Sabemos lo importante
que es tener valores, que debe ser inculcado en casa. Pero, ¿qué es lo que vemos, sentimos y vivimos en nuestra errabunda y fracturada
y sociedad? ¿Qué significan hoy la ética, respeto al
prójimo, al bien común, tolerancia, bondad, paz, solidaridad, amor, justicia, responsabilidad,
libertad o la honestidad, entre otros?
¿Cómo es la
conducta de la juventud hoy? Con las consabidas excepciones: Elude responsabilidades.
Tiene actitud negativa hacia las personas, y muchas veces hacia sí mismo. Le
interesa más los amigos que la familia. Toman decisiones siguiendo sus
criterios, aunque disgusten a los mayores…dice la maestra Nuria Otero
Martínez.
Nacemos humanos, pero no basta: tenemos que llegar también a serlo […]”, hay necesidad de moldear al ser humano. Son necesarios valores como tolerancia, igualdad, respeto… el ser humano necesita que se le “dome” por decirlo de algún modo y ese moldeamiento debe ser el adecuado.
Y por ello, desde la escuela se deben inculcar los principios básicos de la humanidad, de ahí que se señale: “[…] Quien pretende educar se convierte en cierto modo en responsable del mundo ante el inexperto. Hacerse responsable del mundo no es aprobarlo tal como es, sino asumirlo porque es y porque sólo a partir de lo que es… puede ser enmendado”.
Lo que aprendan nuestros alumnos depende del profesor, porque tiene las armas suficientes para lograr una futura sociedad de valores… Referente al ensayo de Victoria Camps “Creer en la Educación” se señala: “La educación perdió el norte, cayó en la indefinición y olvidó su objetivo fundamental: la formación de la personalidad.
Una formación que corresponde a la familia, a la escuela, a los medios de comunicación, al espacio público en todas sus expresiones. Urge volver a valores de respeto, convivencia, esfuerzo, equidad y uso razonable de la libertad […]” La unidad es necesidad humana de pertenencia, de ser parte de un todo unificado. La gente no quiere vivir aislada, sin pensar en el mundo que lo rodea y que sea capaz de afrontar las dificultades contando con la ayuda del resto. Urge entonces:
-Tolerancia: El mundo es gran árbol con ramas. Cada nación representa una rama, un hermano con su propia familia. Las familias son diferentes comunidades compuestas por religiones y grupos étnicos y que por tanto deben ser respetados.
-Responsabilidad: Cumplimiento de las obligaciones al hacer o decidir algo, no debe verse como una carga ya que tenemos unos derechos. Luego, necesario ser responsables con nuestros deberes.
-Respeto: Uno de los valores más importantes a través del cual se puede trabajar el resto de los valores. Es la base de una buena comunidad. Es reconocer que algo o alguien tiene valor. Es la base del sustento de la moral y de la ética¨.
-Libertad: Permite decidir llevar a cabo o no una acción según su inteligencia o voluntad. La libertad es facultad de actuar y que está regida por la justicia. La plena libertad sólo funciona cuando hay equilibrio entre derechos y obligaciones.
-Paz: Estado de tranquilidad y en sentido negativo como ausencia de inquietud, violencia o guerra.
-Honestidad: Moderación, respeto a la conducta moral y social apropiada. La persona honesta reconoce lo que está bien, sin hipocresía ni dobleces, una característica de la persona honesta es la transparencia que da ejemplo a los demás.
-Felicidad: Estado de ánimo del que se disfruta. La felicidad no se compra ni se vende. Para unos es el dinero. Para otros es el amor, pero tanto para unos como para otros, la felicidad obtiene aquellos cuyas acciones son puras y altruistas.
-Amor: Sentimientos de una persona a otra, a cosas, ideas, etc. El amor no es sólo un sentimiento intenso hacia una persona u objeto, sino una conciencia que es a la vez desinteresada y satisface el propio ser. Afirma el Dr. Boutros Boutros-Ghali:
-Humildad: Las personas no presumen de sus logros, reconoce sus fracasos y debilidades y actúa sin orgullo. La humildad permite a la persona ser digna de confianza, flexible y adaptable.
Que la imagen de la familia sea ejemplo que nos haga entender que todos, dentro de la comunidad internacional, somos miembros de la familia de las naciones, la gran familia humana. Esto significa superar dificultades, divisiones porque está dirigida por una fuerza más poderosa que cualquier otra: la fuerza del amor, que es la razón de ser de la familia […]” ¡Ta upeicha!
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