimos “copias”!
Dicen que el humano posmoderno se frustra, no tiene certezas, duda. Para él, Dios nada significa. Sólo, existe y se acomoda en el “regazo de la moda”. Así nace la adoración a los famosos, sin importar el buen o mal “olor” del vicio o virtud de tal celebridad.
¿Está el homo progre condenado a que el terrorismo cultural lo aplaste y carcoma? ¿Qué pasa con los gustos? ¡E´a na che memby¨... ¿tenés algo contra la moda mba´é? No sabés que el dicho dice: “sobre el gusto, nada hay escrito”.